En Tarija la viticultura genera más de 20 millones de dólares al año
Porcel: la importación de uva le quita $us 5 MM a los productores
Según datos del Senasag desde octubre de 2020 al 4 de enero de este año, ingresaron a Bolivia 1.435.222 kilos en calidad de importación desde Perú, Chile, Argentina y Brasil



En la Vendimia 2021 Tarija prevé cosechar más de 1,2 millones de quintales de uva, sin embargo, el contrabando y la importación de vid autorizadas por el Gobierno nacional a través del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) le resta alrededor de 5 millones de dólares a los productores locales.
José Luís Porcel Marquina, diputado nacional en entrevista con El País puntualiza algunos datos sobre las desventajas de la importación de vid para el departamento y las dificultades que atraviesan los viticultores, tras la pandemia y la crisis económica, que es sostenida en Tarija desde hace siete años, por la caída de la renta petrolera.
Observa que según el registro del Senasag el importador paga solo 0,68 bolivianos por kilo de uva que ingresa al país, por lo que esa repartición estatal recibió 97.595 bolivianos, pero la afectación al sector productivo de Tarija, el Chaco, Santa Cruz, Los Cintis de Chuquisaca es “enorme”, ya que la cadena productiva de la vid genera entre 14 y 16 mil fuentes de empleo.
Sin embargo, desde octubre de 2020 al 4 de enero este año, ingresaron a Bolivia 1.435.222 kilos en calidad de importación desde Perú, Chile, Argentina y Brasil. De ese total, La Paz recibió 880.308 kilos, Cochabamba 222.100 kilos, Oruro 160.000, Tarija 115.200 kilos, Potosí 46.080 kilos y Santa Cruz 11.534 kilos.
La Ley 774 de Promoción de Uva, Singanis y Vinos de Altura Bolivianos en su artículo 17 contempla medidas de protección para proteger la producción nacional de la vid. Es así que está prohibida la importación de vid al territorio nacional por tres meses a partir del 20 de enero. Esa disposición coincide con el inicio de la cosecha de la uva en el valle central de Tarija, el principal productor de vinos y singanis del país.
El País (EP): Preocupa la importación de uva, afectando la producción local y la economía de Tarija ¿Qué reporte se tiene de esta actividad?
José Luís Porcel (JLP): El Estado está autorizando la importación, es decir el ingreso legal de uva, de más de 30 mil quintales, uva que viene de Argentina, Chile y Perú. Está ingresando a todo el país, incluso a Tarija. A esto si le adicionamos que el próximo mes, empieza la Vendimia en Tarija, vamos a tener nosotros en el mercado nacional y en el mercado local mucha uva que viene del exterior, por la vía legal y la vía ilegal, eso va a hacer mucho daño a la Cadena de Uva, Vinos y Singanis, industriales, artesanales, asentados en todo el país, pero fundamentalmente en nuestro departamento y en el área del valle central de Tarija que comprende, parte de Cercado, parte Avilés y Méndez.
Si bien las importaciones son legales, está vigente la Ley Nº 774, que protege y se considera que la Cadena de Uva, Vinos y Singanis es un patrimonio del Estado nacional y como tal debemos protegerla. También existe la ley del contrabando que castiga con privación de libertad a los contrabandistas y en este caso incluso instruye que las Fuerzas Armadas puedan actuar para reprimir el contrabando.
Nuestra preocupación como parlamentario y sector de la Cadena Uva, Vinos y Singanis, es que de continuar autorizando la importación de uva se hará muchísimo daño a los productores locales y nacionales. Las bodegas de Tarija el año pasado casi no han vendido nada porque todo fue paralizado por la pandemia, antes que eso a fines de 2019 estuvimos paralizados por conflictos sociales en el país, tampoco pudieron vender.
En este momento las bodegas tienen un stock muy grande de producto en proceso, como vino y singani que no ha podido ser comercializado el año pasado y tienen deudas no solamente con los productores de uva, sino también con otros tipos de proveedores. Esto es un problema estructural, donde todos de una u otra manera, estamos comprometidos.
Como tarijeños esta actividad de Uvas, Vinos y Singanis es la segunda más importante, después de la explotación del gas, por tanto tenemos que apuntar a fortalecer este sector. En el Chaco ya se incursionó en la producción de uva y con buenos resultados, entonces el futuro de Tarija es la actividad agropecuaria, donde la fruticultura juega un papel muy importante.
EP: En Tarija inició la cosecha de uva tempranera ¿Qué acciones se plantean para que el Gobierno nacional ponga un freno a la importación de uva?
JLP: Los ingresos que percibe el Estado por autorizar estas importaciones ascienden solamente a 100 mil bolivianos, es decir menos de 15 mil dólares. Los beneficios que tienen los comercializadores de lo legal ascienden a casi a 1.5 millones de dólares, si eso multiplicamos por tres veces que los importadores han utilizado las pólizas, estamos hablando de 5 millones de dólares que los productores están dejando de percibir.
