Silencio y sospechas en cuartel de Montero tras muerte de un militar

La noche del viernes 10 de mayo, un hecho conmocionó a la guarnición militar del Regimiento Manchego – Satinadores de la Selva, ubicado en la ciudad de Montero, Santa Cruz. El teniente coronel del Ejército, Juan Javier Soliz Cáceres, fue hallado gravemente herido por arma de fuego dentro del recinto militar, y aunque fue trasladado de emergencia a una clínica, falleció minutos después. La Fiscalía investiga el caso como asesinato y, en medio de la conmoción, el presidente del Estado, Luis Arce, exigió una investigación a fondo para esclarecer las circunstancias del hecho.

El primer reporte forense indica que el cuerpo de la víctima presentaba dos impactos de bala en la cabeza, uno en la sien y otro en la nuca, lo que ha incrementado las sospechas de que se trató de un crimen planificado.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP) acudieron al lugar para realizar el levantamiento del cadáver y recolectar evidencias que permitan reconstruir los hechos.

Según el informe preliminar de la Fiscalía, el jefe militar fue encontrado cerca de las 23:30 del viernes, tendido a pocos metros de su domicilio, dentro del mismo recinto donde también residía. A pesar de que aún se encontraba con vida al momento de ser hallado, su estado era crítico y falleció antes de recibir atención médica adecuada. La Policía tuvo conocimiento oficial del hecho alrededor de la 1:00 de la madrugada del sábado.

Investigación por asesinato

El fiscal Luis Alberto Lafuente confirmó que se inició una investigación bajo el tipo penal de asesinato, y que se están tomando declaraciones a las personas que estaban en el lugar del hecho, incluyendo a la pareja del uniformado y otros militares del regimiento.

El comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Russo, informó desde La Paz que se aplicará la prueba de absorción atómica a todos los residentes del Regimiento Manchego, con el objetivo de detectar rastros de pólvora y así establecer si alguno de ellos realizó disparos en las últimas horas.

“Vamos a realizar la prueba de absorción atómica a todos los que viven en el interior del regimiento. Además, se están tomando las entrevistas a la esposa y a los militares que trabajan y viven allí”, indicó Russo, quien también señaló que se esperará el informe completo del examen forense para establecer la data exacta de la muerte y otros elementos que contribuyan a la investigación.

Arce se pronunció

La muerte del teniente coronel Soliz generó consternación en las Fuerzas Armadas y una reacción inmediata del presidente Luis Arce, quien utilizó sus redes sociales para expresar sus condolencias a la familia del oficial y al cuerpo militar. El mandatario pidió a las autoridades esclarecer los hechos lo antes posible.

“Lamentamos la trágica muerte del coronel Juan Javier Soliz Cáceres, comandante del Regimiento Manchego - Satinadores de la Selva. Ante este hecho, hemos instruido una profunda investigación para esclarecer las circunstancias de este crimen, que no puede quedar impune.  En estos momentos de profundo dolor, extendemos nuestras más sinceras condolencias a su familia, seres queridos y a toda nuestra institución castrense”, escribió Arce.

La instrucción presidencial añade presión a una investigación que, hasta el momento, no reporta detenidos, pero se encuentra en plena fase de recolección de pruebas e identificación de los responsables. El Ministerio Público ha evitado brindar hipótesis concluyentes, señalando que se deben esperar los resultados periciales y forenses.

Investigación
Se investigan posibles móviles detrás del crimen, que podrían ir más allá de un conflicto personal o interno.

Una unidad estratégica en una región clave

El teniente coronel Juan Javier Soliz Cáceres era comandante del Regimiento Manchego – Satinadores de la Selva, una unidad de élite especializada en operaciones en zonas de difícil acceso, como el Trópico de Cochabamba. Este regimiento ha sido parte de intervenciones en el Chapare, donde existen antecedentes de enfrentamientos con organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.

El Chapare, calificado como “zona roja” por las autoridades, ha sido objeto de constantes operativos de erradicación de cultivos ilegales, destrucción de laboratorios de droga y clausura de pistas clandestinas. Las funciones de los Satinadores de la Selva, por tanto, los colocan en una posición sensible dentro de la estrategia de seguridad del Estado.