Agosto, cuando la Pachamama despierta
Agosto es un mes de veneración a la Pachamama, pues muchos aseguran que ésta despierta hambrienta y espera ofrendas. Sin embargo, para otros esto puede ser peligroso, porque si no se efectúan estos rituales “de buena fe” podrían pasar hechos trágicos. Desde la cosmovisión andina se...



Agosto es un mes de veneración a la Pachamama, pues muchos aseguran que ésta despierta hambrienta y espera ofrendas. Sin embargo, para otros esto puede ser peligroso, porque si no se efectúan estos rituales “de buena fe” podrían pasar hechos trágicos.
Desde la cosmovisión andina se afirma que en esta época concluye la primera temporada agrícola, por lo que se debe agradecer a la Madre Tierra, por todo lo que ha dado y pedirle bienestar.
En Tarija, el ofrecer ofrendas a la Pachamama ha incrementado, tanto que en la calle Domingo Paz se venden “sullus” (fetos) de diversos animales, entre los que predominan los de llama y oveja. Éstos son adquiridos para efectuar el ritual de agradecimiento a la Pachamama.
De acuerdo a la socióloga María Poma la tradición se ha extendido en todo el territorio boliviano, debido a que los habitantes del occidente boliviano han emigrado a otros departamentos de Bolivia, donde también realizan estos tributos a la Madre Tierra.
Según la experta, agosto es el mes del lakanpaxi (boca abierta, en aymara) debido a que la Pachamama abre su boca para recibir ofrendas de quienes le piden salud, trabajo, casa y dinero, simbolizados en una mesa (wajt’a).
En Tarija aunque son pocos los que arman la wajt’a lo que más se estila es koar (sahumerio). De acuerdo al botánico Jorge Mendoza son varios los arbustos resinosos aromáticos que se reúnen bajo el nombre de “koa” u otras denominaciones vernáculas, integrando familias botánicas diferentes.
La palabra “koa” significa “lo que se transforma en otra cosa”. De tal manera que al “koar” se queman estos arbustos de forma ceremonial, lo que representa un acto de limpieza, de curación o un medio para elevar los pedidos y agradecimientos a las divinidades y a los ancestros.
El humo entonces, es el vehículo que ejerce la capacidad de comunicar y unir los diversos mundos en la cosmovisión andina. El poder simbólico está contenido en el nombre: “koa” (o en sus otras nominaciones) y no necesariamente en la especie botánica involucrada que, si bien es importante, puede ser reemplazada.
Según reza la tradición, uno debe recorrer con el sahumerio a la brasa cada esquina del bien inmueble que desea ser protegido, pidiendo lo que necesita y dando gracias por todo lo recibido.
Pero también en Tarija, aunque son pocos, hay quienes arman la mesa. En la avenida Domingo Paz, Justa Díaz con cuidado y sigilo pedía a una vendedora que comercializa este tipo elementos, lo enseres clave de un sahumerio para utilizarlos hoy, “manteniendo una tradición familiar que desde muy niña aprendió”.
El pedido de compra de doña Justa para armar su mesa de sahumerio requirió de un “sullu” (feto de llama) y un trozo de grasa que forma parte de la comida.
“Siempre le ofrendo a la Pachamama, para mí es un día especial porque tengo fe en ella, es una costumbre sahumar en las brasas encendidas, hecho el sahumerio le pongo alcohol, vino, coca y recorro toda la casa, rezo a la Virgen de Copacabana y pido para que nos vaya bien en el negocio, que nos vaya bien a toda la familia”, explica.
No amarres ni magia negra
Pero otro punto interesante de esta tradición es que en agosto no puede haber lugar para amarres o magia negra, esto se debe a que la Pachamama, es una madre celosa y devuelve la hechicería al interesado.
“Agosto es un mes propicio para bendecir a los difuntos, quitarse maldiciones y realizar mesas de salud, además de hacer limpiezas espirituales”, explica la curandera Florentina Campero.
