Dan 30 años de cárcel a feminicida en Tarija
Una pena de 30 años de cárcel fue dictaminada, el jueves 29 de agosto, por el Tribunal Primero de Sentencia en la Capital de Tarija, en contra de Pánfilo Acosta Gaspar por el delito de feminicidio en contra de su ex pareja Lucrecia F.A.P. La sentencia se la realiza a más de un año del...



Una pena de 30 años de cárcel fue dictaminada, el jueves 29 de agosto, por el Tribunal Primero de Sentencia en la Capital de Tarija, en contra de Pánfilo Acosta Gaspar por el delito de feminicidio en contra de su ex pareja Lucrecia F.A.P. La sentencia se la realiza a más de un año del asesinato.
La pena sin derecho a indulto, que deberá ser cumplida en la cárcel de Morros Blancos, fue interpuesta en circunstancias de que el acusado, conforme la prueba presentada durante el juicio, extranguló a la victima con un lazo al interior de su domicilio ubicado en el municipio de Padcaya, el pasado 26 de julio de 2018.
Un menor con discapacidad auditiva, fue testigo presencial del crimen, el cual mediante lenguaje de señas ha podido explicar como ha ingresado el acusado al domicilio y ha procedido a estrangular a su abuela, informó la abogada de la víctima, Isabel Antezana.
Como resultado del crimen, tres menores han quedado en orfandad además del nieto (testigo del caso).
El acusado que convivió por más de 30 años con la víctima, tenía un proceso de violencia intrafamiliar, además de denuncias de agresiones y amenazas, incluyendo días de incapacidad para la mujer.
La pena sin derecho a indulto, que deberá ser cumplida en la cárcel de Morros Blancos, fue interpuesta en circunstancias de que el acusado, conforme la prueba presentada durante el juicio, extranguló a la victima con un lazo al interior de su domicilio ubicado en el municipio de Padcaya, el pasado 26 de julio de 2018.
Un menor con discapacidad auditiva, fue testigo presencial del crimen, el cual mediante lenguaje de señas ha podido explicar como ha ingresado el acusado al domicilio y ha procedido a estrangular a su abuela, informó la abogada de la víctima, Isabel Antezana.
Como resultado del crimen, tres menores han quedado en orfandad además del nieto (testigo del caso).
El acusado que convivió por más de 30 años con la víctima, tenía un proceso de violencia intrafamiliar, además de denuncias de agresiones y amenazas, incluyendo días de incapacidad para la mujer.