Deysi, la mujer que hizo del “volante” una forma de vida
Estar al volante para Deysi es natural desde que ella era una niña. Aunque es un poco tímida, una vez que toma confianza, comienza a contar lo “churo que es manejar un micro”. Su nombre completo es Deysi Mendoza Ruiz. “Soy boliviana”, dice entre risas cuando se le pregunta si es...



Estar al volante para Deysi es natural desde que ella era una niña. Aunque es un poco tímida, una vez que toma confianza, comienza a contar lo “churo que es manejar un micro”.
Su nombre completo es Deysi Mendoza Ruiz. “Soy boliviana”, dice entre risas cuando se le pregunta si es oriunda de Tarija. Actualmente conduce un micro en la línea 4 roja, de Norte a Sur, entrando por el centro de la ciudad que es la zona más conflictiva para manejar, en especial un micro.
“A veces también conduzco el 1 y el 7”, cuenta. Pero su historia no tiene nada que ver con un hecho triste o el abandono de alguien. Ella sólo se propuso ser feliz haciendo lo que más le gusta.
Forma parte del rubro de los micreros desde hace tres años y medio aproximadamente, pero ingresar a un sector exclusivamente masculino no fue una tarea fácil. Cuando Deysi describe todo el proceso que tuvo que pasar para llegar a sentarse frente al asiento de la conductora, sonríe y su mirada adquiere un matiz de orgullo y franqueza.
“Al principio fue difícil. Me costó mucho aprender y todavía tengo mucho camino por delante. Las rutas ahora las conozco todas”, explica.
A pesar de haber visto en alguna oportunidad a otras mujeres conduciendo micros en las líneas 6 y 9 considera que es muy complicado que ellas tomen este trabajo como parte de su vida. “Es completamente difícil, los hombres son muy machistas. A veces me molestan, en todos los sentidos, pero también he podido encontrar muy buenos compañeros”, resalta.
Deysi recuerda que desde niña su padre le había enseñado a manejar un vehículo con caja automática. Cuando creció, tuvo que migrar por motivos personales a Argentina, donde vivió varios años. Allí encontró diversos trabajos, pero nada le satisfacía, pues recuerda que ella tenía otra idea en mente, “no me gustaban esos trabajos de empleada doméstica o atender a otras familias”, señala.
Cuando tuvo que regresar a Tarija, Deysi pudo compartir más con sus hermanas. Dos de sus cuñados manejaban micros en diferentes líneas y como sabían que Deysi conducía bien, le confiaban el volante los fines de semana.
Así ella empezó a conocer las distintas rutas de la ciudad y mientras pasaba el tiempo, la decisión de dedicarse a manejar un micro, transportando pasajeros y recorriendo la ciudad le atraía cada vez más.
“Llegaba a la parada y a veces me ponía a llorar de la frustración. A veces los mismos compañeros me jugaban bromas. Salía en el micro y ellos ya estaban detrás (con sus propios micros) persiguiéndome muy cerca. Pero yo me las he cobrado todas”, cuenta.
Revela que el trabajo no es tan sencillo como puede parecer. Un conductor o una conductora debe levantarse en la madrugada para iniciar su jornada desde las 6.00 de la mañana, algunos incluso desde antes. El día laboral culmina a las 22.00.
“Los almuerzos se los toma donde toca. A veces en las paradas, a veces en el camino”, dice.
A pesar de ser la misma ruta, día tras día, el movimiento de la ciudad, sus calles, los peatones, los pasajeros, el humor que llevan y los acontecimientos del día a día convierten cada jornada en una nueva aventura para Deysi.
¿Mujer al volante, peligro constante? Uno de los dichos con mayor contenido machista es el de “mujer al volante, peligro constante”. Incluso es aplaudido por otras mujeres.
¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir que “las mujeres son malas conductoras”? Ésta es una de las percepciones erróneas de la industria automotriz sobre las mujeres y aunque es un estereotipo común, ha sido refutado por varios estudios y encuestas.
Los hombres cometen cinco e incluso seis, veces más infracciones de tráfico por consumo de alcohol y drogas que las mujeres, así como el doble de accidentes mortales. Así lo pone de manifiesto el estudio “Mujeres conductoras”, realizado a nivel mundial en el año 2017.
En Bolivia no existen este tipo de datos, sólo está el prejuicio y la desvalorización sobre este oficio que es considerado exclusivo de los varones. Deysi cuenta que también tuvo que enfrentarse a este mito de degradación de las mujeres frente al volante, pero explicó que conducir no es nada complicado.
