“Una computadora por docente”, cuando los maestros son los “alumnos”
Según un sondeo realizado por El País a 50 maestros del área urbana de Tarija- 25 de secundaria y 25 de primaria- 40 de éstos aseguran no saber usar sus computadoras portátiles como quisieran. El argumento principal que plantean es la falta de capacitación. Según aseguran poseen una gran...



Según un sondeo realizado por El País a 50 maestros del área urbana de Tarija- 25 de secundaria y 25 de primaria- 40 de éstos aseguran no saber usar sus computadoras portátiles como quisieran. El argumento principal que plantean es la falta de capacitación. Según aseguran poseen una gran desventaja de conocimiento frente a la gran cantidad de jóvenes que saben usar estas tecnologías de manera provechosa.
Muchos aseguran sentirse reducidos frente a sus estudiantes que saben manejar este tipo de tecnologías. “A momentos me siento la alumna, pues a menudo he tenido que preguntar a mis estudiantes cómo se hace tal o cual cosa”, explica una maestra que prefiere no revelar su nombre.
En 2011, en el marco del proyecto “Una computadora por docente” el Gobierno entregó más de 30.000 computadoras portátiles a maestros, el programa inició en Tarija. Según datos del Ministerio de Educación se trata de equipos de marca Lenovo con un procesador Intel Core i 3, disco duro de 320 gigas, conexión Wi-Fi, cámara de video incorporado, memoria RAM de 4 gigas, además de programas Windows y Linux.
Aproximadamente un año más tarde de la entrega se reveló que muchos de estos equipos no eran usados por los maestros e incluso en esta gestión se descubrió que una de estas computadoras fue empeñada. El hecho sucedió en la ciudad de La Paz. Pero más allá de esta irregularidad y aunque el Gobierno busca identificar y sancionar al maestro que cometió la infracción, el problema es aún más profundo.
En Bolivia existe una gran brecha digital que ha marcado una nueva forma de “pobreza” y con ello un nuevo reto a superar. Según Cortés Vera Jesús (2008, México) la brecha es la distancia social que separa a quienes tienen acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de aquellos que no lo tienen. Pero también según el experto se traduce en tres variables, la de acceso, la de habilidades y la de contenidos, sin los cuales sirve de poco reunir los otros dos factores.
Marco Antonio Córdova, Responsable de TIC de la Universidad Católica Boliviana de Tarija afirma que hubo falencias evidentes de capacitación y beneficios que podrían lograrse con el uso de las computadoras entregadas a los maestros. Según explica no se tomó en cuenta la distancia generacional y sus limitaciones. También apunta a una falta de compromiso de los usuarios.
Sobre el tema Claudio Gallardo, Ingeniero de Sistemas, explica que aunque el Gobierno tomó en cuenta el problema de acceso, el progreso está relacionado con las habilidades, es decir con el uso provechoso de la tecnología, pues ésta ayuda a automatizar muchas tareas reduciendo tiempos de producción y ejecución.
“Con el uso adecuado de esta tecnología podemos encontrar la manera de realizar nuestras tareas de una forma más eficiente y efectiva, haciéndonos más competitivos en relación a nuestros pares. Si tenemos un recurso humano más capacitado y con mayor conocimiento nuestro producto, bien o servicio será de mayor calidad”, detalla.
Al respecto la maestra Lucía Guerrero asegura que solamente sabe usar las herramientas básicas de Word, detalla que tiene problemas con el Excel, por lo que no puede procesar sus notas y en Internet sólo sabe hacer búsquedas sencillas en Google. Añade que en su hogar no posee Internet por lo que no puede seguir practicando.
Para Cortés Vera Jesús (2008, México) el tener acceso a la información no significa saber utilizarla (…), una cosa es saber usar la tecnología y otra más compleja es saber manejar y aprovechar la información.
De acuerdo a Ortuño Armando (2016, La Paz) son fundamentales las habilidades y capacidades para operar y utilizar las nuevas tecnologías e Internet de manera que esto enriquezca la comunicación y cooperación entre las personas.
Según la maestra Cristina Hernández el problema principal se centra en la capacitación. Explica que motivada por aprender más sobre el uso de su equipo ingresó al portal del Ministerio de Educación educabolivia.bo. Allí encontró un cuestionario, cuyas pregunta principales eran:
¿Ha recibido usted la computadora portátil dotada por el Gobierno?, ¿Conoce sobre Computación?, ¿Qué Sistema Operativo utiliza?, ¿Qué Office utiliza?, ¿Desea recibir capacitación sobre el uso de la computadora portátil?
