Cumplen los controles en tres turnos
Militares, los guardianes incansables de San Luis
La zona de San Luis, ha sido el único punto de la ciudad de Tarija que ha contado con un puesto de control fijo y constante desde el inicio de la cuarentena, hasta la fecha
“¿Hola?, buenas noches, podría traerme dos hamburguesas?, - ¡Claro que sí, ¿para dónde?! – A San Luis, pasando los cuarteles – Ah.. lo siento, pero no hacemos envíos a esa zona”, es el extracto de una conversación vía WhatsApp entre Ángela, una vecina del barrio San Luis, con la propietaria de un negocio de comida rápida que ofrecía por las redes sociales sus productos, con servicio de delivery incluido.
Ángela revela que las personas temen ir por su barrio, debido a los controles militares permanentes. Explica que los taxis, los deliverys no autorizados y las personas comunes que están transitando casi de manera normal y libre por toda la ciudad, no quieren pasar por San Luis tampoco por San Gerónimo, debido precisamente a los controles militares.
Por ello, afirma que su barrio es tal vez el más protegido y de alguna forma, un tanto más seguro que el resto de la ciudad, toda vez que ésta sería la única zona en toda la capital, que ha contado con un punto de control fijo desde el inicio de la cuarentena.
Pero esto tienen un motivo y es que en San Gerónimo -entrada a San Luis- están ubicadas las tres unidades militares que forman parte de la Guarnición Militar de la ciudad, como son el Batallón Eustaquio Méndez, El Regimiento Padilla y la IV Brigada Aérea.
Las declaraciones de Ángela se constatan al transitar por diferentes arterias de la ciudad como la zona central, las diferentes avenidas, la circunvalación, los mercados y otros puntos, pues se observa, al menos en horas de la mañana, un tránsito fluido y casi normal, sin la presencia de policías o militares que controlen cédulas de identidad o permisos para la circulación de motorizados.
Esto, salvo una que otra zona, donde se puede evidenciar algún punto de control ocasional. Similar percepción tiene Milton Fernández, un vecino de San Gerónimo, quien además tiene una tienda casi al lado del puesto de control de los militares.
“Desde que ha empezado la cuarentena, los soldados siempre han estado aquí, prestos a dar seguridad y control”, expresa. Sin embargo, aclara que si bien esta presencia militar les da a los vecinos de la zona una sensación de seguridad, es tan solo una sensación, puesto que en otras partes de la ciudad no hay tales controles y las personas que salen de su barrio pueden ir a cualquiera de estos sitios y contraer el virus.
“Nos da una sensación de seguridad, pero ese control debería ser para todos. Nosotros estamos alegres, porque de alguna forma los soldados están controlando y nos vigilan los barbijos y todo, pero eso debería ser en todo lado”, añade.
Consultado sobre los efectos de este estricto control militar en su negocio, dice que de cierta manera se ha visto perjudicado económicamente, toda vez que al estar tan próximo al punto de control, los militares están constantemente controlando su tienda, como también a las demás que están por el lugar. Verifican el cierre a hora, el uso de los barbijos y la no existencia de aglomeraciones.
“Pienso que en otros lugares como el Campesino abren porque todos debemos al banco, tenemos deudas que pagar, es la necesidad. El Gobierno no está haciendo nada, nos ha dado 500 bolivianos y no hay más. Yo los entiendo y sé que no están abriendo por malos, sino por necesidad. Todo el mundo debe al banco”, justifica.
Militares
El País intentó hablar con el comandante de la IV Brigada Aérea, coronel Edwin Salazar, pero fue imposible. Estaba ocupado a toda hora; sin embargo, un efectivo militar que era parte del punto de control en la zona, accedió a dialogar y confirmó que ese punto de control al ingreso a San Luis ha estado de manera permanente desde que comenzó la cuarentena a nivel nacional.
Detalló que para dicho puesto de control se designan tres grupos de militares conformados por 10 efectivos cada uno, éstos realizan turnos de 6 horas, por lo que aquella zona está vigilada 18 de las 24 horas del día por efectivos militares. El único horario que está libre de control es en la madrugada.
Sin embargo, el militar, aclaró que no es el único puesto de control al cual ellos asisten. Refirió que hay otros más que son definidos de manera estratégica. Pero éstos no están fijos y constantes desde el inicio de la cuarentena.
“El Ejército está desplegando personal militar en distintos puntos de control para que la gente pueda reflexionar sobre lo que está pasando y no estemos llevando personal en vano. Las FFAA hacen estos controles para que se llame a la conciencia de la población y no salga de su casa, y colabore con el control de la pandemia”, dijo.
Consultado sobre la alimentación de los soldados que están realizando los controles, éste manifestó que esto corre por cuenta del Ejército, instancia les brinda el desayuno, almuerzo y cena diaria. Sin embargo, aprovechó la ocasión para agradecer a todos aquellos vecinos que pasaron por el punto para darles algo de comer o beber, a manera de retribución por la labor desempeñada.
Finalmente, respecto a si tuvieron algún problema durante los controles, manifestó que últimamente, cuando llega el fin de semana, las personas están saliendo de sus domicilios para comprar bebidas alcohólicas, o pasan por el punto de control con aliento alcohólico. En estas situaciones, ellos proceden a dar parte a la Policía, con el objetivo de que se proceda de acuerdo a la norma.