Al principio tuvo que esforzarse para poder manejar un vehículo tan grande como un micro y tener la responsabilidad de cuidar a sus pasajeros, pero con la práctica logró mejorar y aceptó que todo aprendizaje es un proceso que nunca termina.
“Una vez, subió una señora con su niña al asiento del copiloto. La niña me miró abriendo sus ojos muy grandes y le dijo a su mamá: Cuando sea grande quiero conducir un micro (risas). Eso me gustó mucho”, explica Deysi.
Razones por las que las mujeres conducen mejor
Varios estudios revelan que mientras los hombres son más probables de asumir riesgos detrás del volante, las mujeres tienden a ser más consideradas y corteses. Además, suelen evitar riesgos al usar sus espejos correctamente y reducir la velocidad al observar las luces amarillas, causando menos accidentes en comparación con los hombres.
Son más responsables. En un estudio de 2015, las mujeres les ganaron a los hombres en una serie de pruebas de manejo. Además, las mujeres suelen tener menos infracciones de tráfico en comparación con los hombres.
Cuidan a los pasajeros. El estrógeno contribuye a la tendencia natural de la mujer a proteger a quienes la rodean. Esto las hace más propensas a mantenerse alejadas de los comportamientos que causan accidentes.
Tienen mayor capacidad de atención
Una encuesta realizada a nivel mundial mostró que los hombres jóvenes se encontraban entre los más propensos a reportar distracciones mientras conducían. Por otro lado, el estrógeno en las mujeres genera períodos de atención más largos, así como capacidad de concentrarse en cosas importantes, incluso mientras se encuentran distraídas. Como grupo, las mujeres también tienden a escuchar más efectivamente y están más dispuestas a aprender que los hombres.
Apuntes sobre el trabajo de Deysi
Velocidad
Los datos apuntan a que los hombres buscan mayor velocidad al momento de conducir. En Tarija, una de las quejas más sostenidas es la velocidad de algunos conductores. Si bien no existen datos que puedan sostener esta teoría, publicaciones internacionales la corroboran.
Aprendizaje
Deysi también tuvo que enfrentarse a este mito de desvalorización de las mujeres frente al volante, pero explicó que los oficios llamados “de varones” como éste pasan por el aprendizaje, al principio tuvo que esforzarse para poder manejar un vehículo tan grande como un micro.
Sacrificio
El trabajo no es tan sencillo como puede parecer. Un conductor o una conductora debe levantarse en la madrugada para iniciar su jornada desde las 6.00 de la mañana, algunos incluso desde antes. El día laboral culmina a las 22.00.
Su nombre completo es Deysi Mendoza Ruiz. “Soy boliviana”, dice entre risas cuando se le pregunta si es oriunda de Tarija. Actualmente conduce un micro en la línea 4 roja, de Norte a Sur, entrando por el centro de la ciudad que es la zona más conflictiva para manejar, en especial un micro.
“A veces también conduzco el 1 y el 7”, cuenta. Pero su historia no tiene nada que ver con un hecho triste o el abandono de alguien. Ella sólo se propuso ser feliz haciendo lo que más le gusta.
Forma parte del rubro de los micreros desde hace tres años y medio aproximadamente, pero ingresar a un sector exclusivamente masculino no fue una tarea fácil. Cuando Deysi describe todo el proceso que tuvo que pasar para llegar a sentarse frente al asiento de la conductora, sonríe y su mirada adquiere un matiz de orgullo y franqueza.
“Al principio fue difícil. Me costó mucho aprender y todavía tengo mucho camino por delante. Las rutas ahora las conozco todas”, explica.
A pesar de haber visto en alguna oportunidad a otras mujeres conduciendo micros en las líneas 6 y 9 considera que es muy complicado que ellas tomen este trabajo como parte de su vida. “Es completamente difícil, los hombres son muy machistas. A veces me molestan, en todos los sentidos, pero también he podido encontrar muy buenos compañeros”, resalta.
Deysi recuerda que desde niña su padre le había enseñado a manejar un vehículo con caja automática. Cuando creció, tuvo que migrar por motivos personales a Argentina, donde vivió varios años. Allí encontró diversos trabajos, pero nada le satisfacía, pues recuerda que ella tenía otra idea en mente, “no me gustaban esos trabajos de empleada doméstica o atender a otras familias”, señala.
Cuando tuvo que regresar a Tarija, Deysi pudo compartir más con sus hermanas. Dos de sus cuñados manejaban micros en diferentes líneas y como sabían que Deysi conducía bien, le confiaban el volante los fines de semana.
