Vida en pandemia
Cuando la calle es un peligro: Un decálogo para cuidar a nuestros hijos
La calle jamás estará exenta de riesgos, por lo que debemos enseñar a los hijos a saber comportarse en ella, convivir con los peligros y aprender a resolver conflictos
Aunque los niños en medio de la pandemia por Covid-19 salen mucho menos, es inevitable tenerlos que llevar a algunos lugares con nosotros, especialmente si no tenemos con quién dejarlos. En este sentido las calles son todo un peligro para ellos y lo fueron desde siempre, más aún los padres siempre hemos creído que lo sabemos todo sobre ellas.
Pero existen peligros que están presentes a diario y se nos escapan. Aunque no somos conscientes, las calles de nuestras ciudades están llenas de amenazas para los más pequeños: veredas levantadas, desniveles por raíces de árboles, zanjas por obras mal señalizadas, coches parqueados en doble fila… Incluso los parques infantiles tienen sus riesgos.
¿Cómo podemos evitar que les suceda algo? La solución, según los expertos y como veremos a continuación, está sobre todo en enseñar a los niños a comportarse en la vía pública y convivir con los peligros. Pero también está en manos de las instituciones: ellas tienen la obligación de minimizar los riesgos y tratar de mantener las calles como un entorno seguro y transitable.
Principales riesgos de la calle para los niños
La calle es un entorno que nunca estará exento de peligro. Por eso, "es importante enseñar a los niños a desenvolverse con naturalidad en ella y a resolver los conflictos", indican los expertos.
Hay muchas situaciones que pueden poner en riesgo a los más pequeños, pero los principales accidentes graves o mortales en niños en la calle se producen como peatones, mayoritariamente por atropello y un 13 % en pasos de peatones.
¿Por qué? Entre otros factores, los menores son demasiado pequeños para ser vistos por los coches y, a su vez, para poder ver los obstáculos de la calle. Conviene tener en cuenta, además, que el campo visual de los niños de hasta ocho años es del 50 % y que "su percepción del entorno es muy diferente a la de un adulto, siendo menor su capacidad de predecir desenlaces y prevenir situaciones inminentes", apuntan los pediatras.
Por eso, los expertos consideran fundamental que los menores "conozcan y cumplan cada una de las normas de tránsito de peatones, especialmente las indicadas para ellos y su seguridad".
Cómo proteger a tus hijos de estos riesgos
¿Qué normas básicas para ir por la calle debe conocer sí o sí todo niño? Aunque parece una obviedad, lo más básico no siempre se cumple: lo más importante es que aprendan que se debe transitar solo por las aceras.
La revista de salud Consumer Eroski nos brinda algunos consejos y apunta que los menores tienen que saber que se debe cruzar solo por los pasos de peatones, cuando los vehículos se hayan detenido, y que no se debe correr ni jugar en las aceras. Pero, sobre todo, "deben saber que al estar en la calle se convierten en peatones, y los peatones tienen la responsabilidad y la obligación de comportarse cívicamente.
Para proteger a tus hijos de los riesgos de la calle y que transiten seguros, debes darles a conocer y cumplir el siguiente decálogo:
1. ¡Atención a semáforos y pasos de peatones! Aunque el semáforo esté en verde o haya un paso de peatones, hay que esperar a que el coche pare. En los pasos de peatones se debe mirar a ambos lados.
2. Hay que ir siempre acompañados y de la mano de un adulto.
3. Al caminar por la calle, los niños deben ir por la parte interna de las aceras.
4. No se puede correr por la acera (puede haber obstáculos que desconocemos).
5. Hay que estar atento a los garajes y a las salidas y entradas de vehículos en ellos. Mirar siempre antes de cruzar por un garaje.
6. Tener mucho cuidado al pasar entre coches parqueados (es muy difícil que vean a un niño de pocos años) y jamás colocarse detrás de uno.
7. Si se ha empezado a cruzar una calle, ¡nunca hay que volver hacia atrás! El conductor que le ha visto avanzar puede intentar pasar por detrás.
8. Hay que tener mucho cuidado en el momento de entrar y salir del automóvil; se debe subir y bajar por el lado de la acera.
9. No parquear nunca en doble fila ni ir con prisas al llevar o recoger a los pequeños del colegio. Con las prisas pueden correr entre los coches sin ser vistos y tener un accidente.
10. Si se camina por una carretera o un camino, hay que andar en sentido contrario al de la circulación.
Peligros en la calle para los niños: el papel de los adultos
Los accidentes suceden, y muchas veces son inevitables. Pero es llamativo que el 25% de los accidentes de niños ocurran en presencia de un adulto. ¿Qué responsabilidad tiene un adulto cuando un menor sale corriendo y cruza un paso de peatones sin mirar?
La persona adulta es la responsable de educarle y puede hacerlo desde que es muy pequeño. "Desde que aprenden a caminar solos —comentan los expertos— los niños deben conocer las normas de tránsito elementales". Es decir, apenas con dos años se puede enseñar al menor a caminar por las aceras, no correr, respetar los semáforos y asegurarse de que los coches se detienen. "Deben ser conscientes del riesgo que supone para su integridad y para la del resto de usuarios".
También los adultos responsables de su formación en el colegio, y las instituciones, pueden velar por la seguridad del niño en la calle. Si hace años los únicos protagonistas de la mayoría de las actuaciones de ordenación municipal tenían como protagonista al automóvil y la calzada —que ocupan más del 80 % del espacio—, "en los últimos años se está poniendo el foco en los peatones y especialmente en los niños”.
Apuntes sobre
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Educar
La calle es un entorno que nunca estará exento de peligro. Por eso, "es importante enseñar a los niños a desenvolverse con naturalidad en ella y a resolver los conflictos", indican los expertos.
Atropellos
Hay muchas situaciones que pueden poner en riesgo a los más pequeños, pero los principales accidentes graves o mortales en niños en la calle se producen como peatones, mayoritariamente por atropello y un 13 % en pasos de peatones.
Bolivia
En Bolivia no hay datos actualizados sobre los accidentes de menores en las calles, pero a diario somos testigos de estos hechos.