Gallo Favela: “La música es una forma de activismo”
Gustavo Márquez Cruz, conocido en la música como “Gallo Favela”



Gustavo Márquez Cruz, conocido en la música como “Gallo Favela”, es un poeta, cantante, activista y compositor nacido en Aguas Blancas, Bermejo. Es uno de los representantes más significativos de la música contemporánea en Bolivia.
No importa si es reggae, rock o cumbia cósmica, Gallo Favela ha sabido ganarse al público más allá del género que interprete, porque son las letras que compone lo que ha tocado el corazón de su audiencia. Es músico desde la cuna, pero desde el año 2017 dejó el escenario que lo vio surgir, las calles, parques y plazas de la capital tarijeña, para llevar su voz a un espacio mayor, en el que su música llegue a muchos más.
Su verdadero nombre es Gustavo Márquez Cruz, es un activista que canta las luchas, un poeta y compositor. Pisó numerosos escenarios en los departamentos de Tarija, La Paz, Chuquisaca, Santa Cruz, Potosí, Pando y la ciudad de Salta, Argentina.
Con el tiempo, he aprendido que, si bien la música se divide en géneros, la musa es solamente una, toda la música es una sola
Influenciado por su abuelo, Gustavo se introdujo en el folklore durante su infancia y a la corta edad de siete años vivió su primera presentación en público. Sobre esta etapa, el artista recuerda, “también canté cuando llegó el Papa Juan Pablo II a Tarija”.
Desde entonces supo que la música sería su fiel acompañante. Durante su adolescencia fue miembro de grupos musicales underground como “Hijos de la flor”, “Skarabajo”, “Faena” y “Los Malabars”. Sus composiciones abordaban temas como la corrupción, el aborto, la vida y el medio ambiente. Muchos de estos sencillos no se llegaron a grabar por una filosofía anti comercial de la música que ostentaban.
En el año 2017, tras el fallecimiento de varios de sus amigos, una racha de encuentros cercanos con la muerte y un ritual espiritual en la selva Amazónica, Gallo Favela decide dejar el mundo de la calle y emprender su carrera como solista.
El cantautor menciona, “entrar a hacer música de forma profesional, para mí, fue de un día a otro. Yo cantaba en la cancha de mi barrio, en la plazuela Sucre, en la plaza del Periodista, en el río, hasta debajo de un puente, y fue gracias a la invitaron de otros músicos ya consolidado, que comencé a tocar en escenarios, recibiendo remuneración a cambio”.
La carrera de Gallo Favela despegó sin siquiera imaginárselo, desde entonces su nombre pasó a ocupar carteleras de grandes festivales internacionales, junto a grupos musicales de renombre en América del Sur. Para aquel momento, las grabaciones de sus primeras composiciones vieron la luz en Purple Hazze Estudio, en la ciudad de Tarija.
También ganó reconocimientos del Gobierno por el aporte realizado a causas sociales y solidarias.
El proceso creativo
Gustavo asegura que el proceso de componer es como la vida misma, la inspiración puede encontrarse en cada momento y en cada experiencia. “Pienso que la poesía está muy ligada a la música, y viceversa, porque estoy descubriendo la musicalidad que yace en los sentimientos humanos, en las experiencias, buenas y malas. Una canción puede nacer de una simple oración que encierre un mensaje fuerte, o de una melodía que se te ocurra mirando el río, o incluso hasta de un “beat” de percusión. Empleo varios métodos de composición”, afirma el artista.
Para Gallo Favela la música es una forma de activismo que llega a la conciencia de la gente de manera profunda, “la música genera un mensaje artístico apto para ser interpretado por todas las personas del mundo, incluso a nivel subconsciente. Soy activista por la madre tierra y a ella le dedico mi arte, a la pobreza también, a las injusticias”
Es un artista que se destaca por su versatilidad a la hora de explorar géneros musicales. Gallo Favela no se limita a la hora de pisar un escenario, canta desde reggae, rock, cumbia cósmica, ska, tropical roots y otros, “domino muchos géneros de música, pero en esta etapa elegí lanzar mis canciones en reggae. Pienso que la música boliviana se centra mucho en cosas superficiales, bonitas sí, pero alguien tiene que hablar sobre las problemáticas, sobre lo que sienten los de abajo”, dice refiriéndose a los últimos sencillos que son “Hermosa”, “Tipnis Song”, “Alerta Amazonía” y “Salar”.
“Hermosa” es el más reciente sencillo que lanzó en plataformas como Spotify, YouTube, Amazon Music, Apple Music y Deezer. Es un tema del género reggae lover, que “habla sobre la belleza contradictoria que encuentra un hombre en una mujer”, explica el artista.
Tiempos de pandemia
Los efectos de la pandemia pusieron en pausa los proyectos de muchos artistas y emprendedores y Gustavo no fue la excepción. “Justo cuando se decretó la cuarentena tenía mi visa en la mano para hacer conciertos en las embajadas de Alemania, Francia y España, debido a mis canciones que hablan sobre la Amazonía y la causa del medio ambiente”, cuenta.
Pero, el tiempo de encierro también mostró su cara más amable al artista brindándole un espacio de reflexión e inspiración, “me ha obligado a dejar de lado los conciertos en vivo, que llegaban hasta 4 por semana, lo que me sirvió para enfocarme en mis composiciones. De que eso ha significado un bajón económico es cierto, pero también entiendo que las presentaciones en vivo desgastan, y he podido, en este tiempo, componer las canciones que serán parte de mi nuevo disco” asegura el artista sobre su siguiente proyecto.
Este año trae nuevos retos al artista y nuevos proyectos. Actualmente se encuentra trabajando en su primer disco que estará compuesto por diez canciones. Gustavo destaca que gracias al apoyo de la Gobernación formalizó su arte, “mis canciones se conocen en lo underground, pero ahora ya llegan a países como Alemania, México, Argentina, Portugal, y otros, mediante Spotify”, relata.
“Mis proyectos básicamente son continuar trabajando con Motete Zamora en mis discos, encontrar tranquilidad para mi alma, hacer arte respetable, aunque no sea comercial, y dejar una huella que inspire en el futuro a hacer música con sentido”, concluye.
El nombre artístico
Márquez recuerda con gracia cómo su nombre artístico lo eligió a él y no sucedió al revés, para ello se remonta a sus años de estudiante y menciona “un día cuando cantaba el himno nacional en el colegio Felipe Palazón, se me salió un “gallo”, una desafinación y un compañero de curso que lo oyó me puso el apodo”. Desde entonces fue un alias que lo acompañó “en las buenas y en las malas”, puntualiza.
“Favela” tiene un origen mucho más peculiar, “nace de una experiencia que tuve con un chamán en la Amazonía boliviana, quien mediante infusiones lograba regresiones para curar el espíritu, en esas sesiones le resultó llamativa una historia que yo tenía con la planta “faveleira” también conocida como “Favela”, que crece en países de América del Sur, y con la que tuve accidentalmente una experiencia cercana a la muerte; fue él quien al concluir mi limpia espiritual me dio mi segundo nombre artístico”, cuenta Gustavo.