Según Hernández aunque seleccionó la opción de recibir capacitación, este beneficio nunca le fue dado. Más aún diez de los 50 maestros sondeados aseguran que les dieron alguna capacitación desde la dirección de su escuela, pero no fue suficiente debido a la falta de práctica y a la falta de base que poseen sobre nuevas tecnologías.
La falta de interés
Según Mossberger (2010) citado en el texto de Ortuño Armando (2016, La Paz), la ciudadanía digital se entiende como una participación en la sociedad de la información que implica un acceso y uso efectivo de las TIC, para lo cual se debe contar con un acceso regular, pero también con habilidades técnicas y competencias educativas para realizar tareas básicas como encontrar y usar información en la Web, y comunicarse con otros en Internet.
Según Gallardo un problema fundamental es la falta de interés, pues según explica luego de la capacitación está la iniciativa. De acuerdo a lo que detalla; tanto los software, los programas, las aplicaciones, entre otros, fueron diseñados de manera intuitiva.
“Es fácil darse cuenta que fueron diseñados de una manera que sean de un fácil uso e intuitivo para el usuario. Diariamente escucho las siguientes preguntas: ¿Cómo cambio o modifico esto?, ¿Cómo lo imprimo?, ¿Dónde puedo ver esto?, y otras (...) pero realmente si nos fijamos con atención o nos tomamos el tiempo de leer un poco, nos daremos cuenta que todo nos guía de cierta manera para realizar las tareas que quisiéramos desarrollar”, detalla.
Agrega que existe un buscador “muy conocido como lo es Google, donde sólo basta poner una frase o palabra sobre lo que deseamos buscar y nos dará millones de resultados relacionados con nuestra búsqueda, incluso los ordena de forma que los primeros resultados son los de mayor aceptación y con mejor contenido (...)”.
Añade que si las personas tuviesen el interés necesario en aprender, “podrían usar esta herramienta para aprender absolutamente de todo”.
Concentrados en el acceso
Aunque según Córdova y Gallardo la brecha digital en Bolivia está centrada en dos aspectos esenciales, una brecha de acceso y otra de habilidades. La primera fue la más trabajada por el Gobierno, sin embargo aún hay mucho por hacer.
De acuerdo a Ortuño Armando (2016, La Paz) desde hace cuatro años, el Gobierno central está recolectando regularmente un dato básico sobre el uso de Internet en la Encuesta Nacional de Hogares anual que levanta el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por ejemplo, en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 se recogió por primera vez información sobre la conexión de los hogares a Internet. Esto posibilitó calcular el acceso total de los bolivianos a este medio.
Los datos revelan que solamente 10 de cada 100 viviendas en el área urbana “acceden de alguna forma a una conexión de Internet”. En la zona rural el tema es aún más preocupante, pues sólo 1 de cada 100 viviendas tiene acceso a Internet.
Para Córdova el satélite, más allá de las pueriles polémicas, es un gran intento de disminuir la brecha de acceso. Sin embargo, considera que debería orientarse, con mayor énfasis, a la disponibilidad de conectividad hacia los centros urbanos y además promover un Internet más barato, ya que esto también dificulta la práctica docente respecto a las nuevas tecnologías.
Según el experto es importante preguntarse: ¿Cuán importante es reducir esa brecha digital?, ¿A dónde apuntamos?, ¿Qué ganamos? “Quizás hay que ver las raíces o cimientos de este mundo digital que queremos construir”, señala.
Más aún, asegura que más allá del acceso es fundamental mejorar la educación. Respecto al nivel básico en las escuelas dice que “El bono Juancito Pinto ya garantizó asistencia”, por lo que ahora el Gobierno debería centrarse en los contenidos.
“Las escuelas de docentes o normales o universidades que formen a docentes tienen que mejorar. A partir de ahí se irán generando espacios pertinentes”, opina.
El entretenimiento sobre lo educativo
Otro problema identificado por los expertos Gallardo y Córdova es que el uso de Internet se concentra sobre todo en el entretenimiento.
Según Ortuño Armando (2016, La Paz) el perfil de utilización de Internet se centra en actividades de entretenimiento y de interacción en las redes sociales. Hay una incipiente aplicación para prácticas educativas, laborales y empresariales complejas. En la educación formal tiene limitados impactos, pues estas transformaciones están siendo impulsadas sobre todo por mejoras en el ámbito de la infraestructura tecnológica, por la expansión de los mercados de telecomunicaciones y por la iniciativa y motivación individual de los usuarios.
Según Carbonell José (2014, México) para poder insertarnos plenamente en la sociedad del conocimiento resultan fundamentales las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Una de esas tecnologías es Internet. Pues ésta es una poderosa red de redes que representa una poderosa palanca de transformación económica y social que hoy en día resulta indispensable para el desarrollo (…).
