¿Qué causa el mal aliento?
Elías Vidaurre Médico En el mercado hay muchos productos para la halitosis, como chicles perfumados, enjuagues o aparatos para detectar el mal aliento. Pero lo conveniente es ir a la raíz: las bacterias que lo generan. En la boca existen millones de ellas, y algunas pueden vivir y...
Elías Vidaurre Médico
En el mercado hay muchos productos para la halitosis, como chicles perfumados, enjuagues o aparatos para detectar el mal aliento. Pero lo conveniente es ir a la raíz: las bacterias que lo generan. En la boca existen millones de ellas, y algunas pueden vivir y multiplicarse sin oxígeno. Estas bacterias, llamadas anaerobias, se alimentan de las proteínas que consumimos y liberan compuestos sulfurosos (putrescina y cadaverina) que son los que causan el mal olor, pues se expulsan con el aire espirado.
A tomar en cuenta
Estas bacterias se esconden en los restos de alimentos atrapados entre los dientes y en la parte posterior de la lengua, donde hay menos saliva. Factores que, por tanto, favorecen la halitosis son: Caries profundas que retienen alimentos en ellas. Enfermedad periodontal o de las encías, a veces inadvertida. Lengua sucia, que es tan importante cepillar como los dientes. Dentaduras postizas y prótesis mal ajustadas.
Falta de saliva por tomar medicación antidepresiva u otras causas. Otros factores menos frecuentes pueden ser rinitis, sinusitis o amigdalitis crónica, reflujo gastro-esofágico, úlcera, diabetes, dieta hiperproteica. El café y el alcohol, alimentos tipo ajo o cebolla y los ayunos prolongados también pueden provocarla.
Para decir adiós al mal aliento puedes prestar más atención a algunos hábitos de higiene y alimentación. Límpiate los dientes después de cada comida, incluidos los espacios interdentales con seda dental. No olvides cepillar también el dorso de la lengua. Evita las dietas hiperproteicas, hábitos como el café, el alcohol y el tabaco, y las comidas muy especiadas. Si comes ajo, puedes combinarlo con perejil para evitar el mal aliento.
Come abundantes ensaladas frescas ricas en clorofila, con alimentos como perejil, apio, menta o aguacate. Y algo no menos importante: bebe suficiente agua durante todo el día. Hazte enjuagues con agua y una cucharadita de bicarbonato antes de acostarte. A lo largo del día puedes hacerlo con infusión de romero o menta.
Si la higiene bucal es correcta, la halitosis puede ser una señal de toxinas y desechos
Conviene hacer una cura depurativa hepática con abundancia de verduras verdes
La menta se emplea contra el mal aliento tanto en infusión como en forma de aceiate esencial
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En el mercado hay muchos productos para la halitosis, como chicles perfumados, enjuagues o aparatos para detectar el mal aliento. Pero lo conveniente es ir a la raíz: las bacterias que lo generan. En la boca existen millones de ellas, y algunas pueden vivir y multiplicarse sin oxígeno. Estas bacterias, llamadas anaerobias, se alimentan de las proteínas que consumimos y liberan compuestos sulfurosos (putrescina y cadaverina) que son los que causan el mal olor, pues se expulsan con el aire espirado.
A tomar en cuenta
Estas bacterias se esconden en los restos de alimentos atrapados entre los dientes y en la parte posterior de la lengua, donde hay menos saliva. Factores que, por tanto, favorecen la halitosis son: Caries profundas que retienen alimentos en ellas. Enfermedad periodontal o de las encías, a veces inadvertida. Lengua sucia, que es tan importante cepillar como los dientes. Dentaduras postizas y prótesis mal ajustadas.
Falta de saliva por tomar medicación antidepresiva u otras causas. Otros factores menos frecuentes pueden ser rinitis, sinusitis o amigdalitis crónica, reflujo gastro-esofágico, úlcera, diabetes, dieta hiperproteica. El café y el alcohol, alimentos tipo ajo o cebolla y los ayunos prolongados también pueden provocarla.
Para decir adiós al mal aliento puedes prestar más atención a algunos hábitos de higiene y alimentación. Límpiate los dientes después de cada comida, incluidos los espacios interdentales con seda dental. No olvides cepillar también el dorso de la lengua. Evita las dietas hiperproteicas, hábitos como el café, el alcohol y el tabaco, y las comidas muy especiadas. Si comes ajo, puedes combinarlo con perejil para evitar el mal aliento.
Come abundantes ensaladas frescas ricas en clorofila, con alimentos como perejil, apio, menta o aguacate. Y algo no menos importante: bebe suficiente agua durante todo el día. Hazte enjuagues con agua y una cucharadita de bicarbonato antes de acostarte. A lo largo del día puedes hacerlo con infusión de romero o menta.
Si la higiene bucal es correcta, la halitosis puede ser una señal de toxinas y desechos
Conviene hacer una cura depurativa hepática con abundancia de verduras verdes
La menta se emplea contra el mal aliento tanto en infusión como en forma de aceiate esencial
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