Algarrobo, la esperanza de los weenhayeks ante la crisis
Un mortero improvisado, un poco de agua y un viejo árbol de Toborochi servían hace veinte años para preparar y conservar un alimento que por mucho tiempo utilizó el pueblo Weenhayek de sustento, sobre todo en aquellos tiempos, donde las ganancias del pescado no abastecían a la economía...



Un mortero improvisado, un poco de agua y un viejo árbol de Toborochi servían hace veinte años para preparar y conservar un alimento que por mucho tiempo utilizó el pueblo Weenhayek de sustento, sobre todo en aquellos tiempos, donde las ganancias del pescado no abastecían a la economía familiar. Severo Rivera, Capitán Grande de la comunidad de Bella Esperanza, dice que el algarrobo siempre fue uno de los principales alimentos cuando no quedaba nada en el pueblo.
Sin embargo, la manera en la que cosechaban y procesaban las vainas de algarrobo para extraer su harina no permitía que se cuente con gran cantidad del producto. Hoy un proyecto introducido por el Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet) facilita el procesamiento. El objetivo es recuperar este alimento tradicional, enseñar a los pobladores a hacer repostería con harina de algarrobo, generar la suficiente cantidad de este alimento para el abastecimiento de los weenhayeks y en un futuro próximo comercializarlo. Todo esto en un contexto en el que la crisis de la pesca ha afectado aún más.
“Éste era un alimento tradicional del pueblo, molíamos la vaina en un mortero, luego cerníamos la harina y para tener que conservarla la mojábamos y hacíamos bolachitas. Así las guardábamos en una cavidad de algún árbol de toborochi. Pasados diez meses, en tiempo de crisis, comíamos eso poniéndole manteca de pescado”, cuenta Severo con una timidez que se delata en su susurrante voz.
El algarrobo es un árbol de hasta 10 metros de altura, aunque su altura media alcanza entre 5 a 6 metros. Tiene hojas de color verde oscuro, sus flores son pequeñas, rojas y sin pétalos. El fruto, llamado algarroba o garrofa, es una vaina de color castaño oscuro, que contiene una pulpa gomosa de sabor dulce y agradable que rodea las semillas. Las vainas son comestibles.
Delma Galarza, técnico de la oficina regional de Cerdet en Villa Montes y quien maneja el proyecto de fortalecimiento organizativo de 25 comunidades Weenhayek a través del algarrobo, apoyado por la agencia Misereor DK Austria, explica que antes de iniciar el mismo viajaron a Argentina con la fundación Gran Chaco de ese país, pues ésta emprendía un proyecto similar.
Ya de regreso y munidos de las experiencias invitaron a un chef de Formosa para que les capacitara sobre la elaboración de alfajores, galletas y budines, además de 11 productos diferentes. “Queremos hacer una réplica del proyecto en el pueblo Weenhayek, ancestralmente éste ha sido un alimento tradicional de la zona”, destaca Galarza.
Añadido a la capacitación y para generar mayor cantidad de harina de algarrobo se compró una pequeña máquina para su procesamiento, se realizó el cerramiento de los terrenos donde crecen la mayor cantidad de algarrobos y se comenzó a trabajar con dos comunidades: Bella Esperanza en Villa Montes y Tres Moros en Yacuiba.
“Estamos con los cerramientos perimetrales en cada una de las dos comunidades, buscamos proteger las plantas que existen y recuperar las plantas que nacen luego de una cosecha, las protegemos para que los animales no se las coman. Es solo una vez al año que se obtiene la vaina”, explica.
Pero otro punto fundamental que poco se conoce es el valor nutricional del algarrobo. De acuerdo al libro “Valor nutricional de la algarroba” de Fernando Peñaloza, este alimento es rico en una serie de vitaminas y minerales, pero su fuerte es ser alto en calcio. Al ser un miembro de la familia de las leguminosas es una fuente de proteínas y contiene una cantidad sustancial de fibra dietética.
Peñaloza también explica que contiene algunos antioxidantes y posee efectos alcalinizantes sobre el pH del cuerpo y en ciertas culturas se considera un afrodisíaco.
El proceso de floración y cosecha
De acuerdo a la técnica del Cerdet, en esta época el árbol de algarrobo se encuentra en proceso de floración y a partir de la segunda quincena de noviembre comienzan a caer las vainas. Esto tiene un proceso de maduración rápida de 20 días, tiempo en el que caen todos los frutos de la planta.
Según explica Galarza la cosecha debe ser rápida, puesto que si llega a llover las vainas se humedecen y ya no sirven para convertirlas en harina. “La primera experiencia de cosecha fue en Bella Esperanza, donde hemos recogido tres bolsas llenas de las quintaleras y hemos sacado de 35 a 40 kilos de harina”, detalla la técnica sin embargo rápidamente agrega que esta cantidad no es la óptima y explica que este año se tuvo escasez de lluvias, lo que afectó a los algarrobos.
Tras la cosecha de las vainas, se las hace secar un tiempo estimado de tres a cuatro días, luego se las selecciona, se las pica y se introducen en un molino que las convierte en harina. Más aún para que el producto sea bien fino debe ser cernido varias veces.