Según Córdova nuestras universidades deberían orientarse ahora más hacia la brecha de habilidades y concebir la conexión no sólo desde el punto de vista de ganancias sino de desarrollo. “Y entonces volvemos al asunto de los formadores”. Respecto a los maestros señala que “El Gobierno debería haber proporcionado herramientas amigables de software que permitan hacer gestión de asignaturas”.
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Muchos aseguran sentirse reducidos frente a sus estudiantes que saben manejar este tipo de tecnologías. “A momentos me siento la alumna, pues a menudo he tenido que preguntar a mis estudiantes cómo se hace tal o cual cosa”, explica una maestra que prefiere no revelar su nombre.
En 2011, en el marco del proyecto “Una computadora por docente” el Gobierno entregó más de 30.000 computadoras portátiles a maestros, el programa inició en Tarija. Según datos del Ministerio de Educación se trata de equipos de marca Lenovo con un procesador Intel Core i 3, disco duro de 320 gigas, conexión Wi-Fi, cámara de video incorporado, memoria RAM de 4 gigas, además de programas Windows y Linux.
Aproximadamente un año más tarde de la entrega se reveló que muchos de estos equipos no eran usados por los maestros e incluso en esta gestión se descubrió que una de estas computadoras fue empeñada. El hecho sucedió en la ciudad de La Paz. Pero más allá de esta irregularidad y aunque el Gobierno busca identificar y sancionar al maestro que cometió la infracción, el problema es aún más profundo.
En Bolivia existe una gran brecha digital que ha marcado una nueva forma de “pobreza” y con ello un nuevo reto a superar. Según Cortés Vera Jesús (2008, México) la brecha es la distancia social que separa a quienes tienen acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de aquellos que no lo tienen. Pero también según el experto se traduce en tres variables, la de acceso, la de habilidades y la de contenidos, sin los cuales sirve de poco reunir los otros dos factores.
Marco Antonio Córdova, Responsable de TIC de la Universidad Católica Boliviana de Tarija afirma que hubo falencias evidentes de capacitación y beneficios que podrían lograrse con el uso de las computadoras entregadas a los maestros. Según explica no se tomó en cuenta la distancia generacional y sus limitaciones. También apunta a una falta de compromiso de los usuarios.
Sobre el tema Claudio Gallardo, Ingeniero de Sistemas, explica que aunque el Gobierno tomó en cuenta el problema de acceso, el progreso está relacionado con las habilidades, es decir con el uso provechoso de la tecnología, pues ésta ayuda a automatizar muchas tareas reduciendo tiempos de producción y ejecución.
“Con el uso adecuado de esta tecnología podemos encontrar la manera de realizar nuestras tareas de una forma más eficiente y efectiva, haciéndonos más competitivos en relación a nuestros pares. Si tenemos un recurso humano más capacitado y con mayor conocimiento nuestro producto, bien o servicio será de mayor calidad”, detalla.
Al respecto la maestra Lucía Guerrero asegura que solamente sabe usar las herramientas básicas de Word, detalla que tiene problemas con el Excel, por lo que no puede procesar sus notas y en Internet sólo sabe hacer búsquedas sencillas en Google. Añade que en su hogar no posee Internet por lo que no puede seguir practicando.
Para Cortés Vera Jesús (2008, México) el tener acceso a la información no significa saber utilizarla (…), una cosa es saber usar la tecnología y otra más compleja es saber manejar y aprovechar la información.
De acuerdo a Ortuño Armando (2016, La Paz) son fundamentales las habilidades y capacidades para operar y utilizar las nuevas tecnologías e Internet de manera que esto enriquezca la comunicación y cooperación entre las personas.
Según la maestra Cristina Hernández el problema principal se centra en la capacitación. Explica que motivada por aprender más sobre el uso de su equipo ingresó al portal del Ministerio de Educación educabolivia.bo. Allí encontró un cuestionario, cuyas pregunta principales eran:
¿Ha recibido usted la computadora portátil dotada por el Gobierno?, ¿Conoce sobre Computación?, ¿Qué Sistema Operativo utiliza?, ¿Qué Office utiliza?, ¿Desea recibir capacitación sobre el uso de la computadora portátil?
Según Hernández aunque seleccionó la opción de recibir capacitación, este beneficio nunca le fue dado. Más aún diez de los 50 maestros sondeados aseguran que les dieron alguna capacitación desde la dirección de su escuela, pero no fue suficiente debido a la falta de práctica y a la falta de base que poseen sobre nuevas tecnologías.
