Pablo Morales: “El tatuaje es arte con historia”
Cada detalle del estudio de Pablo Andrés Morales fue trabajado por él
Cada detalle del estudio de Pablo Andrés Morales fue trabajado por él, desde los murales que decoran su pared hasta las numerosas macetas de vibrantes colores que, en algún momento, le abrieron las puertas como artista.
Pablo lleva el talento en las manos desde que era niño. Lo que comenzó como un pasatiempo durante su infancia se convertiría a sus 27 años en un trabajo en el que cambiaría el lápiz por las agujas y tinta, y el papel por la piel como lienzo.
Llegó al campo del tatuaje de manera fortuita, guiado por la curiosidad innata que posee, la misma que lo llevó a pintar macetas con motivos geek, gamer o de anime y que pronto se volvieron muy populares en las convenciones de anime en su ciudad natal, Salta.
“Hubo una etapa en la que dejé las macetas y quería quemar madera. Mi señora me apoyó en todo. Compramos un pirograbador que era un soldador de estaño, “retrucho” -ríe- e intentaba hacer mis dibujos allí y ¡me salían!”, recuerda el artista.
Pablo es un joven nacido en Salta, Argentina y en el año 2016, a sus 23 años, contrajo matrimonio con la tarijeña Paola López, quien para entonces tenía solo 21 años.
La primera vez que observó de cerca el trabajo de un artista de la tinta quedó fascinado por el proceso. Su innata habilidad para el dibujo, lo llevó a pensar “esto es fácil, si tuviera una máquina, yo lo hago ¡ciego!”, recuerda Pablo entre risas. Fue allí donde inició la aventura en la que se embarcaría junto a Paola.
“El primer año hice cien tatuajes, que para mí era muchísimo”, dice Pablo con emoción. Los primeros en mostrar su apoyo incondicional fueron sus seres más cercanos y fue así que pronto comenzó a tatuar a los miembros de su familia, “todos se animaban, tíos, primos, los del barrio. ¡Nadie se salvó!”, lo cuenta con el acento argentino que después de cuatro años, viviendo en Tarija, aún conserva.
“El tatuaje es una modificación corporal permanente, una forma de expresión, un estilo de vida, es el arte plasmado en tu piel”, dice Pablo con convicción, tras haber pasado la tinta por la piel de más de un millar de personas en solo cuatro años.
Estilo de tatuajes de Pablo Morales
En los años que lleva, sabe que aún existen tabúes, estereotipos y prejuicios que rodean a esta práctica. El artista cuenta, “hay clientes que se tatúan asustados, me dicen: mi mamá no sabe ¡y son chicos grandes!”, ríe al recordar esta anécdota, mientras asegura que los prejuicios aún permanecen en las generaciones más antiguas, pero con las nuevas, la perspectiva es otra.
El tatuaje es una forma de arte que no solo involucra al artista como único juez ante su propia obra, también está la satisfacción del cliente. “El tatuaje se vuelve arte cuando existe una complicidad cliente-tatuador y se logra crear un diseño único entre los dos, también sucede que al cliente le puede gustar algún diseño propio del tatuador y decide hacerse una pieza totalmente única e irrepetible” concluye Pablo.
“El trabajo que está detrás del tatuador es el diseño”, sentencia el artista de la tinta.