La tradicional mesa de ofrenda
Elisa Camacho, residente paceña en Tarija, cuenta que años antes todos acostumbraban a ofrendar una mesa que contenía dulces y un feto de llama (sullu) que funcionaba como ofrenda para agradecer la próxima cosecha.
Sin embargo, con el pasar del tiempo el agradecimiento tradicional se ha ido convirtiendo en pedidos, pues la gente incluye en las wajt’as símbolos materiales como pequeñas casas, autos y dinero, a manera de solicitud a la Madre Tierra.
Por lo tanto una mesa en la actualidad está compuesta de varias yerbas y dulces para ofrendar a la tierra, se pone para la suerte para el trabajo, negocio con los misterios que son dulces amasados y hervidos de azúcar, algo positivo bueno, rico.
En el primer día de agosto las mesas se prepararán de todo color, existen las blancas para la salud, las de colores, todo consiste en añadir los “misterios”.
Temido mes de agosto
Aunque todo parece ser agradecimiento y solicitudes a la Pachamama, hay personas a quienes agosto les da temor. Sin embargo Margarita Figueroa, quien vende sahumerios dice que el punto de que a una persona le vaya mal en agosto reside en que la ofrenda se la haya hecho de mala fe o pidiendo mal para otras personas.
“Cuando una persona no obra de buena manera, cuando no hace la ofrenda con fe o cuando pide mal para otros, entonces le va mal y ahí se registran accidentes con fallecidos, tragedias económicas y demás cosas negativas”, detalla.
De tal manera recomienda a todos los bolivianos “realizar las ofrendas con el corazón limpio, con fe y con mucho agradecimiento a la Pachamama para evitar castigos”.
El sentido de los rituales
La Pachamama
La Pachamama es una “deidad” que representa a la “Madre Tierra”, siendo protectora y proveedora, fuente de vida y fertilidad. Cada agosto se le agradece por todo lo brindado.
Los “misterios”
Los misterios son muchos. Están el misterio del sapo para la tierra, para la abundancia el tututo que consiste en una bolsa de la abundancia, el banco para el dinero y una serie de representaciones en fichas dulces que deben ser 12 ó 24 misterios.
La conexión
Las ceremonias de ofrendas, comúnmente conocidas por la población andina como pagos a la Tierra o Pachamama, son rituales de origen ancestral que son parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual.
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Desde la cosmovisión andina se afirma que en esta época concluye la primera temporada agrícola, por lo que se debe agradecer a la Madre Tierra, por todo lo que ha dado y pedirle bienestar.
En Tarija, el ofrecer ofrendas a la Pachamama ha incrementado, tanto que en la calle Domingo Paz se venden “sullus” (fetos) de diversos animales, entre los que predominan los de llama y oveja. Éstos son adquiridos para efectuar el ritual de agradecimiento a la Pachamama.
De acuerdo a la socióloga María Poma la tradición se ha extendido en todo el territorio boliviano, debido a que los habitantes del occidente boliviano han emigrado a otros departamentos de Bolivia, donde también realizan estos tributos a la Madre Tierra.
Según la experta, agosto es el mes del lakanpaxi (boca abierta, en aymara) debido a que la Pachamama abre su boca para recibir ofrendas de quienes le piden salud, trabajo, casa y dinero, simbolizados en una mesa (wajt’a).
En Tarija aunque son pocos los que arman la wajt’a lo que más se estila es koar (sahumerio). De acuerdo al botánico Jorge Mendoza son varios los arbustos resinosos aromáticos que se reúnen bajo el nombre de “koa” u otras denominaciones vernáculas, integrando familias botánicas diferentes.
La palabra “koa” significa “lo que se transforma en otra cosa”. De tal manera que al “koar” se queman estos arbustos de forma ceremonial, lo que representa un acto de limpieza, de curación o un medio para elevar los pedidos y agradecimientos a las divinidades y a los ancestros.
