El sujeto la persigue desde el año 2019, tiene antecedentes por agresión
Ante apatía de instituciones, joven denuncia a su acosador por redes
El sujeto, identificado como Daniel Santo Murillo, la perseguía en su ruta al colegio, le enviaba mensajes por redes sociales e incluso fue a buscarla a su domicilio. Las autoridades la responsabilizaron
Una joven tarijeña de nombre Camila Pacheco Bruchs utilizó su cuenta de Facebook para denunciar el acoso del cual es víctima desde el 2019, cuando aún era menor de edad. El sujeto es identificado como Daniel Santo Murillo, quien no solo le envió mensajes y llamó constantemente, sino que también la interceptó en su camino al colegio. En vez de recibir ayuda y apoyo, Camila conoció en carne propia la apatía de las instituciones encargadas de velar por la seguridad de las menores, que no solo revictimizaron, sino que la apuntaron como la culpable de lo que le sucedía.
Se trata de un hombre mayor, quien ya estaba casado, tiene hijas y tiene antecedentes penales por agresiones domésticas, por las cuales su familia no quiere tener ninguna relación con él.
Camila, quien ahora se encuentra en el extranjero, relató que el 2019 radicaba en el municipio de Padcaya. Estaba de viaje, de vacaciones, cuando comenzó a recibir mensajes de la cuenta del sujeto que intentaba establecer una relación. Ella aclaró enfáticamente que nunca respondió ni aceptó ninguna solicitud de amistad.
En ese entonces, la joven trabajaba como modelo y era imagen de algunas empresas. Así fue como la vio por primera vez y por eso comenzó a acosarla, hasta cruzarse en su ruta a su unidad educativa.
“Yo estaba subiendo y de un callejón aparece esta persona y me toma por la espalda, me agarra de la cintura y me dice que me había visto por Facebook, que yo había salido en los periódicos, que era fan mío y quería sacarse unas fotos. A lo que yo le respondo ‘no, perdón, voy atrasada’, pero no me soltaba”, relató.
Cuando logró soltarse y escapar, asustada corrió hasta la oficina de su padre para contarle lo ocurrido. No fue la única vez, el episodio se repitió en dos oportunidades y es por eso que la víctima ya no podía ir sola a clases por el temor que sentía. Incluso esta persona una vez le envió una carta con una de sus compañeras de curso.
Un día, al ir a clases, mostró a su padre al sujeto que la acosaba. Su progenitor la dejó en la escuela y luego fue tras el sindicado, al encontrarlo, lo llevó hasta dependencias policiales para sentar la denuncia. Al requisar su vehículo encontraron más cartas dirigidas a Camila con mensajes que decían que soñaba con ella y que se estaba separando de su esposa e hijas. Además, hallaron fotos de ella.
“En ese instante no pudieron hacer nada, porque no podían detenerlo solamente por tener fotos mías, pero quedó una pequeña constancia de que no se podía acercar. Mi mamá no me dejaba salir sola, tuve que cambiar toda mi rutina y dejar todas mis actividades extracurriculares”, lamentó.
Nada de esto fue suficiente, pues Daniel Santo Murillo volvió a escribirle desde otra cuenta, la amenazó diciendo que si ella no respondía él iría a su casa, y así lo hizo. A la mañana siguiente tocó el timbre buscándola, por lo que sus familiares lo trasladaron ante la Policía y estuvo arrestado durante ocho horas.
La víctima y su familia supusieron que todo eso ya era suficiente evidencia para que puedan ejercerse medidas de protección, no ocurrió así, incluso ellos fueron los increpados por el personal de la Defensoría de la Niñez y la Fiscalía.
“El psicólogo de la Defensoría me ponía en una situación como si hubiera sido mi culpa, no me creían que no respondía los mensajes. La fiscal (a quien identificó como Nancy C.) le decía a mis papás que me quiten el celular si no quieren que eso pase”, dijo, al afirmar que también escuchó a otras personas que reclamaron por la atención recibida por esa autoridad.
No suficiente con esas insinuaciones, en la Defensoría de la Niñez le dijeron que, para dar validez a su denuncia, debía hacerse un examen forense, a lo que se negó porque no la habían violado.
Cuestionó que mientras no exista un hecho de esta gravedad, las instituciones no actúen en prevención, “no podía esperar a que me violen o me rapten”, solamente le pidieron la presentación de dos garantes.
A dos años de estos hechos, la pesadilla de Camila volvió. Sus temores nuevamente están presentes, pues este lunes recibió mensajes de familiares y amigos que le contaban que Daniel Santo Murillo volvió a buscarla en Padcaya, diciendo incluso que ella antes había sido su pareja.
Camila ya no cree en las instituciones, por eso acudió a su red social, desde donde ha recibido centenares de mensajes que le recalcan que no está sola.
Instituciones “intentan” movilizarse ante el acoso
Al no recibir una atención oportuna desde las instituciones, la víctima tuvo que recurrir a sus redes sociales y es así que cobró relevancia su caso, pues fueron miles las personas que reaccionaron y que también expresaron su solidaridad o compartieron otros testimonios.
Ante esa situación, la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez Salazar, no descartó la posibilidad de abrir una investigación contra la fiscal que llevó el caso, a quien Camila identificó como Nancy C.
Por otra parte, la Defensoría del Pueblo abrió de oficio una indagación, trabaja en la recolección de los informes y documentación para establecer el procedimiento.