Una futura fuente laboral
Este año hubo una gran paralización económica a raíz de la falta de sábalos en el río Pilcomayo, la dependencia del pueblo Weenhayek ante esa actividad sumió a sus pobladores en la peor de las crisis.
En la década de los 80 se pescaba entre 2.000 y 2.500 toneladas de sábalos al año. Después de las primeras señales de alerta, la pesca en la actualidad se redujo a unas 500 toneladas al año, según explicó el director ejecutivo del Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), Guido Cortez.
De esta manera la industrialización del algarrobo es una respuesta a la crisis del pueblo y responde al intento de diversificar su economía. A muchos en el pueblo Weenhayek les brillan los ojos cuando se dice que esta actividad podría ser su futura fuente laboral.
Según Galarza en conversaciones con el Gobierno municipal de Villa Montes y la subgobernación los productos en base a harina de algarrobo se pueden incorporar dentro del desayuno escolar y dentro de la canasta del adulto mayor.
“Hay una buena reacción por parte de las autoridades incluso semanas atrás hemos coordinado con la Alcaldía y Cerdet para invitar al chef de Argentina a que pueda venir a las comunidades a fortalecer lo que ya se empezó, y el Municipio se interesó en ello y planteó capacitar también al CEA (Centro de Educación Alternativa) de Villa montes”, detalló la técnica.
Para finalizar Severo Rivera Gallardo dice que este proyecto tiene un año y medio de ejecución, destaca una vez más -a manera de convencernos- que se trata de un alimento que consumieron desde “chicos”.
“De esto vivíamos. Todos saben que es un buen alimento y con eso nos hemos criado, puro algarrobo y mistol”, asegura con una sonrisa.
Las huertas familiares
Otra iniciativa que posee el pueblo Weenhayek y que también fue impulsada por Cerdet es la implementación de las huertas familiares, donde siembran papa, cebolla y algunas hortalizas, producción que les sirve para su alimentación diaria. Según técnicos del Cerdet esto ha tenido resultados positivos.
Datos históricos del algarrobo
Goma
La imagen de la vaina de algarroba se utiliza realmente en los jeroglíficos egipcios para la palabra “dulce”. Se sabe también que las cualidades de goma que presenta la semilla se utilizaron como un adhesivo de unión para momias enterradas en tumbas. A lo largo de la historia se ha utilizado como una fuente fiable de alimentos en épocas de hambruna.
Oro negro
Ha sido usado como un jarabe, el licor y el ingrediente en compota de toda la región mediterránea. La isla de Chipre es bien conocida por su jarabe de algarroba comúnmente llamado “oro negro”. El jarabe también se utiliza en Creta, una de las islas griegas.
Bebida
El algarrobo todavía se utiliza como una bebida fresca y con fines ceremoniales en las costumbres islámicas y ha sido durante mucho tiempo un alimento tradicional en la comunidad judía para celebraciones.
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Sin embargo, la manera en la que cosechaban y procesaban las vainas de algarrobo para extraer su harina no permitía que se cuente con gran cantidad del producto. Hoy un proyecto introducido por el Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet) facilita el procesamiento. El objetivo es recuperar este alimento tradicional, enseñar a los pobladores a hacer repostería con harina de algarrobo, generar la suficiente cantidad de este alimento para el abastecimiento de los weenhayeks y en un futuro próximo comercializarlo. Todo esto en un contexto en el que la crisis de la pesca ha afectado aún más.
“Éste era un alimento tradicional del pueblo, molíamos la vaina en un mortero, luego cerníamos la harina y para tener que conservarla la mojábamos y hacíamos bolachitas. Así las guardábamos en una cavidad de algún árbol de toborochi. Pasados diez meses, en tiempo de crisis, comíamos eso poniéndole manteca de pescado”, cuenta Severo con una timidez que se delata en su susurrante voz.
El algarrobo es un árbol de hasta 10 metros de altura, aunque su altura media alcanza entre 5 a 6 metros. Tiene hojas de color verde oscuro, sus flores son pequeñas, rojas y sin pétalos. El fruto, llamado algarroba o garrofa, es una vaina de color castaño oscuro, que contiene una pulpa gomosa de sabor dulce y agradable que rodea las semillas. Las vainas son comestibles.
Delma Galarza, técnico de la oficina regional de Cerdet en Villa Montes y quien maneja el proyecto de fortalecimiento organizativo de 25 comunidades Weenhayek a través del algarrobo, apoyado por la agencia Misereor DK Austria, explica que antes de iniciar el mismo viajaron a Argentina con la fundación Gran Chaco de ese país, pues ésta emprendía un proyecto similar.
Ya de regreso y munidos de las experiencias invitaron a un chef de Formosa para que les capacitara sobre la elaboración de alfajores, galletas y budines, además de 11 productos diferentes. “Queremos hacer una réplica del proyecto en el pueblo Weenhayek, ancestralmente éste ha sido un alimento tradicional de la zona”, destaca Galarza.
