En Tarija, 2 de cada 10 mujeres sufren de incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es una patología muy frecuente en las mujeres, dos de cada diez pacientes que van a consulta lo padecen y es frecuente cuando pasan por los 40 años. La edad, el sobrepeso y el sedentarismo predisponen a sufrir esta dolencia, informó el médico cirujano urólogo,...



La incontinencia urinaria es una patología muy frecuente en las mujeres, dos de cada diez pacientes que van a consulta lo padecen y es frecuente cuando pasan por los 40 años. La edad, el sobrepeso y el sedentarismo predisponen a sufrir esta dolencia, informó el médico cirujano urólogo, Danilo Jurado.
Causas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una enfermedad y consiste en la perdida involuntaria de orina, en las mujeres puede aparecer apenas empieza su vida sexual activa. Tienen más probabilidad de contraerla aquellas que han tenido varios partos, son mayores de edad, llevan una vida sedentaria o sufren de diabetes.
Si tuvieron varios hijos, lo que sucede es que el bebé al pasar por el canal de parto, lastima el piso pélvico, este se afloja y provoca que a cierta edad empiece la pérdida de orina. Existen varios tipos de incontinencia urinaria y no todos se solucionan con la cirugía con mallas, un porcentaje responde al tratamiento médico, otro a las operaciones y un tercer grupo debe pasar por ambos procedimientos.
“En estos casos, las personas tienen una vejiga hiperactiva, que no tienen la capacidad de almacenar la orina o lo hace muy poco, todo el tiempo se contraen y les genera a las mujeres urgencias, frecuencia para orinar y pérdidas de orina”, explicó el galeno.
Otro tipo de incontinencia se debe al descenso de vejiga lo que provoca que el esfínter urinario trabaja mal, se la denomina también “de esfuerzo” porque las pacientes pierden liquido con cualquier esfuerzo físico que hagan, como pararse, saltar, estornudar o toser.
En estos dos grupos de incontinencias, la primera responde al tratamiento con pastillas y medicamentos, mientras que para la segunda es preciso realizar una cirugía. Existen mujeres que presentan ambos problemas, además de operarse deben seguir un tratamiento medicamentoso.
Jurado detalló que esta dolencia se presenta cuando las pacientes transcurren los 40, 60 y 70 años, la edad condiciona mucho que los músculos del piso pélvico se debiliten y por ende cae la vejiga. En general no se presenta en las jóvenes, mujeres que hayan tenido muy pocos hijos y si son atléticas.
Reiteró que es una patología muy frecuente por los hábitos sedentarios de las pacientes, la obesidad, el sobrepeso y la cantidad de partos que tuvo, tres factores que predisponen a sufrir la enfermedad. Si bien no se tiene un estudio de prevalencia en Tarija, apuntó que de cada 10 pacientes que van a consulta, dos por lo menos tienen este problema.
Calidad de vida de la mujer
Cada vez es más frecuente que las mujeres vayan a consulta si no es al urólogo, visitan al ginecólogo, cuando se les presenta la incontinencia urinaria. Es un problema que afecta su calidad de vida desde el punto de vista social.
“No es una enfermedad que conduzca a la muerte, pero desde el punto de vista social muchas mujeres no quieren salir a la calle porque todo el tiempo están mojadas y con el olor a orín, lo que les genera problemas psicológicos con su entorno y se deprimen”, explicó Danilo Jurado.
Por esta razón se debe realizar un tratamiento oportuno, además que las predisponen mucho a que sufran infecciones urinarias.
La cirugía es pertinente cuando afecta de manera visible en sus relaciones sociales. Si tiene una pérdida leve, no afecta su calidad de vida, se desempeña en sus quehaceres con normalidad y sólo le sucede cuando tose o estornuda, no es recomendable la intervención quirúrgica.
Por otra parte, ellas mismas solicitan una operación cuando ya han probado muchas alternativas y observan que nada les soluciona el problema.
Causas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una enfermedad y consiste en la perdida involuntaria de orina, en las mujeres puede aparecer apenas empieza su vida sexual activa. Tienen más probabilidad de contraerla aquellas que han tenido varios partos, son mayores de edad, llevan una vida sedentaria o sufren de diabetes.
Si tuvieron varios hijos, lo que sucede es que el bebé al pasar por el canal de parto, lastima el piso pélvico, este se afloja y provoca que a cierta edad empiece la pérdida de orina. Existen varios tipos de incontinencia urinaria y no todos se solucionan con la cirugía con mallas, un porcentaje responde al tratamiento médico, otro a las operaciones y un tercer grupo debe pasar por ambos procedimientos.
“En estos casos, las personas tienen una vejiga hiperactiva, que no tienen la capacidad de almacenar la orina o lo hace muy poco, todo el tiempo se contraen y les genera a las mujeres urgencias, frecuencia para orinar y pérdidas de orina”, explicó el galeno.
Otro tipo de incontinencia se debe al descenso de vejiga lo que provoca que el esfínter urinario trabaja mal, se la denomina también “de esfuerzo” porque las pacientes pierden liquido con cualquier esfuerzo físico que hagan, como pararse, saltar, estornudar o toser.
En estos dos grupos de incontinencias, la primera responde al tratamiento con pastillas y medicamentos, mientras que para la segunda es preciso realizar una cirugía. Existen mujeres que presentan ambos problemas, además de operarse deben seguir un tratamiento medicamentoso.
Jurado detalló que esta dolencia se presenta cuando las pacientes transcurren los 40, 60 y 70 años, la edad condiciona mucho que los músculos del piso pélvico se debiliten y por ende cae la vejiga. En general no se presenta en las jóvenes, mujeres que hayan tenido muy pocos hijos y si son atléticas.
Reiteró que es una patología muy frecuente por los hábitos sedentarios de las pacientes, la obesidad, el sobrepeso y la cantidad de partos que tuvo, tres factores que predisponen a sufrir la enfermedad. Si bien no se tiene un estudio de prevalencia en Tarija, apuntó que de cada 10 pacientes que van a consulta, dos por lo menos tienen este problema.
Calidad de vida de la mujer
Cada vez es más frecuente que las mujeres vayan a consulta si no es al urólogo, visitan al ginecólogo, cuando se les presenta la incontinencia urinaria. Es un problema que afecta su calidad de vida desde el punto de vista social.
“No es una enfermedad que conduzca a la muerte, pero desde el punto de vista social muchas mujeres no quieren salir a la calle porque todo el tiempo están mojadas y con el olor a orín, lo que les genera problemas psicológicos con su entorno y se deprimen”, explicó Danilo Jurado.
Por esta razón se debe realizar un tratamiento oportuno, además que las predisponen mucho a que sufran infecciones urinarias.
La cirugía es pertinente cuando afecta de manera visible en sus relaciones sociales. Si tiene una pérdida leve, no afecta su calidad de vida, se desempeña en sus quehaceres con normalidad y sólo le sucede cuando tose o estornuda, no es recomendable la intervención quirúrgica.
Por otra parte, ellas mismas solicitan una operación cuando ya han probado muchas alternativas y observan que nada les soluciona el problema.