Contrabando aflige a seis sectores de producción en el departamento
En el departamento de Tarija existen seis sectores preocupados por el ingreso de productos de contrabando de los países vecinos ya que afecta la comercialización de la producción local. Entre ellos se encuentran los sectores económicos de carpintería, uva, vinos, lácteos, cebolla y...



En el departamento de Tarija existen seis sectores preocupados por el ingreso de productos de contrabando de los países vecinos ya que afecta la comercialización de la producción local. Entre ellos se encuentran los sectores económicos de carpintería, uva, vinos, lácteos, cebolla y avicultores.
Ante esa realidad, continúan las molestias expresadas por los representantes de los sectores más afectados por el contrabando. Desde inicio de la gestión que transcurre, de manera independiente los aquejados productores dieron a conocer su problemática. En reiteradas ocasiones pidieron a las autoridades, nacionales, departamentales y municipales, realizar controles, fortalecer las barreras fronterizas y ajustar las normativas. Aunque existen compromisos, los productos ilegales siguen exhibiéndose en mercados, tiendas, ferias y otros puntos de compra y venta.
El director de Operaciones de la Sociedad Agroindustrial del Valle (S.A.I.V), Nicolás Granier, exteriorizó que el sector vitivinícola considera al contrabando como un cáncer parta el sector porque le quita competitividad a la producción. “El mercado más beneficiado en la sociedad de Tarija es el ilegal porque existe una brecha mayor entre el precio del mercado formal y el informal. Tenemos que encontrar soluciones con la ayuda de las autoridades”, señaló.
Se conoce que el 50 por ciento de vinos que están en el mercado ingresa ilegalmente. El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), estableció que entre enero y julio de 2018, Bolivia importó un valor de 581,1 millones de dólares en productos argentinos. Es decir, alrededor de 1.719 tipos de productos importados del país vecino por un volumen de 711,2 millones de kilos.
El valor de importaciones creció en los últimos dos años. Según el IBCE, a julio de 2017 se importó un valor de 621,2 millones de dólares frente a los 447,5 millones de dólares importados en el mismo periodo de 2016.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Productores Avícolas de Tarija (ADAT), Fabián Romero Blacut, denunció el ingreso de pollo de contrabando en Bermejo, por lo que se produce un decrecimiento en el costo del pollo y de huevos que afectan al bolsillo de productores locales.
En el caso de los carpinteros, la venta de muebles fabricados localmente también bajó. Más de 50 carpinterías cerraron en lo que va del 2018. El contrabando de muebles provenientes de la China, Brasil y otros países vecinos hizo que las producciones no puedan competir con los precios.
La pasada semana se informó que los productos lácteos ilegales ocasionaron el desplome de un 35 por ciento en la venta de las empresas y productores. Una vez más, convocaron a las autoridades para su pronunciamiento.
En otra frontera al noroeste de Bolivia, la cebolla y el ajo ingresan desde el Perú. Los productores de la zona alta de Tarija sostuvieron que los contrabandistas encuentran mecanismos para ingresarla al departamento y representa una fractura en el esfuerzo y en los ingresos. Los precios bajan porque deben competir con los precios del contrabando. La misma dinámica tiene el contrabando de uva que ingresa por Argentina y Chile.
Ante esa realidad, continúan las molestias expresadas por los representantes de los sectores más afectados por el contrabando. Desde inicio de la gestión que transcurre, de manera independiente los aquejados productores dieron a conocer su problemática. En reiteradas ocasiones pidieron a las autoridades, nacionales, departamentales y municipales, realizar controles, fortalecer las barreras fronterizas y ajustar las normativas. Aunque existen compromisos, los productos ilegales siguen exhibiéndose en mercados, tiendas, ferias y otros puntos de compra y venta.
El director de Operaciones de la Sociedad Agroindustrial del Valle (S.A.I.V), Nicolás Granier, exteriorizó que el sector vitivinícola considera al contrabando como un cáncer parta el sector porque le quita competitividad a la producción. “El mercado más beneficiado en la sociedad de Tarija es el ilegal porque existe una brecha mayor entre el precio del mercado formal y el informal. Tenemos que encontrar soluciones con la ayuda de las autoridades”, señaló.
Se conoce que el 50 por ciento de vinos que están en el mercado ingresa ilegalmente. El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), estableció que entre enero y julio de 2018, Bolivia importó un valor de 581,1 millones de dólares en productos argentinos. Es decir, alrededor de 1.719 tipos de productos importados del país vecino por un volumen de 711,2 millones de kilos.
El valor de importaciones creció en los últimos dos años. Según el IBCE, a julio de 2017 se importó un valor de 621,2 millones de dólares frente a los 447,5 millones de dólares importados en el mismo periodo de 2016.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Productores Avícolas de Tarija (ADAT), Fabián Romero Blacut, denunció el ingreso de pollo de contrabando en Bermejo, por lo que se produce un decrecimiento en el costo del pollo y de huevos que afectan al bolsillo de productores locales.
En el caso de los carpinteros, la venta de muebles fabricados localmente también bajó. Más de 50 carpinterías cerraron en lo que va del 2018. El contrabando de muebles provenientes de la China, Brasil y otros países vecinos hizo que las producciones no puedan competir con los precios.
La pasada semana se informó que los productos lácteos ilegales ocasionaron el desplome de un 35 por ciento en la venta de las empresas y productores. Una vez más, convocaron a las autoridades para su pronunciamiento.
En otra frontera al noroeste de Bolivia, la cebolla y el ajo ingresan desde el Perú. Los productores de la zona alta de Tarija sostuvieron que los contrabandistas encuentran mecanismos para ingresarla al departamento y representa una fractura en el esfuerzo y en los ingresos. Los precios bajan porque deben competir con los precios del contrabando. La misma dinámica tiene el contrabando de uva que ingresa por Argentina y Chile.