Hallan cuerpo de mujer en un monte, comido por perros
La angustia terminó de manera brutal para una humilde familia de Suncho Corral, en Santiago del Estero (Argentina). Malena Sabrina Cisneros de 19 años, faltaba de su casa desde el 24 de junio pasado, cuando junto a su mamá había asistido a una fiesta religiosa en Colonia San Juan, Figueroa en...
La angustia terminó de manera brutal para una humilde familia de Suncho Corral, en Santiago del Estero (Argentina). Malena Sabrina Cisneros de 19 años, faltaba de su casa desde el 24 de junio pasado, cuando junto a su mamá había asistido a una fiesta religiosa en Colonia San Juan, Figueroa en donde recidía su padre.
“Vete, yo vuelvo después”, le dijo a su mamá, Elvecia, madre de otros 12 hijos y separada hace 15 años de un marido golpeador. Pero Malena no volvió más. Los días pasaron y la angustia latente crecía. “¡No sé si está viva o muerta, pero siento que algo malo le ha pasado a mi hija. Ella no merecía que le pase eso...”, le dijo la mujer a El Liberal cuando aún no se sabía del paradero de la joven.
Si bien el entorno de la chica aseguraba que ella padecía un retraso madurativo, su madre aseguraba que eso era algo que no estaba confirmado porque “nunca fue revisada por un médico”.
Esa angustia, este martes terminó con el cotejo de ADN llevado a cabo a partes óseas encontradas en el área de una pista de carreras cuadreras, en un radio de casi 3 kilómetros. Allí se encontró un cráneo según confirmó la fiscal Ángel Belluomini, a cargo de la investigación, y se determinó que pertenecía a la joven.
En un primer momento cobró mucha fuerza la teoría de que el cadáver había sido devorado por chanchos, pero el informe del antropólogo del Poder Judicial que intervino en la causa determinó que la mayoría de las mordeduras que presentaban los huesos eran de perros quiene devoraron los tejidos blandos.
La investigación
Para entender el caso, es necesario retrotraerse a la penúltima semana de junio. El domingo 23, se desarrollaba una fiesta en Colonia San Juan, en el que residen unos pocos pobladores, pero que para esa fecha llegan miles de personas desde distintos puntos de la provincia y del país.
Malena se habría trasladado con su madre y unas hermanas hasta el pueblo, al igual que otros cientos de vecinos de Suncho Corral. Por la noche, Malena asistió a un evento bailable en cercanías de una pista cuadrera. Todo era música y diversión, sin imaginar que todo se convertiría en una tragedia en cuestión de horas.
Primero, su mamá apuntó hacía su ex pa reja y padre de la chica. “Algo tiene que ver (con la desaparición de Malena). Sé que la policía lo demoró”, explicaba a los pocos días cuando recién se iniciaba la investigación. Sin embargo, con el correr de la investigación, la policía empezó a hilvanar otra teoría: la mataron para ocultar un abuso sexual.
Según la hipótesis que maneja el fiscal en la madrugada del 24 y finalizado el evento, Malena salió del lugar y comenzó a dialogar con una adolescente. En ese momento se habría acercado el novio de ésta última, conocido como “Gordo Ñoño”.
Aparentemente, el sujeto se habría querido llevar a Malena por la fuerza hasta una zona distante 4 kilómetros conocida como “La Fortaleza”. Allí la introdujo en una zona montuosa y la abusó sexualmente en presencia de la otra chica. Posteriormente, el acusado la mató, abandonó el cuerpo y los animales hicieron el resto.
“Vete, yo vuelvo después”, le dijo a su mamá, Elvecia, madre de otros 12 hijos y separada hace 15 años de un marido golpeador. Pero Malena no volvió más. Los días pasaron y la angustia latente crecía. “¡No sé si está viva o muerta, pero siento que algo malo le ha pasado a mi hija. Ella no merecía que le pase eso...”, le dijo la mujer a El Liberal cuando aún no se sabía del paradero de la joven.
Si bien el entorno de la chica aseguraba que ella padecía un retraso madurativo, su madre aseguraba que eso era algo que no estaba confirmado porque “nunca fue revisada por un médico”.
Esa angustia, este martes terminó con el cotejo de ADN llevado a cabo a partes óseas encontradas en el área de una pista de carreras cuadreras, en un radio de casi 3 kilómetros. Allí se encontró un cráneo según confirmó la fiscal Ángel Belluomini, a cargo de la investigación, y se determinó que pertenecía a la joven.
En un primer momento cobró mucha fuerza la teoría de que el cadáver había sido devorado por chanchos, pero el informe del antropólogo del Poder Judicial que intervino en la causa determinó que la mayoría de las mordeduras que presentaban los huesos eran de perros quiene devoraron los tejidos blandos.
La investigación
Para entender el caso, es necesario retrotraerse a la penúltima semana de junio. El domingo 23, se desarrollaba una fiesta en Colonia San Juan, en el que residen unos pocos pobladores, pero que para esa fecha llegan miles de personas desde distintos puntos de la provincia y del país.
Malena se habría trasladado con su madre y unas hermanas hasta el pueblo, al igual que otros cientos de vecinos de Suncho Corral. Por la noche, Malena asistió a un evento bailable en cercanías de una pista cuadrera. Todo era música y diversión, sin imaginar que todo se convertiría en una tragedia en cuestión de horas.
Primero, su mamá apuntó hacía su ex pa reja y padre de la chica. “Algo tiene que ver (con la desaparición de Malena). Sé que la policía lo demoró”, explicaba a los pocos días cuando recién se iniciaba la investigación. Sin embargo, con el correr de la investigación, la policía empezó a hilvanar otra teoría: la mataron para ocultar un abuso sexual.
Según la hipótesis que maneja el fiscal en la madrugada del 24 y finalizado el evento, Malena salió del lugar y comenzó a dialogar con una adolescente. En ese momento se habría acercado el novio de ésta última, conocido como “Gordo Ñoño”.
Aparentemente, el sujeto se habría querido llevar a Malena por la fuerza hasta una zona distante 4 kilómetros conocida como “La Fortaleza”. Allí la introdujo en una zona montuosa y la abusó sexualmente en presencia de la otra chica. Posteriormente, el acusado la mató, abandonó el cuerpo y los animales hicieron el resto.