Los mejores muebles de Tarija vienen de personas privadas de libertad
El Centro Productivo Morros Blancos realizó una exhibición de carpintería, artesanía, sastrería, tejidos, calzados, cestería y trabajos en goma en el MegaCenter. Apenas una muestra de lo que sus integrantes son capaces de lograr.
Año con año, el Centro Productivo Morros Blancos refina su técnica. En 2023, el Taller Artístico Cultural Atenea y el colectivo A Desalambrar Cultura ofrecieron técnicas de carpintería, tapicería y acabados en pintura gracias al financiamiento de la Pastoral Carcelaria Católica de Tarija.
Lilian Carvajal se dedicó a enseñar técnicas de pintado, envejecido y acabados en madera, mientras la carpintería quedó a cargo de Francisco Soruco, que tiene más de 20 años de experiencia con FADEMU. Para él, un mes y medio de taller fue suficiente para conocer mejor a quienes “en un momento se han equivocado, pero no quiere decir que sean malas personas”.
Si esperamos que la gente no cometa delitos, tenemos que contribuir a que la cárcel sea un espacio de sanación
Soruco reconoció la habilidad de los carpinteros de Morros Blancos: “Les he ofrecido exponer en mi tienda. No es grande, pero hay espacio. Depende de ellos”. Llegó por la gestión de Carvajal, quien había trabajado antes, junto a Iván Castrillo, presidente de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos de Tarija, un proyecto de muralismo en las celdas y ambientes del pabellón de mujeres. “Francisco les ha enseñado a hacer sillones, mesas, sillas, todo tipo de cosas. Y el tapicero, a tapizar todo tipo de muebles”, comentó la artista.
El pasado 6 de diciembre, el Centro Productivo realizó una nueva feria en la que lucieron las nuevas técnicas aprendidas. A la inauguración de la breve feria, realizada en un espacio cedido por Adrián Vaca, gerente de MegaCenter, asistieron poco menos de veinte personas representando a siete instituciones amigas del proyecto artístico, como la UAJMS y el Consulado Argentino.
Brahyan Achá Janco, director del penal, recordó su primer día de trabajo, lluvioso, nublado, en el que algún interno le dijo: “Doctor, yo sé que usted es nuevo, quiero que nos apoye, no hacemos nada, estamos de ociosos”. Esas palabras lo motivaron. “Ahora, con el apoyo de ustedes, al fin los privados de libertad pueden sacar productos a la venta. Estamos muy orgullosos”, dijo a los presentes.
El padre Miguel Sotelo, de la Pastoral Carcelaria, con ocho años de trabajo en Morros Blancos, abogó por transformar la cárcel en un hospital de sanación. Cecilia Bolívar, actual defensora del pueblo, secundó la propuesta: “Visibilizar lo que han generado es darles dignidad para reintegrarse a la sociedad y sentir que hay una comunidad que les acoge”.
Antes del brindis, Castrillo dejó un mensaje importante: “He visto de cerca cómo la gente privada de libertad pasa momentos difíciles. La sociedad y las instituciones todavía no han entendido el conflicto que se vive en las cárceles. Y es importante que la sociedad entienda que la prisión es parte de ella, no un hecho aislado. Si esperamos que la gente no cometa delitos, tenemos que contribuir a que la cárcel sea un espacio de sanación. Es importante el apoyo institucional para ver lo que pasa con esos seres humanos que son iguales a nosotros”.
A continuación, dejamos una muestra del trabajo del Centro Productivo Morros Blancos. Más información en su página oficial.