Desmonte del Chaco Americano tiene una extensión igual a Tarija
“Entre el 2002 y el 2017 el área productiva dentro de las áreas prioritarias para la conservación se incrementó en más de un 100%, pasó de 2.200.000 a 5.500.000 hectáreas”. Es uno de los resultados de la Evaluación Ecoregional del Gran Chaco Americano realizado por NATIVA a la que...



“Entre el 2002 y el 2017 el área productiva dentro de las áreas prioritarias para la conservación se incrementó en más de un 100%, pasó de 2.200.000 a 5.500.000 hectáreas”. Es uno de los resultados de la Evaluación Ecoregional del Gran Chaco Americano realizado por NATIVA a la que coadyuvaron decenas de instituciones públicas y privadas de Paraguay, Argentina y Bolivia y que durante un año han estudiado e investigado la situación de la ecorregión chaqueña.
La investigación hace referencia a que diez áreas, de las 39 priorizadas, tienen hoy más del 20% de su superficie transformada; de ellas cinco se encuentran en Argentina y cinco en Paraguay. Cuatro de ellas triplicaron su superficie transformada: Picco, Teniente Encisso y La Patria, Pratt Gill (Paraguay) y Bajos Meriodionales (Argentina). Si bien las áreas prioritarias en Bolivia (Otuquis, Kaa-iya, Alto Pilcomayo e Isoso), tienen hoy menos superficie transformadas (entre un 6 y un 13%), también experimentaron cambios significativos con relación al 2002, cuando su superficie transformada era de un 2 a un 7%. Varias de estas áreas se encuentran dentro de áreas protegidas nacionales o son colindantes a ellas.
“En Bolivia aún se pude apreciar un importante porcentaje de bosque en buen estado de conservación, a pesar de la creciente deforestación de los últimos años. En Paraguay existe una preocupante cantidad de hectáreas de bosque chaqueño deforestado, donde la fauna nativa apenas tiene espacio para vivir y desarrollarse, esto debido a un intenso modelo productivo, especialmente para el negocio de la carne, que genera altos beneficios económicos. A este paso, la biodiversidad del chaco Paraguayo está en inminente peligro”, señaló Iván Arnold, director de NATIVA..
Las principales presiones sobre los ambientes naturales y la diversidad en las tres primeras áreas, están asociadas a la expansión de la ganadería sobre todo en la región del chaco central paraguayo.
En el año 2005 The Nature Conservancy - TNC presenta un estudio que se denomina “Evaluación Ecorregional del Gran Chaco Americano”, brindando información sobre el estado en que se encontraba el Gran Chaco Americano y las posibles estrategias que se pueden aplicar para hacer frente a las acciones insostenibles como la explotación de los recursos naturales.
“Han pasado 12 años desde la última información y radiografía que se tiene del estado ambiental del Gran Chaco Americano, por lo que se hace necesario e imprescindible actualizar la información y contar con imágenes y mapas que muestren el estado actual de sus valores de conservación y ambiental que presenta la región del Gran Chaco para encarar políticas de conservación, sostenibilidad y adaptabilidad al cambio climático”, señala Arnold.
En otro de los resultados preliminares, se observa que de 39 áreas identificadas como prioritarias en el 2005 en el Gran Chaco, muchas de ellas ya no son viables en este momento por lo que habrá que concentrar estrategias en aquellos complejos territoriales de conservación que puedan garantizar la viabilidad a largo plazo de especies como el Jaguar, Tatu Carreta y otros mamíferos de gran tamaño.
Para la obtención de estos resultados preliminares, se han desarrollados reuniones, talleres, viajes de campo y trabajo en gabinete en los tres países, con el propósito de hacer un reconocimiento del estado de conservación en que se encuentra el ecosistema chaqueño, así también para recabar información otorgada por actores públicos y privados lo que coadyuvó a establecer un relacionamiento con autoridades locales de la región.
Este trabajo de investigación, que se está desarrollando bajo la iniciativa PACHA con apoyo también del FFEM, pretende ser concluido en los próximos meses para ser presentado durante la realización de IV Encuentro Mundial del Chaco que se realizara en la Ciudad de Salta en el mes de octubre de este año.
La investigación hace referencia a que diez áreas, de las 39 priorizadas, tienen hoy más del 20% de su superficie transformada; de ellas cinco se encuentran en Argentina y cinco en Paraguay. Cuatro de ellas triplicaron su superficie transformada: Picco, Teniente Encisso y La Patria, Pratt Gill (Paraguay) y Bajos Meriodionales (Argentina). Si bien las áreas prioritarias en Bolivia (Otuquis, Kaa-iya, Alto Pilcomayo e Isoso), tienen hoy menos superficie transformadas (entre un 6 y un 13%), también experimentaron cambios significativos con relación al 2002, cuando su superficie transformada era de un 2 a un 7%. Varias de estas áreas se encuentran dentro de áreas protegidas nacionales o son colindantes a ellas.
“En Bolivia aún se pude apreciar un importante porcentaje de bosque en buen estado de conservación, a pesar de la creciente deforestación de los últimos años. En Paraguay existe una preocupante cantidad de hectáreas de bosque chaqueño deforestado, donde la fauna nativa apenas tiene espacio para vivir y desarrollarse, esto debido a un intenso modelo productivo, especialmente para el negocio de la carne, que genera altos beneficios económicos. A este paso, la biodiversidad del chaco Paraguayo está en inminente peligro”, señaló Iván Arnold, director de NATIVA..
Las principales presiones sobre los ambientes naturales y la diversidad en las tres primeras áreas, están asociadas a la expansión de la ganadería sobre todo en la región del chaco central paraguayo.
En el año 2005 The Nature Conservancy - TNC presenta un estudio que se denomina “Evaluación Ecorregional del Gran Chaco Americano”, brindando información sobre el estado en que se encontraba el Gran Chaco Americano y las posibles estrategias que se pueden aplicar para hacer frente a las acciones insostenibles como la explotación de los recursos naturales.
“Han pasado 12 años desde la última información y radiografía que se tiene del estado ambiental del Gran Chaco Americano, por lo que se hace necesario e imprescindible actualizar la información y contar con imágenes y mapas que muestren el estado actual de sus valores de conservación y ambiental que presenta la región del Gran Chaco para encarar políticas de conservación, sostenibilidad y adaptabilidad al cambio climático”, señala Arnold.
En otro de los resultados preliminares, se observa que de 39 áreas identificadas como prioritarias en el 2005 en el Gran Chaco, muchas de ellas ya no son viables en este momento por lo que habrá que concentrar estrategias en aquellos complejos territoriales de conservación que puedan garantizar la viabilidad a largo plazo de especies como el Jaguar, Tatu Carreta y otros mamíferos de gran tamaño.
Para la obtención de estos resultados preliminares, se han desarrollados reuniones, talleres, viajes de campo y trabajo en gabinete en los tres países, con el propósito de hacer un reconocimiento del estado de conservación en que se encuentra el ecosistema chaqueño, así también para recabar información otorgada por actores públicos y privados lo que coadyuvó a establecer un relacionamiento con autoridades locales de la región.
Este trabajo de investigación, que se está desarrollando bajo la iniciativa PACHA con apoyo también del FFEM, pretende ser concluido en los próximos meses para ser presentado durante la realización de IV Encuentro Mundial del Chaco que se realizara en la Ciudad de Salta en el mes de octubre de este año.