Argentina tensa relación con Bolivia tras impago de gas
Guerra sucia, directriz política o ambas. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene la mosca detrás de la oreja luego de lo que parece un ejercicio orquestado desde la Embajada Argentina en Bolivia con fines de desestabilización en un momento en el que no faltan motivos para...
Guerra sucia, directriz política o ambas. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene la mosca detrás de la oreja luego de lo que parece un ejercicio orquestado desde la Embajada Argentina en Bolivia con fines de desestabilización en un momento en el que no faltan motivos para que todos los ojos se centren en la estatal petrolera, que afronta la recta final de la gestión de Evo Morales sin certificación de reservas, sin alternativas para el gas que no se venda a Brasil y sin descubrimientos relevantes en el sector, hasta el punto de que se ha visto obligada a traspasar varias líneas rojas, como la autorización para ingresar en Reservas Naturales y el uso de técnicas agresivas como el fracking para obtener recursos no convencionales.
Flaco favor le han hecho a la estatal las amplificadas palabras del Embajador de Argentina en La Paz, Normando Álvarez, quien dejó caer en entrevista con El Deber que YPFB no sólo no hubiera accedido a enviar más gas a mayor precio en los meses de invierno sino que habría pedido enviar menos gas en el mes de mayo. Álvarez, según el relato de El Deber, matiza sus palabras inmediatamente para señalar que no está “en el día a día” en los “asuntos técnicos”, aunque en la jornada del viernes volvía a cuestionar la capacidad de Bolivia de enviar más gas. “Si tienen más pagamos lo que pidan”, recogió Erbol.
De todas maneras, la declaración valió una respuesta enérgica del presidente de Yacimientos, Óscar Barriga, quien refutó categóricamente lo declarado por Álvarez y recordado los incumplimientos argentinos en la materia.
“YPFB no solicitó a Energía Argentina S.A. (ENARSA, ahora IEASA) reducir los volúmenes de entrega comprometidos, al contrario, siempre hemos actuado en función al estricto cumplimiento del contrato de suministro de gas natural”, señaló Barriga.
Álvarez ya reveló hace tres semanas que Bolivia no parecía interesado en la propuesta que hizo en el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren, retirado del cargo en medio de la tormenta que supuso para el vecino país solicitar un rescate del Fondo Monetario Internacional mientras algunos de sus ministros, como el mencionado, ratificaba que todavía tenía su patrimonio fuera de Argentina.
Equilibrio de precios
Sobre este punto, Barriga señaló que la propuesta nunca se realizó en firme y, más al contrario, Argentina incumple términos. “No solo ha realizado propuestas no oficiales para la modificación de dicho contrato, sino que incumple los compromisos de pago estipulados en el mismo”.
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, si bien en primer momento utilizó la propuesta no oficial de la Argentina para sacar pecho sobre la confiabilidad de la producción en Bolivia, después tuvo que reconocer que no se trataba de un buen negocio, puesto que a pesar de ofrecer comprar más y más caro en invierno, se entiende que indexado al precio del Gas Natural Licuado (GNL) que ronda los 10 dólares el millar de BTU, se pedía comprar menos en verano, algo que no parece viable para el equilibrio económico del Gobierno, más a partir de 2019 en el que se acabe el contrato con Brasil y para lo que no hay alternativa.
Actualmente el precio de venta a la Argentina ronda los 6 dólares y está indexado a los precios del petróleo, por lo que en el superciclo 2012-2014 alcanzó los 11 dólares. Sánchez ha sugerido en las últimas semanas indexar cualquier nuevo negocio de venta al precio del GNL, mismo que según sus palabras ronda los 10 dólares.
El precio del GNL ha bajado en el último lustro con la puesta en servicio de los proyectos de shale gas sobre todo en Estados Unidos de Norteamérica, que ha logrado mayores niveles de eficiencia. En ese marco, el analista experto Carlos Miranda en su artículo “Apuntes sobre provisión de gas” publicado en ANF, advierte que la guerra abierta entre rusos y estadounidenses por copar el mercado europeo seguirá bajando los precios del GNL.
“El abastecimiento de gas natural a Europa está creando una gran competencia entre gas por tubería de Rusia y LNG de shale gas de EEUU de NA por barcos metaneros. Norteamérica no cederá el mercado europeo por razones económicas y menos por geopolítica. En el afán de contener el aumento de gas ruso en Europa, la producción de LNG del shale gas aumentará, lo que, a su vez, generará excedentes, cuyo mercado será el Cono Sur, creando competencia a nuestro gas por tubería.