¿Qué acciones debemos tomar? Primero, suprimir tajantemente la importación de uva y sus derivados a lo largo de todo este año. Segundo, actuar con mano firme y reprimir el contrabando.
En Tarija en todos los mercados, desde el mercado Central, La Loma, el Campesino y las ferias hay una inundación de productos argentinos como: cervezas, licores, fernet, etc., también en alimentos como galleras, fideos, arroz, azúcar y productos de limpieza en general.
Por el otro lado, desde el Norte del país está entrando hasta Tarija cebolla y papa que viene de Perú, esto hace daño a los productores de papa y de cebolla del valle central y la zona de San Juan del Oro. El contrabando es un problema muy grande. Nos estamos convirtiendo en un mercado que favorece a los productores del exterior en plena crisis económica del país y una recesión económica histórica de siete años en Tarija.
Lo que tienen que hacer el Ministerio ahora es instruir al Senasag que ya no autorice ninguna paliza de importación más de uva, porque nuestros productores tienen la capacidad de abastecer el mercado nacional. Además, la calidad de nuestra uva es más exquisita y es muy diferente a la uva peruana o la que viene de Argentina. Por otro lado, la uva que tiene de contrabando no es la mejor fruta, es uva que prácticamente es de descarte en los países vecinos.
EP: El reporte del Senasag da cuenta que la exportación de uva incluso se da en Tarija
JLP: El Gobierno no solo ha autorizado la importación de uva para La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, Oruro, Potosí, también llega a Tarija, y eso nos está haciendo daño.
Podemos entender que en el Gobierno nacional son nuevos y no están entendiendo la figura o podemos entender que no se están dando cuenta del daño económico que están haciendo al país y a la región en particular.
Paralelamente, Tarija por efecto de la caída del precio del petróleo y el gas, va a recibir menos regalías y menos recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) esta gestión 2021.
La Gobernación este año tiene un presupuesto de 135 millones de dólares, muy lejos de los 700 millones de dólares que recibía el año 2014 en la época de bonanza económica. Pero esta gestión y las siguientes la Gobernación tiene que cumplir con los préstamos que ha solicitado tanto del Banco Bisa como el Banco Unión, y es muy difícil que el precio del petróleo repunte porque además nuestras reservas de gas han caído y no tenemos capacidad como Bolivia para cumplir los contratos con Argentina y Brasil en el abastecimiento de gas.
EP: La producción de uva del departamento de Tarija - valle central y Chaco - ¿Cubre la demanda del mercado nacional?
JLP: No falta capacidad productiva, lo que perjudica es el contrabando. Tenemos la capacidad y producción de uva para abastecer el mercado nacional e incluso para exportación. Recordemos que la producción de uva en Tarija y la región de Los Cintis en Chuquisaca no es una actividad reciente, data de más de 60 años, y la producción de vinos y singanis han avanzado muchísimo con procesos tecnológicos e industrialización.
Se han traído plantines de Francia y Estados Unidos para mejorar la calidad, y eso se refleja ahora en la calidad de nuestros vinos y singanis que orgullosamente logramos que sean reconocidos a nivel internacional y con premios, en casos donde han participado bodegas muy exigentes como Uruguay, Argentina, Francia, Estados Unidos y China.
EP: ¿Qué cantidad de uva se proyecta cosechar en la Vendimia 2021?
JLP: De acuerdo a las hectáreas cultivadas se estima una cosecha de entre 1,2 a 1,4 millones de quintales de uva este año, que es una cantidad bastante significativa, pero lo preocupante es que las bodegas normalmente demandaban entre 60 y 70 por ciento de esa producción, este año no van a poder comprar, porque las condiciones de las bodegas son difíciles. No tienen capacidad para recibir más uva, no han vendido la fruta y tienen productos en stock, paralelamente tienen deudas con los productores de uva y con otros proveedores, además de las entidades financieras.
EP: La Ley Nº 774 fomenta a la producción de uva ¿Faltan políticas para fortalecer al sector de la viticultura?
JLP: Los parlamentarios del departamento y a nivel nacional debemos motivar a las autoridades, en este caso al Ejecutivo, a los ministerios y otros niveles del sector público a que empecemos a fomentar nuestra producción. Por ejemplo, en Entel, casi todos los muebles son importados, donde vamos vemos productos importados. Acaba de pasar la fiesta de Navidad, pero cuántas instituciones públicas y privadas en los canastones han ofrecido productos de contrabando y dentro de eso, cuántos han sido de producción tarijeña. En lugar de una sidra, debería estar una botella de vino, porque las bodegas y los viticultores fomentan la producción y generan empleo directo e indirecto en Tarija.
No hay que olvidar que la generación de empleos de la actividad vitivinícola de Bolivia alcanza entre 14 y 16 mil familias, solamente en el valle central de Tarija hay 4 mil productores de uva que este año van a verse muy comprometidos en su economía sí el contrabando no se frena.
