Camina 10 km para ver a su mujer en el hospital
Un hombre de 99 años camina 10 kilómetros por día para ver a su mujer, quien está internada en un hospital de la ciudad estadounidense de Nueva York. El protagonista de esta historia es Luther Younger, un veterano de la Guerra de Corea, que enfrenta todas las adversidades para ir a ver a...



Un hombre de 99 años camina 10 kilómetros por día para ver a su mujer, quien está internada en un hospital de la ciudad estadounidense de Nueva York.
El protagonista de esta historia es Luther Younger, un veterano de la Guerra de Corea, que enfrenta todas las adversidades para ir a ver a Waverlee. “No soy nada sin mi esposa”, dijo al explicar sus largas caminatas. “Ella es mi dulce taza de té. Ella venía, me besaba y me decía bebé. Quiero verla como antes ya mismo. Todo es muy duro, no soporto verla allí de esa manera”, lamentó.
La salud de la mujer se agravó a partir de 2009, cuando le detectaron un cáncer cerebral. Por eso, comenzó a tratarse, pero su salud se deterioró y debió quedar internada. Sin embargo, nada interrumpe el amor que se sienten estas dos personas, por lo que a Younger no le importa si hace mucho calor o si llueve. Todos los días deja su casa y camina hasta el hospital. “Sólo quiero ir allí y verla”, afirmó.
Su historia se volvió popular en Nueva York, donde Luther ya se volvió un personaje conocido por todos, por lo que iniciaron una campaña para ayudarle.
El protagonista de esta historia es Luther Younger, un veterano de la Guerra de Corea, que enfrenta todas las adversidades para ir a ver a Waverlee. “No soy nada sin mi esposa”, dijo al explicar sus largas caminatas. “Ella es mi dulce taza de té. Ella venía, me besaba y me decía bebé. Quiero verla como antes ya mismo. Todo es muy duro, no soporto verla allí de esa manera”, lamentó.
La salud de la mujer se agravó a partir de 2009, cuando le detectaron un cáncer cerebral. Por eso, comenzó a tratarse, pero su salud se deterioró y debió quedar internada. Sin embargo, nada interrumpe el amor que se sienten estas dos personas, por lo que a Younger no le importa si hace mucho calor o si llueve. Todos los días deja su casa y camina hasta el hospital. “Sólo quiero ir allí y verla”, afirmó.
Su historia se volvió popular en Nueva York, donde Luther ya se volvió un personaje conocido por todos, por lo que iniciaron una campaña para ayudarle.