La buena vecindad entre Bolivia y Argentina
Desde que se reactivó la exportación de gas de Bolivia a la Argentina en 2007, con los dos gobiernos en sintonía política, no hubo mayores problemas salvo las renegociaciones sobre los volúmenes que progresivamente se fueron aprobando. Con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, las relaciones se han enrarecido hasta el punto de que los dos presidentes no han tenido una reunión formal y no parece vaya a darse cuando le queda apenas un año para elecciones. Macri representa ideológicamente lo contrario que Evo Morales.
En este tiempo Argentina multó por primera vez a Bolivia por incumplir tres días la provisión por un problema en Margarita, generando sobre todo, un precedente. Argentina debe actualmente más de 250 millones de dólares.
Flaco favor le han hecho a la estatal las amplificadas palabras del Embajador de Argentina en La Paz, Normando Álvarez, quien dejó caer en entrevista con El Deber que YPFB no sólo no hubiera accedido a enviar más gas a mayor precio en los meses de invierno sino que habría pedido enviar menos gas en el mes de mayo. Álvarez, según el relato de El Deber, matiza sus palabras inmediatamente para señalar que no está “en el día a día” en los “asuntos técnicos”, aunque en la jornada del viernes volvía a cuestionar la capacidad de Bolivia de enviar más gas. “Si tienen más pagamos lo que pidan”, recogió Erbol.
De todas maneras, la declaración valió una respuesta enérgica del presidente de Yacimientos, Óscar Barriga, quien refutó categóricamente lo declarado por Álvarez y recordado los incumplimientos argentinos en la materia.
“YPFB no solicitó a Energía Argentina S.A. (ENARSA, ahora IEASA) reducir los volúmenes de entrega comprometidos, al contrario, siempre hemos actuado en función al estricto cumplimiento del contrato de suministro de gas natural”, señaló Barriga.
Álvarez ya reveló hace tres semanas que Bolivia no parecía interesado en la propuesta que hizo en el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren, retirado del cargo en medio de la tormenta que supuso para el vecino país solicitar un rescate del Fondo Monetario Internacional mientras algunos de sus ministros, como el mencionado, ratificaba que todavía tenía su patrimonio fuera de Argentina.
Equilibrio de precios
Sobre este punto, Barriga señaló que la propuesta nunca se realizó en firme y, más al contrario, Argentina incumple términos. “No solo ha realizado propuestas no oficiales para la modificación de dicho contrato, sino que incumple los compromisos de pago estipulados en el mismo”.
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, si bien en primer momento utilizó la propuesta no oficial de la Argentina para sacar pecho sobre la confiabilidad de la producción en Bolivia, después tuvo que reconocer que no se trataba de un buen negocio, puesto que a pesar de ofrecer comprar más y más caro en invierno, se entiende que indexado al precio del Gas Natural Licuado (GNL) que ronda los 10 dólares el millar de BTU, se pedía comprar menos en verano, algo que no parece viable para el equilibrio económico del Gobierno, más a partir de 2019 en el que se acabe el contrato con Brasil y para lo que no hay alternativa.
Actualmente el precio de venta a la Argentina ronda los 6 dólares y está indexado a los precios del petróleo, por lo que en el superciclo 2012-2014 alcanzó los 11 dólares. Sánchez ha sugerido en las últimas semanas indexar cualquier nuevo negocio de venta al precio del GNL, mismo que según sus palabras ronda los 10 dólares.
El precio del GNL ha bajado en el último lustro con la puesta en servicio de los proyectos de shale gas sobre todo en Estados Unidos de Norteamérica, que ha logrado mayores niveles de eficiencia. En ese marco, el analista experto Carlos Miranda en su artículo “Apuntes sobre provisión de gas” publicado en ANF, advierte que la guerra abierta entre rusos y estadounidenses por copar el mercado europeo seguirá bajando los precios del GNL.
“El abastecimiento de gas natural a Europa está creando una gran competencia entre gas por tubería de Rusia y LNG de shale gas de EEUU de NA por barcos metaneros. Norteamérica no cederá el mercado europeo por razones económicas y menos por geopolítica. En el afán de contener el aumento de gas ruso en Europa, la producción de LNG del shale gas aumentará, lo que, a su vez, generará excedentes, cuyo mercado será el Cono Sur, creando competencia a nuestro gas por tubería.
La buena vecindad entre Bolivia y Argentina
Desde que se reactivó la exportación de gas de Bolivia a la Argentina en 2007, con los dos gobiernos en sintonía política, no hubo mayores problemas salvo las renegociaciones sobre los volúmenes que progresivamente se fueron aprobando. Con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, las relaciones se han enrarecido hasta el punto de que los dos presidentes no han tenido una reunión formal y no parece vaya a darse cuando le queda apenas un año para elecciones. Macri representa ideológicamente lo contrario que Evo Morales.
En este tiempo Argentina multó por primera vez a Bolivia por incumplir tres días la provisión por un problema en Margarita, generando sobre todo, un precedente. Argentina debe actualmente más de 250 millones de dólares.