Añadido a la capacitación y para generar mayor cantidad de harina de algarrobo se compró una pequeña máquina para su procesamiento, se realizó el cerramiento de los terrenos donde crecen la mayor cantidad de algarrobos y se comenzó a trabajar con dos comunidades: Bella Esperanza en Villa Montes y Tres Moros en Yacuiba.
“Estamos con los cerramientos perimetrales en cada una de las dos comunidades, buscamos proteger las plantas que existen y recuperar las plantas que nacen luego de una cosecha, las protegemos para que los animales no se las coman. Es solo una vez al año que se obtiene la vaina”, explica.
Pero otro punto fundamental que poco se conoce es el valor nutricional del algarrobo. De acuerdo al libro “Valor nutricional de la algarroba” de Fernando Peñaloza, este alimento es rico en una serie de vitaminas y minerales, pero su fuerte es ser alto en calcio. Al ser un miembro de la familia de las leguminosas es una fuente de proteínas y contiene una cantidad sustancial de fibra dietética.
Peñaloza también explica que contiene algunos antioxidantes y posee efectos alcalinizantes sobre el pH del cuerpo y en ciertas culturas se considera un afrodisíaco.
El proceso de floración y cosecha
De acuerdo a la técnica del Cerdet, en esta época el árbol de algarrobo se encuentra en proceso de floración y a partir de la segunda quincena de noviembre comienzan a caer las vainas. Esto tiene un proceso de maduración rápida de 20 días, tiempo en el que caen todos los frutos de la planta.
Según explica Galarza la cosecha debe ser rápida, puesto que si llega a llover las vainas se humedecen y ya no sirven para convertirlas en harina. “La primera experiencia de cosecha fue en Bella Esperanza, donde hemos recogido tres bolsas llenas de las quintaleras y hemos sacado de 35 a 40 kilos de harina”, detalla la técnica sin embargo rápidamente agrega que esta cantidad no es la óptima y explica que este año se tuvo escasez de lluvias, lo que afectó a los algarrobos.
Tras la cosecha de las vainas, se las hace secar un tiempo estimado de tres a cuatro días, luego se las selecciona, se las pica y se introducen en un molino que las convierte en harina. Más aún para que el producto sea bien fino debe ser cernido varias veces.
Una futura fuente laboral
Este año hubo una gran paralización económica a raíz de la falta de sábalos en el río Pilcomayo, la dependencia del pueblo Weenhayek ante esa actividad sumió a sus pobladores en la peor de las crisis.
En la década de los 80 se pescaba entre 2.000 y 2.500 toneladas de sábalos al año. Después de las primeras señales de alerta, la pesca en la actualidad se redujo a unas 500 toneladas al año, según explicó el director ejecutivo del Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), Guido Cortez.
De esta manera la industrialización del algarrobo es una respuesta a la crisis del pueblo y responde al intento de diversificar su economía. A muchos en el pueblo Weenhayek les brillan los ojos cuando se dice que esta actividad podría ser su futura fuente laboral.
Según Galarza en conversaciones con el Gobierno municipal de Villa Montes y la subgobernación los productos en base a harina de algarrobo se pueden incorporar dentro del desayuno escolar y dentro de la canasta del adulto mayor.
“Hay una buena reacción por parte de las autoridades incluso semanas atrás hemos coordinado con la Alcaldía y Cerdet para invitar al chef de Argentina a que pueda venir a las comunidades a fortalecer lo que ya se empezó, y el Municipio se interesó en ello y planteó capacitar también al CEA (Centro de Educación Alternativa) de Villa montes”, detalló la técnica.
Para finalizar Severo Rivera Gallardo dice que este proyecto tiene un año y medio de ejecución, destaca una vez más -a manera de convencernos- que se trata de un alimento que consumieron desde “chicos”.
“De esto vivíamos. Todos saben que es un buen alimento y con eso nos hemos criado, puro algarrobo y mistol”, asegura con una sonrisa.
Las huertas familiares
Otra iniciativa que posee el pueblo Weenhayek y que también fue impulsada por Cerdet es la implementación de las huertas familiares, donde siembran papa, cebolla y algunas hortalizas, producción que les sirve para su alimentación diaria. Según técnicos del Cerdet esto ha tenido resultados positivos.
Datos históricos del algarrobo
Goma
La imagen de la vaina de algarroba se utiliza realmente en los jeroglíficos egipcios para la palabra “dulce”. Se sabe también que las cualidades de goma que presenta la semilla se utilizaron como un adhesivo de unión para momias enterradas en tumbas. A lo largo de la historia se ha utilizado como una fuente fiable de alimentos en épocas de hambruna.
Oro negro
Ha sido usado como un jarabe, el licor y el ingrediente en compota de toda la región mediterránea. La isla de Chipre es bien conocida por su jarabe de algarroba comúnmente llamado “oro negro”. El jarabe también se utiliza en Creta, una de las islas griegas.
Bebida
El algarrobo todavía se utiliza como una bebida fresca y con fines ceremoniales en las costumbres islámicas y ha sido durante mucho tiempo un alimento tradicional en la comunidad judía para celebraciones.
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