San Lorenzo: Los secretos de la tradicional aloja de doña Zulma
Zulma Liliana Jeres Zenteno, lleva más de 20 años elaborando las tradicionales alojas de maní y cebada
Zulma Liliana Jeres Zenteno, lleva más de 20 años elaborando las tradicionales alojas de maní y cebada, en la tierra de Méndez, y los visitantes la degustan junto a unas empanadas blanqueadas.
Es noviembre, a mediodía y en el municipio de San Lorenzo, la temperatura asciende a los 22°C, es el clima ideal para quienes visitan la ciudad un fin de semana. Familias y grupos de turistas del interior del país recorren la plaza principal y se toman selfies con la antiquísima parroquia de fondo, luego degustarán unas empanadas blanqueadas u otras masitas, porque si de algo puede jactarse la población del lugar, es su rica gastronomía, y acompañarán su aperitivo con un buen vaso de aloja de cebada de doña Zulma Jerés, tan tradicional como el lugar mismo.
Zulma Jerés, lleva más de 20 años en el mismo lugar, en las afueras del mercado de San Lorenzo, justo al lado de la parroquia, rodeada de sus casi diez recipientes en los que almacena el refresco con fruta de temporada que prepara en su hogar, además de la aloja de maní y cebada.
Pura Cepa se trasladó hasta el municipio de San Lorenzo para contar un poco de la historia de doña Zulma y los secretos de su tradicional aloja:
Pura Cepa (PC): ¿Cómo y cuando inició en la venta de refrescos?
Zulma Jerés (ZJ): “Empecé cuando tenía 18 años, vendiendo masitas y me quedé vendiendo refrescos. Es mi trabajo y no lo cambio por nada, no importa el clima, si hace frío o calor. En un principio elaboraba hojarascas y empanadas blanqueadas y unos dos o tres baldes de refresco. Al final, decidí quedarme con los refrescos, porque ya no me daba tiempo para elaborar las masas” relata doña Zulma, que es madre de cinco hijos.
“Mi mamá era panadera, pero aprendí poco de ella, pues me dejó muy chica, cuando falleció. Desde entonces, me críe con mi madrina, ella me enseñó hacer algunos refrescos y otros, yo me los inventé”, cuenta con orgullo. “Comencé con un baldecito de pelón y luego, empecé a hacer aloja de cebada y maní. Después, hice otros como la soya, piña durazno y ahora, elaboro refrescos con todas las frutas de temporada como manzana, lima, pomelo, maracuyá y quirusilla, que es muy solicitado. Me inventé el refresco de piña y coco al que llamo “copí”, también tengo el “cofru”, que se vende mucho; son refrescos que vendo desde hace unos tres años”.
PC: ¿Cómo le ha afectado la pandemia?
ZJ: “Durante la pandemia dejé de vender. He regresado a mi puesto desde hace dos o tres semanas. Como la cuarentena se prolongó, abrí una pequeña tienda en mi casa para sustentar a mi familia. Vendía masas y aloja de maní y cebada”.
PC: ¿Cuál es el procedimiento para elaborar la aloja de cebada y maní?
ZJ: “Para la aloja de cebada, primero hay que tostar la cebada, hacerla hervir con un poco de maíz, canela, clavo de olor y la cacha de membrillo, hasta que le de color. Luego se cuela el refresco y se deja enfriar para embotellarla. Al día siguiente, se le coloca, otra vez, clavo de olor y se deja que vaya fermentando de tres a cuatro días. A algunos les gusta la aloja madura y a otros tiernita, hay que tener de ambas. Cuando hay buen clima y hce calor, cuatro días son suficientes para que fermente. Algunos le echan chicha, pero yo dejo que madure de manera natural. Cuando hace frío tarda en fermentar una semana o dos”, relata.
“Para la aloja de maní, el proceso es diferente. Hay que tostar el maní, después hay que molerlo y hacerlo cocer. Yo lo pongo a las 7 de la mañana y dejo que hierva hasta las 4 de la tarde para hacerlo cocer bien. Mucha gente suele preguntar “¿está bien cocidito?” porque hay personas que son delicadas del estómago”.
“Voy a estar aquí,hasta que Dios me recoja,es mi trabajo, no importa si hace frío o calor, si vendo mucho o no, estaré aquí”, afirma doña Zulma.