Wara Luna y sus peluches como manifestación cultural
El anime, lo friki y geek son el día a día de Luna y la base de su línea de peluches.



A sus 24 años, Wara Luna se encuentra a nada de terminar la carrera de Arquitectura; sin embargo, su vida transcurre entre múltiples actividades relacionadas a sus pasiones: los animes y los videojuegos. Hace poco más de tres meses que Luna lanzó una línea de peluches estilo dango que, si bien primero buscaba un mercado con sus mismos gustos, en el camino aprendió a diversificar las temáticas representadas y ampliar la gama de clientes.
La pandemia por covid-19 motivó a Luna a buscar actividades nuevas con las cuales llenar el tiempo libre. Esa búsqueda, junto al ejemplo de su hermana mayor -que emprende con trabajos a croché-, la motivó a emprender. También pesaba el hecho de que empezó a trabajar en el Mercadito Creativo, por lo que verse rodeada de emprendedores la hizo sentirse con la confianza para arrancar.
Entre todas las opciones y rubros que tenía para elegir, decidió fabricar peluches estilo dango. Estos tienen una forma esférica y detalles simples, Luna los compara con el personaje Kirby. El problema radicaba en que Luna sabía poco o nada de costura, pero, afortunadamente, su abuela solía dedicarse a esa activiadad y le pasó todo el conocimiento a su madre, así como la máquina de coser. De esa manera, Luna fue la primera de tres hijos en interesarse por la máquina de la abuela. Aprendió lo básico con tutoriales en internet y luego su madre la ayudó a perfeccionar el acabado.
Con la técnica dominada, rápidamente se puso a buscar clientes entre la población otaku de Tarija, dejando algunos productos en lugares especializados. La visión de Luna era expresar y compartir toda esa cultura otaku, friki y geek en los peluches personalizados. Aunque sí tenía pedidos, el negocio aún no arrancaba. No fue hasta diciembre cuando se dio cuenta de que podía ampliar el público a niños y parejas. Y fue cuando a los peluches esféricos sumó la línea cúbica de peluches de Minecraft que el negocio explotó con pedidos.
“Creando peluches puedo expresar las cosas que me gustan”.
En la costura y los peluches Luna encontró una pasión que antes no pensaba. Tanto como el proceso de creación, disfruta de ver en el resultado final representadas esas culturas que vive cada día, además del hecho de saber que otros aprecian su trabajo.
Los peluches de Luna tienen precios desde los Bs. 30 hasta los Bs. 150, la complejidad del diseño y especialmente el tamaño definen el costo.
Entre las otras actividades de esta joven amante de los animes y videojuegos están el realizar streamings y cosplays, en ese caso su apodo es Yue. Si bien también son manifestaciones de sus gustos, hoy los peluches son los que más la llenan de ilusión y de planes para el futuro.