Trabajadoras del hogar, entre el desempleo y los bajos salarios
Miriam se levanta a las 05.00, debe preparar el desayuno y el almuerzo para sus hijos, luego correr a la casa donde trabaja, sale alrededor de las 13.30 horas después de servir el almuerzo, volver a casa para alimentar a los chicos y prepararlos para la escuela, llevarlos y nuevamente a sus...



Miriam se levanta a las 05.00, debe preparar el desayuno y el almuerzo para sus hijos, luego correr a la casa donde trabaja, sale alrededor de las 13.30 horas después de servir el almuerzo, volver a casa para alimentar a los chicos y prepararlos para la escuela, llevarlos y nuevamente a sus labores. Termina alrededor de las 20.00 y se dirige a su hogar cansada, así todos los días, al menos se considera afortunada por contar con un ingreso económico. Se calcula que en Tarija existen alrededor de cinco mil trabajadoras asalariadas del hogar.
Requerimiento
Sobre su situación, en comparación a otros años, es preocupante porque su requerimiento ha disminuido en un 50 por ciento, un salario mínimo de 2.060 bolivianos es algo que un empleador no puede pagar, por ello las contratan por horas o por oficio, para la cocina, limpieza, para el cuidado de niños y no ganan más de 1.200 bolivianos mensuales en el mejor de los casos, afirmó la responsable de comunicación de la organización Mujeres en Acción, Celina Tavera.
Lo que más se ve es que las contratan por medio día con un sueldo de hasta 700 bolivianos, apuntó, también hay señoras las cuales les conviene trabajar por horas, hacen limpieza en diferentes días y domicilios. Actualmente, la figura de “cama adentro” es lo que menos se da porque era cuando más se vulneraban sus derechos, trabajaban más de ocho horas, “aunque es frecuente con mujeres del área rural que no tienen dónde quedarse y que no conocen sus derechos”.
Sus demandas principalmente son dos, explicó Tavera, en primer término el tema de la vivienda. Se calcula que un 70 por ciento de ellas son madres solteras con un promedio de dos a tres hijos y no pueden acceder a una vivienda social porque un 50 por ciento de su salario se va en alquileres.
Otra necesidad urgente que tiene el sector es el acceso a los seguros de salud. Además con las condiciones y horarios en los que trabajan no pueden sacar un permiso para hacer fila por una ficha, esperar que las atiendan, por lo que muchas prefieren no acudir a una consulta médica y esto provoca que tengan condiciones físicas deplorables.
Si bien Tarija es el único departamento que cuenta con el Seguro Universal de Salud (Susat) y al que pueden acceder, tampoco reciben un atención plena.
De las cinco mil trabajadoras del hogar que se presume existen en la ciudad, unas 130 están afiliadas a la Asociación 30 de Marzo, ellas pasaron los cursos de fortalecimiento humano y técnico que Mujeres en Acción les brindó, por lo que fueron certificadas por el Ministerio de Educación, “son expertas en su oficio y tienen las condiciones para hacer su trabajo con total responsabilidad”.
La vicepresidenta de la Asociación, Miriam Asama, consideró que la situación de sus compañeras es la misma que antes, muchos empleadores no les reconocen el horario de trabajo, el sueldo es mínimo y el trabajo pesado.
“Una se debe levantar temprano, primero atender las labores de la casa, luego salir a trabajar, todo el día es trabajar, volver a casa a partir de las ocho de la noche, cenar, descansar y vuelta a salir al día siguiente. A veces algunas trabajan en dos casas, pero no da para más, no abastece el tiempo”, contó.
Además, subrayó que los empleadores les pagan lo que quieren y muchas deben aceptarlo “para no estar sin nada”. Cancelan entre 500 a 700 bolivianos mensuales, lo que “es muy poquito por ocho horas”. Por una tarde o por día sólo les ofrecen no más de 30 bolivianos, por ejemplo de dos a cinco de la tarde sólo ganan 20 bolivianos.
