Prejuicios, principales barreras de los pacientes con epilepsia
Las principales barreras que tienen los pacientes con epilepsia para someterse a un tratamiento son los prejuicios, los cuales evolucionaron conforme avanzó la medicina para curar ese mal. Los médicos aseguran que en un 70 por ciento de los que se disponen a ser tratados ponen fin a la crisis...



Las principales barreras que tienen los pacientes con epilepsia para someterse a un tratamiento son los prejuicios, los cuales evolucionaron conforme avanzó la medicina para curar ese mal. Los médicos aseguran que en un 70 por ciento de los que se disponen a ser tratados ponen fin a la crisis cerebral que padecen.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y todas las edades. Es una de las patologías más antiguas y estuvo rodeada de temores, desconocimiento, discriminación y estigmatización social durante siglos, las cuales persisten en la actualidad y puede influir en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Para la neuróloga Patricia Braga de Paraguay, históricamente hubo muchos mitos y prejuicios. En la antigüedad se la consideraba como una enfermedad sagrada o como un castigo de los dioses. Si bien en la actualidad eso no es así, todavía siguen los prejuicios, porque los pacientes y los familiares no consultan por vergüenza. Al estar relacionada con enfermedades de salud mental, la sociedad piensa que estos pacientes no mejoran y no son curables, por ello desisten del tratamiento.
La especialista sostiene que la brecha de la cantidad de pacientes con epilepsia que deberían ser tratados varía de país a país. Sin embargo, lo que sí es seguro, es que si a las personas se les ofrece tratamientos adecuados, el 70 por ciento quedará libre de las crisis. En el restante porcentaje hay que trabajar un poco más, como derivarlos a otros especialistas, pero tendrán una mejoría considerable.
El past presidente de la Liga Contra la Epilepsia, Mario Barragán, considera que este mal está en desaparición, pues los tratamientos que existen son tan avanzados y tienen bastante efectividad, que la enfermedad pasa a un segundo plano.
Por otro lado, el médico manifestó que desde el punto de vista conceptual se dieron pasos muy importantes, porque no se lo trata como una enfermedad, sino que los síntomas de epilepsia son causados por una alteración en la constitución de una persona. La persona nace con una condición especial, la cual está expuesta a tener desmayos y pérdida de conocimiento.
“Yo realice estudios para saber la prevalencia de la epilepsia en la Paz, el resultado fue que era muy elevado. Ahí hay otro tipo de enfermedades que pueden producir epilepsia, como es la cisticercosis, pero ese mal bajó, por ende la epilepsia también.-comentó Barragán-. Por otro lado, al hacer los encefalogramas a los jóvenes que van a la premilitar observé alteraciones en el cerebro, por lo menos en el diez por ciento de ellos, que tienen entre 18 y 19 años de edad. Sin embargo, la enfermedad no se manifiesta de igual manera en todos”.
Barragán sostiene que acceder a un tratamiento, que dura entre uno a dos años, garantiza que antes de llegar a los 20 años de edad la persona ya no vuelva a tener crisis en el cerebro, como desmayos y pérdidas de conocimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y todas las edades. Es una de las patologías más antiguas y estuvo rodeada de temores, desconocimiento, discriminación y estigmatización social durante siglos, las cuales persisten en la actualidad y puede influir en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Para la neuróloga Patricia Braga de Paraguay, históricamente hubo muchos mitos y prejuicios. En la antigüedad se la consideraba como una enfermedad sagrada o como un castigo de los dioses. Si bien en la actualidad eso no es así, todavía siguen los prejuicios, porque los pacientes y los familiares no consultan por vergüenza. Al estar relacionada con enfermedades de salud mental, la sociedad piensa que estos pacientes no mejoran y no son curables, por ello desisten del tratamiento.
La especialista sostiene que la brecha de la cantidad de pacientes con epilepsia que deberían ser tratados varía de país a país. Sin embargo, lo que sí es seguro, es que si a las personas se les ofrece tratamientos adecuados, el 70 por ciento quedará libre de las crisis. En el restante porcentaje hay que trabajar un poco más, como derivarlos a otros especialistas, pero tendrán una mejoría considerable.
El past presidente de la Liga Contra la Epilepsia, Mario Barragán, considera que este mal está en desaparición, pues los tratamientos que existen son tan avanzados y tienen bastante efectividad, que la enfermedad pasa a un segundo plano.
Por otro lado, el médico manifestó que desde el punto de vista conceptual se dieron pasos muy importantes, porque no se lo trata como una enfermedad, sino que los síntomas de epilepsia son causados por una alteración en la constitución de una persona. La persona nace con una condición especial, la cual está expuesta a tener desmayos y pérdida de conocimiento.
“Yo realice estudios para saber la prevalencia de la epilepsia en la Paz, el resultado fue que era muy elevado. Ahí hay otro tipo de enfermedades que pueden producir epilepsia, como es la cisticercosis, pero ese mal bajó, por ende la epilepsia también.-comentó Barragán-. Por otro lado, al hacer los encefalogramas a los jóvenes que van a la premilitar observé alteraciones en el cerebro, por lo menos en el diez por ciento de ellos, que tienen entre 18 y 19 años de edad. Sin embargo, la enfermedad no se manifiesta de igual manera en todos”.
Barragán sostiene que acceder a un tratamiento, que dura entre uno a dos años, garantiza que antes de llegar a los 20 años de edad la persona ya no vuelva a tener crisis en el cerebro, como desmayos y pérdidas de conocimiento.