Hospital Garrahan, la esperanza para miles de niños bolivianos
Camilo de 15 Años sufre de displasia esquelética, una enfermedad ósea, que afecta tanto el crecimiento del hueso como a su composición. Ha estado en el hospital Garrahan desde los dos años. Sumado a esto tuvo muchos otros problemas congénitos como hidrocefalia. Sus padres que vivían en...



Camilo de 15 Años sufre de displasia esquelética, una enfermedad ósea, que afecta tanto el crecimiento del hueso como a su composición. Ha estado en el hospital Garrahan desde los dos años. Sumado a esto tuvo muchos otros problemas congénitos como hidrocefalia.
Sus padres que vivían en Tarija caminaron de hospital en hospital para dar solución a sus dolencias, sin embargo ningún tratamiento era suficiente. Su situación le generó un retraso psicomotor. No podía pararse y mucho menos caminar. Con este cuadro comenzaron a hacerle ejercicios de fisioterapia.
Empero, la salud del pequeño fue empeorando, así que cuando sus padres se enteraron de la existencia del hospital pediátrico Garrahan en Buenos Aires, sin dar más vueltas, consiguieron con mucho esfuerzo el dinero requerido y se fueron con el niño a ese centro de salud. Ahí fueron testigos de la gran brecha que hay en los servicios de salud entre Argentina y Bolivia.
Pero también descubrieron que los sueños están ahí luchando en cada cama. Como Camilo hay muchos otros niños bolivianos que son trasladados a este hospital pediátrico. Según datos del Ministerio de Salud de Argentina, durante el año 2013, 3.070 niños y adolescentes bolivianos fueron internados y atendidos en ese hospital.
De esa cifra, 2.544 recibieron atención ambulatoria y 526 fueron internados o atendidos en la modalidad hospital de día.
Viendo el gran número de pacientes bolivianos ese mismo año Bolivia agradeció la atención a Argentina. Fue entonces cuando las embajadas de ambos países acordaron trabajar un convenio que consistía en dos puntos fundamentales: la aplicación del programa de referencia y contrarreferencia del Garrahan en Bolivia, y la capacitación de recursos humanos.
En ese sentido se establecería una oficina de comunicación a larga distancia en Bolivia a través de la cual médicos del Garrahan puedan resolver casos por medio de Internet, teléfono, fax y videoconferencias.
El programa tenía el objetivo de que los padres eviten los gastos excesivos que implica el traslado de los niños al vecino país. Sin embargo, en la actualidad en Tarija no hay experiencias sobre esto. Los padres continúan sufriendo la falta de especialistas y siguen en la travesía de juntar dinero para trasladarlos hasta Buenos Aires.
Así lo confirmó Lisbeth Ávila Vásquez, una joven madre que logró llevar a su niño al hospital Garrahan. Aunque su hijo falleció destaca la atención de ese hospital pediátrico, donde además logró hacer amistad con los médicos y hoy a través de ellos ayuda a madres con hijos en situaciones riesgosas de salud.
“Una amiga me dio el dato de que su cuñada era pediatra del Garrahan y ella es quien me ayuda hasta el día de hoy con el diagnóstico de los bebés”, explica y añade que la forma de ayudar a estas madres es orientándolas con información de cómo ingresar a sus niños al hospital Garrahan y dándoles posibles diagnósticos sobre los casos.
Esta última ayuda la brinda con el apoyo de pediatras y neurocirujanos del Garrahan que a través del whatsapp contestan sus consultas. “Las mamás me mandan fotos de los análisis, fotografías de sus niños y una historia desde su embarazo. Así, las médicas que me ayudan responden a mis consultas en sus horas libres”, detalla. Agrega que cuando el diagnóstico escapa de sus manos sus colaboradoras consultan a sus colegas.
Más aún, aunque no hay una cifra exacta de cuántos niños en Tarija son trasladados a ese hospital pediátrico Ávila asegura que en su estadía en Buenos Aires ha sido testigo de muchos casos. Y que fácilmente en esa época había quince niños internados de nuestro país, entre ellos muchos de Tarija.
Las atenciones en el Garrahan
El Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan” es un hospital público argentino, especializado en salud infantil de alta complejidad. Se trata un emblema del sistema de salud público de Argentina, que se mantiene gratuita y universal pese a todas las crisis que ha sufrido el país.
El Garrahan fue levantado durante el mandato del expresidente Raúl Alfonsín en un terreno abandonado de 113.000 metros cuadrados, ubicado frente a una cárcel en el sur de la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo a un dato de El País de España, el Hospital de Pediatría Garrahan ha realizado más de un trasplante de órganos por semana y 22 operaciones por día durante los últimos 30 años.
Una gran diferencia
Según Ávila, además de la falta de especialistas y equipos, una gran diferencia de la medicina en Bolivia y Argentina es que en el vecino país los médicos enseñan a las madres a atender medicamente a sus hijos, en cambio en Bolivia, asegura que sintió el recelo de los galenos ante sus inquietudes.
El trato al paciente, la medicación, la educación y la empatía son factores que recuerda e incluso el momento en el que le daban malas noticias. “Tenían todo preparado, un vaso con agua, una caja clínex, ayuda psicológica, la médica y la enfermera estaban ahí”, recuerda.
Requisitos para ser atendidos
Los extranjeros
El Garrahan atiende a diario a niños y adolescentes de Bolivia, Paraguay y Venezuela. El hospital se mantiene 30 años después como un referente de la Argentina que funciona.
Requisitos
Un niño extranjero debe tener una enfermedad crónica de base para ser atendido en el hospital pediátrico. El único requisito en cuanto a documentación es el carnet de identidad. Para ciertas enfermedades como el cáncer tienen un plazo para sacar el DNI (Documento único de identificación).