La Ley 2450 de la trabajadora del hogar
Bolivia es el único país en Latinoamérica que tiene la Ley 2450 de Regulación del Trabajo Asalariado del Hogar, que se encuentra en vigencia desde 1993, pero es poco conocida por los empleadores y las trabajadoras, además que no se cumple, indicó Celina Tavera de la organización Mujeres en Acción.
“Esta norma establece que ellas deben tener todos los beneficios sociales que tiene un trabajador, sin embargo, tampoco hay una entidad que la haga cumplir”, subrayó.
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Requerimiento
Sobre su situación, en comparación a otros años, es preocupante porque su requerimiento ha disminuido en un 50 por ciento, un salario mínimo de 2.060 bolivianos es algo que un empleador no puede pagar, por ello las contratan por horas o por oficio, para la cocina, limpieza, para el cuidado de niños y no ganan más de 1.200 bolivianos mensuales en el mejor de los casos, afirmó la responsable de comunicación de la organización Mujeres en Acción, Celina Tavera.
Lo que más se ve es que las contratan por medio día con un sueldo de hasta 700 bolivianos, apuntó, también hay señoras las cuales les conviene trabajar por horas, hacen limpieza en diferentes días y domicilios. Actualmente, la figura de “cama adentro” es lo que menos se da porque era cuando más se vulneraban sus derechos, trabajaban más de ocho horas, “aunque es frecuente con mujeres del área rural que no tienen dónde quedarse y que no conocen sus derechos”.
Sus demandas principalmente son dos, explicó Tavera, en primer término el tema de la vivienda. Se calcula que un 70 por ciento de ellas son madres solteras con un promedio de dos a tres hijos y no pueden acceder a una vivienda social porque un 50 por ciento de su salario se va en alquileres.
Otra necesidad urgente que tiene el sector es el acceso a los seguros de salud. Además con las condiciones y horarios en los que trabajan no pueden sacar un permiso para hacer fila por una ficha, esperar que las atiendan, por lo que muchas prefieren no acudir a una consulta médica y esto provoca que tengan condiciones físicas deplorables.
Si bien Tarija es el único departamento que cuenta con el Seguro Universal de Salud (Susat) y al que pueden acceder, tampoco reciben un atención plena.
De las cinco mil trabajadoras del hogar que se presume existen en la ciudad, unas 130 están afiliadas a la Asociación 30 de Marzo, ellas pasaron los cursos de fortalecimiento humano y técnico que Mujeres en Acción les brindó, por lo que fueron certificadas por el Ministerio de Educación, “son expertas en su oficio y tienen las condiciones para hacer su trabajo con total responsabilidad”.
La vicepresidenta de la Asociación, Miriam Asama, consideró que la situación de sus compañeras es la misma que antes, muchos empleadores no les reconocen el horario de trabajo, el sueldo es mínimo y el trabajo pesado.
“Una se debe levantar temprano, primero atender las labores de la casa, luego salir a trabajar, todo el día es trabajar, volver a casa a partir de las ocho de la noche, cenar, descansar y vuelta a salir al día siguiente. A veces algunas trabajan en dos casas, pero no da para más, no abastece el tiempo”, contó.
Además, subrayó que los empleadores les pagan lo que quieren y muchas deben aceptarlo “para no estar sin nada”. Cancelan entre 500 a 700 bolivianos mensuales, lo que “es muy poquito por ocho horas”. Por una tarde o por día sólo les ofrecen no más de 30 bolivianos, por ejemplo de dos a cinco de la tarde sólo ganan 20 bolivianos.
La Ley 2450 de la trabajadora del hogar
Bolivia es el único país en Latinoamérica que tiene la Ley 2450 de Regulación del Trabajo Asalariado del Hogar, que se encuentra en vigencia desde 1993, pero es poco conocida por los empleadores y las trabajadoras, además que no se cumple, indicó Celina Tavera de la organización Mujeres en Acción.
“Esta norma establece que ellas deben tener todos los beneficios sociales que tiene un trabajador, sin embargo, tampoco hay una entidad que la haga cumplir”, subrayó.
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