La falta de interés
Según Mossberger (2010) citado en el texto de Ortuño Armando (2016, La Paz), la ciudadanía digital se entiende como una participación en la sociedad de la información que implica un acceso y uso efectivo de las TIC, para lo cual se debe contar con un acceso regular, pero también con habilidades técnicas y competencias educativas para realizar tareas básicas como encontrar y usar información en la Web, y comunicarse con otros en Internet.
Según Gallardo un problema fundamental es la falta de interés, pues según explica luego de la capacitación está la iniciativa. De acuerdo a lo que detalla; tanto los software, los programas, las aplicaciones, entre otros, fueron diseñados de manera intuitiva.
“Es fácil darse cuenta que fueron diseñados de una manera que sean de un fácil uso e intuitivo para el usuario. Diariamente escucho las siguientes preguntas: ¿Cómo cambio o modifico esto?, ¿Cómo lo imprimo?, ¿Dónde puedo ver esto?, y otras (...) pero realmente si nos fijamos con atención o nos tomamos el tiempo de leer un poco, nos daremos cuenta que todo nos guía de cierta manera para realizar las tareas que quisiéramos desarrollar”, detalla.
Agrega que existe un buscador “muy conocido como lo es Google, donde sólo basta poner una frase o palabra sobre lo que deseamos buscar y nos dará millones de resultados relacionados con nuestra búsqueda, incluso los ordena de forma que los primeros resultados son los de mayor aceptación y con mejor contenido (...)”.
Añade que si las personas tuviesen el interés necesario en aprender, “podrían usar esta herramienta para aprender absolutamente de todo”.
Concentrados en el acceso
Aunque según Córdova y Gallardo la brecha digital en Bolivia está centrada en dos aspectos esenciales, una brecha de acceso y otra de habilidades. La primera fue la más trabajada por el Gobierno, sin embargo aún hay mucho por hacer.
De acuerdo a Ortuño Armando (2016, La Paz) desde hace cuatro años, el Gobierno central está recolectando regularmente un dato básico sobre el uso de Internet en la Encuesta Nacional de Hogares anual que levanta el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por ejemplo, en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 se recogió por primera vez información sobre la conexión de los hogares a Internet. Esto posibilitó calcular el acceso total de los bolivianos a este medio.
Los datos revelan que solamente 10 de cada 100 viviendas en el área urbana “acceden de alguna forma a una conexión de Internet”. En la zona rural el tema es aún más preocupante, pues sólo 1 de cada 100 viviendas tiene acceso a Internet.
Para Córdova el satélite, más allá de las pueriles polémicas, es un gran intento de disminuir la brecha de acceso. Sin embargo, considera que debería orientarse, con mayor énfasis, a la disponibilidad de conectividad hacia los centros urbanos y además promover un Internet más barato, ya que esto también dificulta la práctica docente respecto a las nuevas tecnologías.
Según el experto es importante preguntarse: ¿Cuán importante es reducir esa brecha digital?, ¿A dónde apuntamos?, ¿Qué ganamos? “Quizás hay que ver las raíces o cimientos de este mundo digital que queremos construir”, señala.
Más aún, asegura que más allá del acceso es fundamental mejorar la educación. Respecto al nivel básico en las escuelas dice que “El bono Juancito Pinto ya garantizó asistencia”, por lo que ahora el Gobierno debería centrarse en los contenidos.
“Las escuelas de docentes o normales o universidades que formen a docentes tienen que mejorar. A partir de ahí se irán generando espacios pertinentes”, opina.
El entretenimiento sobre lo educativo
Otro problema identificado por los expertos Gallardo y Córdova es que el uso de Internet se concentra sobre todo en el entretenimiento.
Según Ortuño Armando (2016, La Paz) el perfil de utilización de Internet se centra en actividades de entretenimiento y de interacción en las redes sociales. Hay una incipiente aplicación para prácticas educativas, laborales y empresariales complejas. En la educación formal tiene limitados impactos, pues estas transformaciones están siendo impulsadas sobre todo por mejoras en el ámbito de la infraestructura tecnológica, por la expansión de los mercados de telecomunicaciones y por la iniciativa y motivación individual de los usuarios.
Según Carbonell José (2014, México) para poder insertarnos plenamente en la sociedad del conocimiento resultan fundamentales las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Una de esas tecnologías es Internet. Pues ésta es una poderosa red de redes que representa una poderosa palanca de transformación económica y social que hoy en día resulta indispensable para el desarrollo (…).
Según Córdova nuestras universidades deberían orientarse ahora más hacia la brecha de habilidades y concebir la conexión no sólo desde el punto de vista de ganancias sino de desarrollo. “Y entonces volvemos al asunto de los formadores”. Respecto a los maestros señala que “El Gobierno debería haber proporcionado herramientas amigables de software que permitan hacer gestión de asignaturas”.
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