El humo entonces, es el vehículo que ejerce la capacidad de comunicar y unir los diversos mundos en la cosmovisión andina. El poder simbólico está contenido en el nombre: “koa” (o en sus otras nominaciones) y no necesariamente en la especie botánica involucrada que, si bien es importante, puede ser reemplazada.
Según reza la tradición, uno debe recorrer con el sahumerio a la brasa cada esquina del bien inmueble que desea ser protegido, pidiendo lo que necesita y dando gracias por todo lo recibido.
Pero también en Tarija, aunque son pocos, hay quienes arman la mesa. En la avenida Domingo Paz, Justa Díaz con cuidado y sigilo pedía a una vendedora que comercializa este tipo elementos, lo enseres clave de un sahumerio para utilizarlos hoy, “manteniendo una tradición familiar que desde muy niña aprendió”.
El pedido de compra de doña Justa para armar su mesa de sahumerio requirió de un “sullu” (feto de llama) y un trozo de grasa que forma parte de la comida.
“Siempre le ofrendo a la Pachamama, para mí es un día especial porque tengo fe en ella, es una costumbre sahumar en las brasas encendidas, hecho el sahumerio le pongo alcohol, vino, coca y recorro toda la casa, rezo a la Virgen de Copacabana y pido para que nos vaya bien en el negocio, que nos vaya bien a toda la familia”, explica.
No amarres ni magia negra
Pero otro punto interesante de esta tradición es que en agosto no puede haber lugar para amarres o magia negra, esto se debe a que la Pachamama, es una madre celosa y devuelve la hechicería al interesado.
“Agosto es un mes propicio para bendecir a los difuntos, quitarse maldiciones y realizar mesas de salud, además de hacer limpiezas espirituales”, explica la curandera Florentina Campero.
La tradicional mesa de ofrenda
Elisa Camacho, residente paceña en Tarija, cuenta que años antes todos acostumbraban a ofrendar una mesa que contenía dulces y un feto de llama (sullu) que funcionaba como ofrenda para agradecer la próxima cosecha.
Sin embargo, con el pasar del tiempo el agradecimiento tradicional se ha ido convirtiendo en pedidos, pues la gente incluye en las wajt’as símbolos materiales como pequeñas casas, autos y dinero, a manera de solicitud a la Madre Tierra.
Por lo tanto una mesa en la actualidad está compuesta de varias yerbas y dulces para ofrendar a la tierra, se pone para la suerte para el trabajo, negocio con los misterios que son dulces amasados y hervidos de azúcar, algo positivo bueno, rico.
En el primer día de agosto las mesas se prepararán de todo color, existen las blancas para la salud, las de colores, todo consiste en añadir los “misterios”.
Temido mes de agosto
Aunque todo parece ser agradecimiento y solicitudes a la Pachamama, hay personas a quienes agosto les da temor. Sin embargo Margarita Figueroa, quien vende sahumerios dice que el punto de que a una persona le vaya mal en agosto reside en que la ofrenda se la haya hecho de mala fe o pidiendo mal para otras personas.
“Cuando una persona no obra de buena manera, cuando no hace la ofrenda con fe o cuando pide mal para otros, entonces le va mal y ahí se registran accidentes con fallecidos, tragedias económicas y demás cosas negativas”, detalla.
De tal manera recomienda a todos los bolivianos “realizar las ofrendas con el corazón limpio, con fe y con mucho agradecimiento a la Pachamama para evitar castigos”.
El sentido de los rituales
La Pachamama
La Pachamama es una “deidad” que representa a la “Madre Tierra”, siendo protectora y proveedora, fuente de vida y fertilidad. Cada agosto se le agradece por todo lo brindado.
Los “misterios”
Los misterios son muchos. Están el misterio del sapo para la tierra, para la abundancia el tututo que consiste en una bolsa de la abundancia, el banco para el dinero y una serie de representaciones en fichas dulces que deben ser 12 ó 24 misterios.
La conexión
Las ceremonias de ofrendas, comúnmente conocidas por la población andina como pagos a la Tierra o Pachamama, son rituales de origen ancestral que son parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual.
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