Juan Pablo Montenegro y la libertad en la sublimación
Con un sentimiento muy propio de su trabajo, Juan Pablo da vida a objetos comunes.



Fue un festejo de Navidad lo que de manera discreta cambió para siempre el rumbo de la vida de Juan Pablo Montenegro Montero. Un evento familiar en el que prestó atención por primera vez a los trabajos de sublimación de los cuales se enamoró y pasó a incluirlos en su día a día. Por ello cuenta hoy con su empresa “Cuervo Sublimación”, espacio en el que da rienda suelta a su imaginación para dar color a todo tipo de objetos.
La Navidad en cuestión Juan Pablo se enfrentaba a la decisión de qué regalarle a su padre. Supo entonces que cualquier cosa relacionada al fútbol sería buena, por lo que encargó una taza con tal diseño. Ya con ella en las manos, al apreciarla despertó su curiosidad por el proceso de sublimación.
De esa manera, en 2018, empezó una modesta investigación por saber más. Mientras iba incrementando sus conocimientos sobre la sublimación, incrementaban también sus ganas por probarla él mismo. La información en internet y los videotutoriales le hicieron saber que estaba listo para un primer intento, tras un proceso de seis meses. Por ello adquirió el material e insumos para iniciar la experimentación.
“La falta de insumos en el país dificulta mi trabajo”.
Si bien asegura que cada día aprende algo nuevo, hoy ya domina los aspectos necesarios para realizar trabajos en tazas, poleras, medias, porta credenciales, mouse pads y más.
Algunas de las dificultades con las que se topó al lanzarse al mercado fueron el conseguir clientes e insumos. Sobre los primeros se acercó primero a la gente de su barrio cuando aún no tenía nombre ni logo de la marca, lo que dificultaba la labor, según recuerda. Respecto a los insumos, señala que lo era sencillo encontrarlos al por menor.
Pero los días pasaron uno a uno hasta convertirse en años. En ese viaje Juan Pablo afirma que encontró una libertad a la hora de crear que no había vivido antes. El tener un lienzo de cualquier material e inmortalizar un diseño en él le es sinónimo de felicidad.
Unos de los productos con los que innovó son los audífonos personalizados. A estos, estilo cascos, los impregna de vida según los deseos de sus clientes. Aunque son su principal novedad, a veces le cuesta cubrir la demanda por la falta de insumos.
Actualmente, trabaja en lanzar sus propias poleras con el apoyo de su madre, cuyos conocimientos en corte y confección lo librarán de depender de proveedores. La búsqueda de nuevos lienzos e ideas es una constante en su rutina.