Se entregó asesino que mató joven en boliche
Un hombre de 37 años que se entregó en una comisaría de Vicente López quedó detenido acusado de haber sido quien el jueves pasado mató de dos puñaladas con un abrecartas a un joven en la salida de un bar del barrio porteño de Palermo. El imputado fue identificado como Antonio Santiago...



Un hombre de 37 años que se entregó en una comisaría de Vicente López quedó detenido acusado de haber sido quien el jueves pasado mató de dos puñaladas con un abrecartas a un joven en la salida de un bar del barrio porteño de Palermo.
El imputado fue identificado como Antonio Santiago Ramos Chávez, quien quedó acusado del “homicidio simple” de Leonardo Javier Costa Vidal, cometido hace seis días a metros del bar Makena, ubicado en Fitz Roy 1519.
En una declaración que no tiene validez judicial, al entregarse en la comisaría 2da. de Vicente López, en Florida, Ramos Chávez dijo que se presentaba para ponerse a disposición de la Justicia y que se había “defendido” con el abrecartas luego de haber sido golpeado por un patovica y la víctima, quienes le habían impedido el ingreso al lugar.
Pero cuando fue indagado por la jueza Yamile Susana Bernan y el fiscal que investigó el hecho, Marcelo Munilla Lacasa, se negó a declarar.
Si bien trascendió la jornada de ayer, Ramos se entregó en la comisaría el mismo jueves del crimen pero en horas de la noche, cuando los investigadores ya lo tenían identificado y estaba por allanar su domicilio en Vicente López.
Según lo que pudieron reconstruir el titular de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 27, Munilla Lacasa, y los detectives de la comisaría vecinal 14 B, todo se dio por una discusión en la puerta del boliche.
Costa, quien era empleado de un canal de cable, era habitué del bar, conocía a los dueños y empleados y aquella madrugada, alrededor de las 4, cuando se retiraba junto a un amigo, ayudó a un patovica a impedir el ingreso de Ramos, quien estaba acompañado por una mujer.
“Dentro del local no sucedió nada, el problema fue en la puerta cuando la víctima se iba y paró a darle una mano al patovica que no dejaba entrar al imputado. Le dijo que no iba a poder entrar y le dio un empujón”, contó uno de los investigadores.