Gerónimo Sims y Viudita Moderna presentan “Lágrimas”
El talentoso artista boliviano, nacido en Tarija, es el primero en la nueva generación de la familia Sony Music.
Un día en el estudio, Lacho, productor musical y amigo de Gerónimo, le mostró a este un cover que había hecho con Camila Vargas, mejor conocida como la Viudita Moderna. Gerónimo quedó impactado con la voz de la cantante, poeta y creadora de contenido, y pidió que la invitaran al estudio para conocerla y ver si podían armar algo. Conversaron, escucharon música, y las ideas fluyeron hasta dar nacimiento a “Lágrimas”.
Como la cuenta el mismo Gero Sims, esta canción “nace del deseo de traer a la actualidad aquella música que escuchaban nuestros abuelos. Nos pusimos a escuchar un poco de Julio Jaramillo y empezaron a nacer las ideas. Esa tarde en el estudio, la inspiración más grande para mí fue la conexión que tuvimos con Lacho y Viudita. Cada uno sacó un pedazo de su dolor y lo puso sobre la mesa para hacer esta hermosa canción. Fue mágico, y en un par de horas ya teníamos la letra terminada”.
Gero y Viudita comparten los pasajes melódicos creando una atmósfera dramática con sus voces. “La canción es una especie de conversación de una pareja que va expresando su dolor y decepción amorosa, todo súper dramatizado y lleno de sentimiento”, comenta Sims. A la manera de Pimpinella, la intensidad y sentimiento que son característicos en la cantante cruceña se ven muy bien recompensados por la voz de Gerónimo, que nos sorprende con un registro vocal ampliado con el cual queda claro que el tarijeño tiene mucho que dar.
“La producción fue muy divertida e íntima al mismo tiempo. Lacho y Viudita ya se conocían, pero para mí fue conocer a alguien desde el sentimiento del dolor que representa la canción”, recuerda Gerónimo, quien se involucró de lleno en las decisiones musicales, sumando instrumentos para “plasmar la cultura tan hermosa y diversa que tenemos. Por eso el estilo es tan amplio. La canción empezó como un bolero, luego sumamos una pizca de tango, y por último le dimos detalles con instrumentos bolivianos”.
Este procedimiento artístico se trasladó también al videoclip de la canción, cuyo rodaje se hizo en La Chiquitania, la mítica llanura de la zona transicional ecotónica entre el Gran Chaco y la Amazonía, donde el equipo aprovechó la textura particular de las misiones jesuíticas, la paleta de colores verdes y ocres, y la manera en que se percibe la luz. Gero escogió este sitio por el cariño que le tiene, y porque “hace un hermoso contraste con la canción, que tiene instrumentos más bien andinos, mostrando así un poco de la cultura tan diversa y hermosa que hay en Bolivia”.
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