Así ella empezó a conocer las distintas rutas de la ciudad y mientras pasaba el tiempo, la decisión de dedicarse a manejar un micro, transportando pasajeros y recorriendo la ciudad le atraía cada vez más.
“Llegaba a la parada y a veces me ponía a llorar de la frustración. A veces los mismos compañeros me jugaban bromas. Salía en el micro y ellos ya estaban detrás (con sus propios micros) persiguiéndome muy cerca. Pero yo me las he cobrado todas”, cuenta.
Revela que el trabajo no es tan sencillo como puede parecer. Un conductor o una conductora debe levantarse en la madrugada para iniciar su jornada desde las 6.00 de la mañana, algunos incluso desde antes. El día laboral culmina a las 22.00.
“Los almuerzos se los toma donde toca. A veces en las paradas, a veces en el camino”, dice.
A pesar de ser la misma ruta, día tras día, el movimiento de la ciudad, sus calles, los peatones, los pasajeros, el humor que llevan y los acontecimientos del día a día convierten cada jornada en una nueva aventura para Deysi.
¿Mujer al volante, peligro constante? Uno de los dichos con mayor contenido machista es el de “mujer al volante, peligro constante”. Incluso es aplaudido por otras mujeres.
¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir que “las mujeres son malas conductoras”? Ésta es una de las percepciones erróneas de la industria automotriz sobre las mujeres y aunque es un estereotipo común, ha sido refutado por varios estudios y encuestas.
Los hombres cometen cinco e incluso seis, veces más infracciones de tráfico por consumo de alcohol y drogas que las mujeres, así como el doble de accidentes mortales. Así lo pone de manifiesto el estudio “Mujeres conductoras”, realizado a nivel mundial en el año 2017.
En Bolivia no existen este tipo de datos, sólo está el prejuicio y la desvalorización sobre este oficio que es considerado exclusivo de los varones. Deysi cuenta que también tuvo que enfrentarse a este mito de degradación de las mujeres frente al volante, pero explicó que conducir no es nada complicado.
Al principio tuvo que esforzarse para poder manejar un vehículo tan grande como un micro y tener la responsabilidad de cuidar a sus pasajeros, pero con la práctica logró mejorar y aceptó que todo aprendizaje es un proceso que nunca termina.
“Una vez, subió una señora con su niña al asiento del copiloto. La niña me miró abriendo sus ojos muy grandes y le dijo a su mamá: Cuando sea grande quiero conducir un micro (risas). Eso me gustó mucho”, explica Deysi.
Razones por las que las mujeres conducen mejor
Varios estudios revelan que mientras los hombres son más probables de asumir riesgos detrás del volante, las mujeres tienden a ser más consideradas y corteses. Además, suelen evitar riesgos al usar sus espejos correctamente y reducir la velocidad al observar las luces amarillas, causando menos accidentes en comparación con los hombres.
Son más responsables. En un estudio de 2015, las mujeres les ganaron a los hombres en una serie de pruebas de manejo. Además, las mujeres suelen tener menos infracciones de tráfico en comparación con los hombres.
Cuidan a los pasajeros. El estrógeno contribuye a la tendencia natural de la mujer a proteger a quienes la rodean. Esto las hace más propensas a mantenerse alejadas de los comportamientos que causan accidentes.
Tienen mayor capacidad de atención
Una encuesta realizada a nivel mundial mostró que los hombres jóvenes se encontraban entre los más propensos a reportar distracciones mientras conducían. Por otro lado, el estrógeno en las mujeres genera períodos de atención más largos, así como capacidad de concentrarse en cosas importantes, incluso mientras se encuentran distraídas. Como grupo, las mujeres también tienden a escuchar más efectivamente y están más dispuestas a aprender que los hombres.
Apuntes sobre el trabajo de Deysi
Velocidad
Los datos apuntan a que los hombres buscan mayor velocidad al momento de conducir. En Tarija, una de las quejas más sostenidas es la velocidad de algunos conductores. Si bien no existen datos que puedan sostener esta teoría, publicaciones internacionales la corroboran.
Aprendizaje
Deysi también tuvo que enfrentarse a este mito de desvalorización de las mujeres frente al volante, pero explicó que los oficios llamados “de varones” como éste pasan por el aprendizaje, al principio tuvo que esforzarse para poder manejar un vehículo tan grande como un micro.
Sacrificio
El trabajo no es tan sencillo como puede parecer. Un conductor o una conductora debe levantarse en la madrugada para iniciar su jornada desde las 6.00 de la mañana, algunos incluso desde antes. El día laboral culmina a las 22.00.