El Valle Central de Tarija ante una bomba de tiempo, con consecuencias irreversibles
Reservorios de aguas subterráneas en Tarija están siendo sobreexplotadas
Las aguas subterráneas son fundamentales para el ciclo hídrico, pero la contaminación y la sobreexplotación amenazan su continuidad poniendo en riesgo al valle central
El Valle Central de Tarija está rodeada de cadenas montañosas, la más importante es la Cordillera de Sama donde se registra la mayor cantidad de precipitaciones que generan dos tipos de fuentes de aguas: las superficiales y las subterráneas. Boris Fernández, Director de Medio Ambiente del Municipio de Cercado-Tarija, asegura que “las aguas subterráneas son parte importante de las reservas del valioso líquido, sin embargo, están en riesgos porque terminarán agotándose por la excesiva extracción y por los daños que se están ocasionando a las cabeceras de agua”.
Dos son las áreas de recargas de aguas subterráneas vitales para el valle central de Tarija: una se encuentra ubicada en el pie de monte de la Cordillera de Sama, con sus subcuencas del Rincón de la Victoria y Coimata, que son de años tritio - aguas jóvenes que no superan los cuarenta años -, la otra área de recarga es la franja de pie de monte de Guerra Huayco y San Andrés, que son de años carbono 14 -aguas antiguas de mil a cuatro mil años -.
Las aguas subterráneas se forman por un fenómeno natural que es la lluvia, que llega a filtrarse en la tierra y no solo descarga en el caudal de los ríos, lagos y otras masas de agua superficiales sino también se filtra a través de rocas permeables hasta las reservas de las aguas subterráneas, por lo tanto, es de gran importancia ya que cumple una función vital alimentando la biosfera incluso en momentos de extrema sequía en superficie. En el mundo el agua dulce representa solo el 3%.
La profundidad de las aguas subterráneas cambia, en el caso de la zona de San Andrés se pueden encontrar a una profundidad de hasta 2 metros siendo más fácil su extracción en forma de pozos, pero también su contaminación. Más cerca de la ciudad estas aguas están a profundidades mayores de 100 metros. “Lo paradójico es que estos lugares no son aptos para hacer una sobreexplotación”, expresó Freddy Orellana, docente de la carrera de Gestión Ambiental de la Universidad Privada Domingo Savio.
Por su parte, Orellana, facilitó un estudio ambiental de la zona de amortiguamiento externo de la reserva Biológica Cordillera de Sama elaborado y compilado por la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN) y AMANDES SRL. El documento está considerado el Plan Departamental de Agua, en el cual se identifican macro problemas centrales relacionados con el acceso, uso y gestión de las aguas subterráneas y superficiales como:
La erosión de suelos; inundaciones, desbordes de ríos y quebradas en cauces poco controlados que en época de lluvia con pérdidas de cosechas y terrenos; los esfuerzos limitados y aislados para una gestión integrada de recursos hídricos y manejo integral de cuencas, y por último está presente también la falta de concientización en el uso racional del agua y pocos sistemas de información, control y monitoreo de los recursos hídricos.
Las amenazas
Las aguas subterráneas se agotarán y no habrá vuelta atrás porque este líquido elemento tarda miles de años en acumularse, los principales factores contaminantes para su colapso son: los químicos utilizados en la agricultura por los productores de Tarija, las urbanizaciones construidas en las áreas de recarga sin control ni fiscalización de las autoridades y los pozos sépticos ilegales construidos en los barrios periurbanos.
Orellana, indicó que “uno de los principales contaminantes de aguas subterráneas son los químicos que se utiliza en la agricultura, las personas que se dedican a esto realizan cultivos cada cierto periodo de tiempo, necesitan colocar insecticidas a la producción para que salga un producto atractivo para el consumo humano, pero lo que hace este veneno es contaminar las aguas subterráneas ya que cuando llueve el agua hace que todo el veneno caiga al suelo y esto se penetra hasta llegar a las aguas subterráneas ocasionando la contaminación”.
Otra amenaza identificada son los procesos de urbanización hacia los límites de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama (RBCS). La presión de expansión urbana está asociada a lo atractivo del lugar al pie de la Cordillera de Sama y la proximidad a la ciudad de Tarija, atrayendo a citadinos con capacidad de adquirir terrenos, que buscan estos lugares para residencias y establecer actividades comerciales. Pero además esta presión conlleva la emergencia de conflictos por el uso de las fuentes de agua para consumo humano y riego. (PMRBCS, 2016, pág. 189, citado por el estudio ambiental de la zona de amortiguamiento externo de la reserva biológica Cordillera de Sama).
La arquitecta Soraya Antezana, Directora de Planificación del Municipio de Cercado-Tarija informó que “esta repartición es la encargada de identificar y proteger las aguas subterráneas para que no invadan, obstruyan y no haya construcciones clandestinas sobre los afluentes, para esto estamos realizando una planificación a fin de lograr un mejor control y fiscalización”.
Acerca de los pozos sépticos, Orellana asegura que “son sistemas de residuos eficientes que benefician a la población que no cuentan con alcantarillado público, pero si no se hace un buen mantenimiento de estos pozos sus bacterias, virus y otros contaminantes pasarán a contaminar las aguas subterráneas”.