Finalmente, aclarar que el pedido de frenar el contrabando no es reciente, data de mucho tiempo, incluso el año pasado en septiembre, hicimos un manifiesto desde el sector productivo para que las autoridades locales y nacionales vean el tema, pero lamentablemente no hemos visto ningún eco todavía de eso.
Creemos nosotros que tenemos que actuar con mayor responsabilidad, el desarrollo del sector productivo es para nosotros la luz que nos va a iluminar para las siguientes generaciones.
EP: En ese contexto ¿Se realizaron gestiones para frenar el contrabando en el departamento?
JLP: A través de la Brigada Parlamentaria fui gestor para que el Viceministro de Lucha Contra el Contrabando venga a Tarija para atender este tema, pero tenemos conocimiento que esa cartera de Estado tiene limitaciones presupuestarias, pero por otro lado, sabemos que el contrabando es un tentáculo, es una transnacional que construye caminos con maquinaria pesada para encontrar pasos ilícitos para traer los productos del exterior.
Se estima que entre las fronteras de Villazón, Bermejo y Yacuiba, hay más de 200 pasos ilegales con la Argentina, es bueno que la población y las autoridades sepan de esto. Y entre Villazón y Oruro hay más de 800 pasos ilegales con la construcción de caminos; a esto se suma la logística de comunicación que tienen ellos. Entonces, el contrabando es una lucha muy grande que tenemos que hacer los bolivianos si queremos pensar en las futuras generaciones, caso contrario estamos condenados a ser un país de contrabandistas, y eso no debemos serlo.
EP: Se considera cambiar la matriz económica productiva de Tarija ¿Qué sector se debe fomentar?
JLP: Primero como bolivianos tenemos que despejar de nuestra mentalidad el vivir de la renta petrolera y particularmente en Tarija tenemos que empezar a cambiar nuestra mentalidad de que no solo los recursos que provienen de los hidrocarburos son el sustento, para cambiar la matriz productiva.
Es decir, volcar nuestra mirada, atención y fomento a la producción agropecuaria, porqué tenemos condiciones agroclimatológicas que nos permitirían producir en cantidad y en calidad productos que nos permitirían además abastecer al mercado local, nacional, en una primera fase desde Villazón hasta Oruro, y en un segunda etapa mejorar las condiciones de producción, tecnológica y productividad para dar el salto a la exportación, a un mercado especial para nosotros que es Paraguay. El vecino país tiene condiciones climatológicas diferentes a las nuestras y la producción local podría quedar muy bien en condiciones de calidad y precios que nos permitirían dinamizar un nuevo enfoque de una nueva Tarija hacia el desarrollo de los siguientes años.
EP: En anteriores años se hicieron gestiones para exportar uva a Paraguay, sin embargo no prosperó esa iniciativa ¿Qué se debe trabajar para concretar la exportación, tanto desde el Gobierno nacional y productores?
JLP: No solo desde el Gobierno, como productores de uva tenemos que mejorar las condiciones en las cosechas y en el embalaje para cumplir los requisitos de exportación, y podamos entrar al mercado paraguayo. Es importante profundizar cuáles son los requisitos de embalaje, de uso de insumos químicos, entre otros en la etapa de precosecha para exportar al vecino país.
En Latinoamérica tenemos la experiencia de Chile, que exporta más de 4 mil millones de dólares de uva a Estados Unidos, lo que exporta Chile en uva es el doble de lo que Bolivia exporta gas a Brasil y Argentina, juntos.
“El pedido de frenar el contrabando no es reciente, data de mucho tiempo, incluso el año pasado en septiembre, hicimos un manifiesto desde el sector productivo para que las autoridades locales y nacionales vean el tema, pero no hemos visto ningún eco todavía de eso”
“No falta capacidad productiva, lo que perjudica es el contrabando. Tenemos la capacidad y producción de uva para abastecer el mercado nacional e incluso para exportación. Recordemos que la producción de uva en Tarija y la región de Los Cintis en Chuquisaca no es una actividad reciente”
“No hay que olvidar que la generación de empleos de la actividad vitivinícola de Bolivia alcanza entre 14 y 16 mil familias, solo en el valle central de Tarija hay 4 mil productores de uva que este año van a verse muy comprometidos en su economía sí el contrabando no se frena”
EL PERFIL
Nombre
José Luís Porcel Marquina
Profesión
Economista
Actividades
Cursó una maestría en Marketing. Fue docente de Macroeconomía, Microeconomía, Finanzas y otras en la Universidad Juan Misael Saracho (UAJMS) y de la Católica- Tarija. Fue presidente en dos ocasiones la Asociación Nacional de Vitivinicultores (ANIV) y presidió la Fundación de Formación Profesional y Capacitacion Laboral (INFOCAL). También se desempeñó como gerente de la bodega Casa Real, La Concepción y Aranjuez. Actualmente es diputado nacional por Comunidad Ciudadana.