Traslado
Madres y padres aseguran que hay dos formas de llevar al niño al pediátrico, la primera opción es por cuenta propia y la segunda por cuenta propia también pero tramitando la recomendación de un médico local que recomienda que el niño sea atendido en Argentina.
Sus padres que vivían en Tarija caminaron de hospital en hospital para dar solución a sus dolencias, sin embargo ningún tratamiento era suficiente. Su situación le generó un retraso psicomotor. No podía pararse y mucho menos caminar. Con este cuadro comenzaron a hacerle ejercicios de fisioterapia.
Empero, la salud del pequeño fue empeorando, así que cuando sus padres se enteraron de la existencia del hospital pediátrico Garrahan en Buenos Aires, sin dar más vueltas, consiguieron con mucho esfuerzo el dinero requerido y se fueron con el niño a ese centro de salud. Ahí fueron testigos de la gran brecha que hay en los servicios de salud entre Argentina y Bolivia.
Pero también descubrieron que los sueños están ahí luchando en cada cama. Como Camilo hay muchos otros niños bolivianos que son trasladados a este hospital pediátrico. Según datos del Ministerio de Salud de Argentina, durante el año 2013, 3.070 niños y adolescentes bolivianos fueron internados y atendidos en ese hospital.
De esa cifra, 2.544 recibieron atención ambulatoria y 526 fueron internados o atendidos en la modalidad hospital de día.
Viendo el gran número de pacientes bolivianos ese mismo año Bolivia agradeció la atención a Argentina. Fue entonces cuando las embajadas de ambos países acordaron trabajar un convenio que consistía en dos puntos fundamentales: la aplicación del programa de referencia y contrarreferencia del Garrahan en Bolivia, y la capacitación de recursos humanos.
En ese sentido se establecería una oficina de comunicación a larga distancia en Bolivia a través de la cual médicos del Garrahan puedan resolver casos por medio de Internet, teléfono, fax y videoconferencias.
El programa tenía el objetivo de que los padres eviten los gastos excesivos que implica el traslado de los niños al vecino país. Sin embargo, en la actualidad en Tarija no hay experiencias sobre esto. Los padres continúan sufriendo la falta de especialistas y siguen en la travesía de juntar dinero para trasladarlos hasta Buenos Aires.
Así lo confirmó Lisbeth Ávila Vásquez, una joven madre que logró llevar a su niño al hospital Garrahan. Aunque su hijo falleció destaca la atención de ese hospital pediátrico, donde además logró hacer amistad con los médicos y hoy a través de ellos ayuda a madres con hijos en situaciones riesgosas de salud.
“Una amiga me dio el dato de que su cuñada era pediatra del Garrahan y ella es quien me ayuda hasta el día de hoy con el diagnóstico de los bebés”, explica y añade que la forma de ayudar a estas madres es orientándolas con información de cómo ingresar a sus niños al hospital Garrahan y dándoles posibles diagnósticos sobre los casos.
Esta última ayuda la brinda con el apoyo de pediatras y neurocirujanos del Garrahan que a través del whatsapp contestan sus consultas. “Las mamás me mandan fotos de los análisis, fotografías de sus niños y una historia desde su embarazo. Así, las médicas que me ayudan responden a mis consultas en sus horas libres”, detalla. Agrega que cuando el diagnóstico escapa de sus manos sus colaboradoras consultan a sus colegas.
Más aún, aunque no hay una cifra exacta de cuántos niños en Tarija son trasladados a ese hospital pediátrico Ávila asegura que en su estadía en Buenos Aires ha sido testigo de muchos casos. Y que fácilmente en esa época había quince niños internados de nuestro país, entre ellos muchos de Tarija.
Las atenciones en el Garrahan
El Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan” es un hospital público argentino, especializado en salud infantil de alta complejidad. Se trata un emblema del sistema de salud público de Argentina, que se mantiene gratuita y universal pese a todas las crisis que ha sufrido el país.
El Garrahan fue levantado durante el mandato del expresidente Raúl Alfonsín en un terreno abandonado de 113.000 metros cuadrados, ubicado frente a una cárcel en el sur de la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo a un dato de El País de España, el Hospital de Pediatría Garrahan ha realizado más de un trasplante de órganos por semana y 22 operaciones por día durante los últimos 30 años.
Una gran diferencia
Según Ávila, además de la falta de especialistas y equipos, una gran diferencia de la medicina en Bolivia y Argentina es que en el vecino país los médicos enseñan a las madres a atender medicamente a sus hijos, en cambio en Bolivia, asegura que sintió el recelo de los galenos ante sus inquietudes.
El trato al paciente, la medicación, la educación y la empatía son factores que recuerda e incluso el momento en el que le daban malas noticias. “Tenían todo preparado, un vaso con agua, una caja clínex, ayuda psicológica, la médica y la enfermera estaban ahí”, recuerda.
Requisitos para ser atendidos
Los extranjeros
El Garrahan atiende a diario a niños y adolescentes de Bolivia, Paraguay y Venezuela. El hospital se mantiene 30 años después como un referente de la Argentina que funciona.
Requisitos
Un niño extranjero debe tener una enfermedad crónica de base para ser atendido en el hospital pediátrico. El único requisito en cuanto a documentación es el carnet de identidad. Para ciertas enfermedades como el cáncer tienen un plazo para sacar el DNI (Documento único de identificación).
Traslado
Madres y padres aseguran que hay dos formas de llevar al niño al pediátrico, la primera opción es por cuenta propia y la segunda por cuenta propia también pero tramitando la recomendación de un médico local que recomienda que el niño sea atendido en Argentina.