Alejandro Quiroga y el arduo camino de la producción cinematográfica nacional
El cineasta tarijeño explica cómo se encuentra la industria del cine nacional y las dificultades que enfrenta.



Jorge Alejandro Quiroga Guerra es un cineasta tarijeño que dedica su vida al arte de los audiovisuales. Aunque actualmente vive en Santa Cruz, tuvo sus inicios en el cine durante su etapa universitaria en Tarija.
Su entrada al mudo del cine se le presentó mediante la oportunidad de actuar en un corto. Alejandro era aficionado al teatro entonces, por lo que fue una de las primeras opciones de Gustavo Castellanos, su docente, para que interprete un papel en su corto “Espíritus independientes”.
Sobre su gusto por el teatro, cuenta que lo que más le llamaba la atención era toda la puesta en escena y la coordinación que este requiere, además, dice: “Como actores nos volvemos objetos. Objetos que interactúan y le dan vida a un texto”.
Con el tiempo fue guiando su carrera hacia las áreas de dirección y dirección de fotografía, además de constantemente escribir y producir para su productora De otro cuento films.
Hoy, Alejandro trabaja en 3 proyectos: una serie, un documental y una ficción. Respecto de la primera, ganó el Fondo para el desarrollo cinematográfico del programa Ibermedia para financiar su serie. Sin embargo, esta peligra, pues Ibermedia indicó que Bolivia saldrá del programa si no paga lo que tiene pendiente desde 2019. Esto significaría que tanto la serie de Alejandro como proyectos futuros de cineastas bolivianos quedarían sin opción a esta financiación.
Alejandro explica: “Ibermedia permite sacar unas 2 producciones nacionales al año. Funciona porque cada país pone una suma, en el caso de Bolivia, esta es de 150.000 dólares. Un tiempo después del pago, el programa devuelve 300.000 dólares al país en forma de financiamiento para producciones”.
El país tiene hasta mediados de junio para ponerse al día en los pagos, o los cineastas bolivianos perderán una de las únicas opciones de financiamiento.
Aunque Alejandro sabe que el cine no es una prioridad en este momento de pandemia, también señala la cantidad de dinero y personas que mueve una sola producción, dice al respecto: “Una película requiere mínimo de 300.000 dólares y de 50 personas trabajando, además de otros servicios como cáterin, por ejemplo”.
Alejandro espera que el país no siga cerrando puertas a la producción cinematográfica, cree necesaria una campaña de sociabilización del cine para que más personas se enteren de que es toda una industria que va más allá de lo visto en las pantallas.