Ejercicios durante el embarazo
José Arciénaga Preparador físico En primer lugar hay que aclarar que, si no existe ninguna contraindicación, realizar ejercicio moderado durante el embarazo es bueno para la madre y para el bebé. Por ello no debemos temer seguir con nuestra gimnasia o iniciarla gradualmente cuando...



José Arciénaga Preparador físico
En primer lugar hay que aclarar que, si no existe ninguna contraindicación, realizar ejercicio moderado durante el embarazo es bueno para la madre y para el bebé. Por ello no debemos temer seguir con nuestra gimnasia o iniciarla gradualmente cuando estamos embarazadas: es lo recomendable si no existen riesgos para el embarazo.
El ejercicio puede ayudarnos a que nos encontremos mejor y a mantener el peso adecuado, y además puede contribuir a aliviar o prevenir el malestar durante el embarazo. También nos puede dar más energía y preparar el cuerpo para el trabajo de parto, aumentando el nivel de fortaleza muscular y de optimismo. En definitiva, todo son ventajas tanto para el cuerpo como para la mente.
Si no tenemos problemas médicos graves y el embarazo no es complicado o de riesgo, será seguro que hagamos algo de ejercicio. No obstante, es mejor consultar con el médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, porque cada mujer es un mundo y no podemos arriesgarnos, aunque por lógica no está demás evitar el alzar pesos y esforzarse peligrosamente.
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En primer lugar hay que aclarar que, si no existe ninguna contraindicación, realizar ejercicio moderado durante el embarazo es bueno para la madre y para el bebé. Por ello no debemos temer seguir con nuestra gimnasia o iniciarla gradualmente cuando estamos embarazadas: es lo recomendable si no existen riesgos para el embarazo.
El ejercicio puede ayudarnos a que nos encontremos mejor y a mantener el peso adecuado, y además puede contribuir a aliviar o prevenir el malestar durante el embarazo. También nos puede dar más energía y preparar el cuerpo para el trabajo de parto, aumentando el nivel de fortaleza muscular y de optimismo. En definitiva, todo son ventajas tanto para el cuerpo como para la mente.
Si no tenemos problemas médicos graves y el embarazo no es complicado o de riesgo, será seguro que hagamos algo de ejercicio. No obstante, es mejor consultar con el médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, porque cada mujer es un mundo y no podemos arriesgarnos, aunque por lógica no está demás evitar el alzar pesos y esforzarse peligrosamente.
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