Vestirse bien para el gym
José Arciénaga Preparador físico ¿Conoces el dicho ‘vístete para el éxito’? Bien, pues no aplica solo para tu vida profesional. Lo que decidas usar cuando vas al gimnasio determina cien por ciento tu rendimiento. Es decir, ese sports bra que tienes hace diez años, esa camiseta de...



José Arciénaga Preparador físico
¿Conoces el dicho ‘vístete para el éxito’? Bien, pues no aplica solo para tu vida profesional. Lo que decidas usar cuando vas al gimnasio determina cien por ciento tu rendimiento. Es decir, ese sports bra que tienes hace diez años, esa camiseta de algodón que en vez de regalar designaste para el gym, o esos tenis desgastados, en realidad hacen más difícil tu entrenamiento e incluso pueden hacer estragos en tu cuerpo y en tu piel.
Es cierto que el algodón ayuda a mantener a la raya el mal olor, un beneficio muy deseable cuando se ropa para ejercicio se trata. Pero, a diferencia de la ropa “sintética” el algodón puede absorber literalmente cada gota de sudor. Cuanto más húmeda esté la ropa, más probable es que crezcan bacterias. Y si la piel está expuesta a una prenda llena de bacterias, puede provocar infecciones u hongos. Por eso olvídate de las prendas de algodón y opta por las telas especialmente desarrolladas para hacer ejercicio.
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La ropa de compresión, que está diseñada para permitir el movimiento mientras se comprimen los músculos, está bien. Pero la ropa que es un tamaño demasiado apretada puede hacer más daño que bien. Si el pantalón no te permite doblar la rodilla hasta una sentadilla completa o la camiseta no te deja levantar los brazos arriba de la cabeza, está claro, es demasiado apretada y no va funcionar. Además, la ropa no debe ser tan apretada que restrinja la circulación, sino puede resultar en calambres o dificultando la respiración. Y si te preguntas por qué se te irrita la piel puede ser por la rozadura al usar ropa muy apretada.
¿Conoces el dicho ‘vístete para el éxito’? Bien, pues no aplica solo para tu vida profesional. Lo que decidas usar cuando vas al gimnasio determina cien por ciento tu rendimiento. Es decir, ese sports bra que tienes hace diez años, esa camiseta de algodón que en vez de regalar designaste para el gym, o esos tenis desgastados, en realidad hacen más difícil tu entrenamiento e incluso pueden hacer estragos en tu cuerpo y en tu piel.
Es cierto que el algodón ayuda a mantener a la raya el mal olor, un beneficio muy deseable cuando se ropa para ejercicio se trata. Pero, a diferencia de la ropa “sintética” el algodón puede absorber literalmente cada gota de sudor. Cuanto más húmeda esté la ropa, más probable es que crezcan bacterias. Y si la piel está expuesta a una prenda llena de bacterias, puede provocar infecciones u hongos. Por eso olvídate de las prendas de algodón y opta por las telas especialmente desarrolladas para hacer ejercicio.
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La ropa de compresión, que está diseñada para permitir el movimiento mientras se comprimen los músculos, está bien. Pero la ropa que es un tamaño demasiado apretada puede hacer más daño que bien. Si el pantalón no te permite doblar la rodilla hasta una sentadilla completa o la camiseta no te deja levantar los brazos arriba de la cabeza, está claro, es demasiado apretada y no va funcionar. Además, la ropa no debe ser tan apretada que restrinja la circulación, sino puede resultar en calambres o dificultando la respiración. Y si te preguntas por qué se te irrita la piel puede ser por la rozadura al usar ropa muy apretada.