Mariana Riera: “En la repostería encontré a lo que me quiero dedicar”
En Cute Pastelería Mariana ofrece todo tipo de pedidos personalizados.



Fue hace dos años que Mariana Riera Paredes inició un camino que la llevaría a consolidar un emprendimiento y dedicarse a un área muy alejada de la carrera que estudió. La repostería y decoración personalizada son el alma de Cute Pastelería, el negocio al que Mariana dedica sus días.
Todo empezó en septiembre de 2019, cuando Mariana trabajaba en la tesis para titularse como ingeniera ambiental. Ella tenía las ganas de conseguir un trabajo en ese momento, pero, como aún le faltaba el título, decidió emprender en otra área. Generar ingresos significaba una necesidad para ella, pues quería dejar de sentirse una carga para sus padres y lograr cierta independencia económica.
Para ese propósito Mariana decidió emprender con repostería, actividad que desde niña la había acompañado en su hogar. Ella recuerda cómo en su infancia veía a su madre y tía preparar tortas. Fue su mamá quien le inculcó el gusto por este tipo de cocina cuando la enseñaba pequeñas cosas y hacían tortas juntas.
Así se puso a buscar algún producto novedoso para ofrecer y optó por los alfajores de chocolate. Con videotutoriales aprendió a hacerlos y se lanzó al mercado virtual. Pero la repostería aún significaba solo un pasatiempo para Mariana, ya que no planeaba dedicarse a ello.
“No ejerzo mi carrera porque sé que la repostería es lo que quiero hacer”.
Con el tiempo añadió tortas a su oferta y, de poco en poco, fue destinando más tiempo a los pedidos que le llegaban. Hasta que en un determinado momento fue consciente de cuánto le gustaba cocinar y hacer tortas; entonces supo que la repostería había llegado a gustarle más que su carrera. “Supe que quería hacer esto el resto de mi vida”, afirma.
Desde esos días muchas cosas han cambiado para ella. Hace un tiempo dejó la casa de sus padres y se casó. En algunos momentos difíciles, su esposo fue su principal apoyo. Por ejemplo, Mariana cuenta que el primer nombre de su emprendimiento era el equivalente a “dulce” en alemán; cuando se enteró que había otra pastelería con nombre similar y debía cambiarlo, entró en un bajón emocional del cual su esposo la motivó a salir.
De esa manera, Mariana bautizó su emprendimiento como Cute Pastelería. Sus principales productos son las tortas personalizadas y las mesas dulces para eventos. Ella procura que todo sea personalizado y según los gustos de sus clientes.
Hoy Mariana se siente contenta y realizada por todo lo que ha logrado, cuenta que lo que más le llena de satisfacción es saber que a los clientes les gustan sus productos. El estar consciente de que es alguien capaz de autosostenerse también le es sinónimo de alegrías, pues está segura de que en la repostería ha encontrado su camino.