Alejandro Torrez: “Despacito y por las piedras, cumples sueños”
Cuatro años deleitando con su música en escenarios locales y apoyando con el sonar del bajo eléctrico a diferentes grupos tarijeños de renombre.
Joven tranquilo, sereno, luchador. De pequeño, Alejandro Torrez encontró gusto por el arte musical, y desde entonces vela porque algún día pueda cumplir el sueño de subir y cantar en los grandes escenarios para deleitar con su música a toda la población tarijeña.
Torrez tiene una frase muy significativa que lo representa: “Despacito y por las piedras. Despacio se cumplen las metas, y por las piedras porque, para cumplirlas, se debe pasar por muchos obstáculos y muros que te impiden cumplir esas metas plasmadas”.
“Cuando mi mamá ponía Luis Miguel, yo siempre memorizaba todas las canciones”.
Alejandro contó a Pura Cepa la historia de sus inicios en la música. “Empecé desde muy pequeño, siempre fui de los niños que le gustaba escuchar canciones, y cuando mi mamá ponía Luis Miguel, yo siempre memorizaba y trataba de grabar toda canción”.
Luego, en el coro de la Iglesia de Lourdes, sintió ese amor e inspiración de expresarse a través de la música. Además, si bien no tiene otros parientes cantantes, en su familia está la referencia de un abuelo que solía tocar el violín en diferentes acontecimientos de su lugar natal.
Él considera que su talento es algo innato, lo que no le ha impedido acudir a clases con la instructora argentina de música, Guiguí Paulos, para enriquecer su técnica, perfeccionar su voz y enriquecer sus conocimientos musicales.
Aunque no tiene composiciones, Torrez se ha hecho fama con su versión de “Como Te Va Mi Amor, de Ángelo Aranda, y además de ser solista, ha acompañado a varios artistas de renombre, como el “Chúcaro” Farfán, Randy Salazar, Robert Flores y Rubén Olivera, entre muchos otros.
Son cuatro años de carrera bien vividos, de donde Torrez saca fuerza y consejos para los nuevos artistas: “El camino es largo, pero despacito se consiguen las cosas en la vida, y más para un artista”. El apoyo del público no le falta, pero tampoco sobra en un mercado lleno de talentos. Más aún, Alejandro sigue trabajando por cumplir sus sueños, y no vendrá mal que las autoridades locales abonen un poco al semillero de artistas que es Tarija.