Cecilio Vargas, Gerente de Proyectos de la Cooperativa de Servicio de Agua y Alcantarillado (COSAALT R.L.), informó que “existen aproximadamente 130 pozos de donde se extraen las reservas de aguas subterráneas”, de estos, 55 son pozos administrados por Cosaalt y activados en época de estiaje cuando no tenemos la cantidad de agua superficial necesaria, los otros 50 pozos son manejados por Comités de Agua o por Sistemas Independientes y aproximadamente 25 pozos son de las industrias como: Kohlberg, la Cascada, Coca Cola entre otras.
A su vez Vargas, menciona que “hay una normativa que se debe cumplir para la construcción de pozos de agua y son: el olor, color, sabor, turbiedad y desinfección del agua para ser apta para el consumo humano tanto las superficiales como subterráneas”.
Riesgo real
La Ley N°044/2012 Agua para Consumo de la Gente y la Producción, tiene por objeto garantizar el agua, a través de la identificación, elaboración de estudios y construcción de presas, atajos, perforaciones de pozos profundos y otros, para el consumo humano, la producción agropecuaria, generación de energía hidroeléctrica y otros, en beneficio de la población del Departamento de Tarija, aseguró Antezana, sin embargo, no siempre se cumple ni se respeta ante la pasividad de las autoridades
La falta de inversión institucional de los tres niveles de gobierno en la conservación y dotación de agua alternativa y la escasez de información y socialización a las personas sobre la importancia de las aguas subterráneas, señalan los expertos, está ocasionando que se malgasten, se contaminen y se sobreexploten estos recursos naturales que en algún momento serán lo único que habrá cuando se agote el agua potable de las aguas superficiales, debido a una extracción radical y ofensiva que se convertirá en una bomba de tiempo. El mundo entero se ha volcado en proteger sus aguas subterráneas, mientras que en Tarija parece que el asunto pasa a segundo plano.
Las amenazas a las aguas subterráneas
Los agroquímicos
Una de las amenazas más acuciantes para las reservas de agua subterráneas es el uso indiscriminado de agroquímicos en prácticamente todo el territorio. Científicamente está demostrado que los plaguicidas que se utilizan en determinados cultivos acaban penetrando en la tierra con las lluvias y alcanzando las aguas subterráneas, corrompiéndolas.
La presión urbana
Otra gran amenaza para las aguas subterráneas es, como no, la que viene de la mano del hombre. La presión urbana ha ido expandiendo la mancha por todo el valle central y se han ido creando urbanizaciones al pie de la montaña, lo que en sí constituye una amenaza para las aguas subterráneas por el impacto sobre las fuentes, las corrientes y el impacto con los desechos en lugares no regulados.
La sobreexplotación industrial
Diferentes empresas utilizan sus propios pozos para abastecer sus necesidades industriales a gran escala. Los expertos advierten que esto se hace además sin ningún control efectivo por parte de las autoridades de medio ambiente, lo que puede estar generando un problema serio en el subsuelo y un agotamiento precipitado, contribuyendo a la sequía en el valle central.
¿Y es un plan hidrológico departamental?
Diferentes estudios y propuestas desarrolladas desde ONG o a petición de los niveles de gobierno han sugerido medidas y planes para la gestión del agua en el departamento de Tarija, sin embargo, esto no se ha traducido en proyectos y obras concretas que permitan cubrir las necesidades de agua de las comunidades y las personas y, a la vez, conservar la riqueza acuífera.
Tarija forma parte de la cuenca del río de la Plata, a la que alimentan los dos días más importantes del departamento, el Pilcomayo y el Bermejo. Sama, Tariquía y el Aguaragüe contribuyen a llenar el acuífero más importante del cono sur, sobre el Gran Chaco Sudamericano, al que contribuye decisivamente el ciclo hídrico desde los Andes con el Pilcomayo como paradigma.
El problema del agua sigue siendo el principal de las comunidades campesinas tanto en la zona alta, donde cada año se padecen sequías que perjudican las siembras y vacían las lagunas; en el valle central, con el perjuicio para la producción hortofrutícola, y en el Chaco, donde el impacto además afecta a la ganadería, donde se pierden muchas cabezas de ganado por falta de agua.
En Bermejo el problema no es solo de orden productivo, sino que después de años de bonanza e ingentes recursos administrados, sigue sin haber un sistema de agua potable de calidad y la provisión depende del bombeo de agua desde el río Bermejo a través de un sistema eléctrico que tampoco es estable, por lo que en demasiadas ocasiones los bermejeños se ven obligados a almacenar agua, lo que contribuye a la propagación del mosquito del dengue.
Desde el Gobierno nacional en los últimos años se han impulsado hasta tres versiones del programa Mi Agua y dos de Mi Riego, que han hecho proliferar sistema de almacenamiento con membranas, pero en general, no han servido para resolver los problemas de agua. Tampoco a través del Prosol, que desde 2014 se obliga a destinar una parte a recursos hídricos.
Desde diferentes sectores se plantea la elaboración de un plan hidrológico departamental que permita ordenar las infraestructuras de agua potable y de riego, ordenando las inversiones de los diferentes programas para optimizar esfuerzos, sin embargo, por el momento, no parece que esto vaya a concretarse.