La filtración de documentos que expone el lado oscuro de la gran banca internacional
“FinCEN files”: ¿Dónde están las reservas de Bolivia?
Ante el nuevo señalamiento del cual son objeto grandes bancos internacionales, por permitir que dinero sucio se mueva por todo el mundo, queda la duda sobre si las reservas internacionales de Bolivia están en este tipo de bancos
El caso “FinCEN files” ha copado los titulares del mundo entero. Un nuevo escándalo internacional, resultado de la filtración de más de dos mil documentos, que dan cuenta de actividades sospechosas e ilegales que distintos emporios financieros han permitido y socapado en las últimas décadas.
Estos “reportes de actividades sospechosas” (SARs, por sus siglas en inglés), fueron obtenidos por el la firma de noticias BuzzFeed.News y analizados junto al Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), con el apoyo de 108 medios de comunicación de varios países del mundo.
Si bien es fundamental rastrear las actividades ilícitas que han sido expuestas a través de esta filtración ‒como lo han venido haciendo algunos medios de comunicación de la región y del país‒, también se debe dar cuenta que estos grandes bancos suelen ser los que gestionan las reservas monetarias de muchos países. Es de esta manera que estas reservas pueden entremezclarse y, en muchos casos, terminan financiando actividades ilícitas.
“Los Archivos FinCEN ofrecen una visión sin precedentes de la corrupción financiera mundial”. BuzzFeed.News
La población boliviana no conoce dónde están sus Reservas Internacionales Netas (RIN). Hace varios años que el Banco Central de Bolivia (BCB) trata esta información de manera confidencial. Este hermetismo tiene que ver, justamente, con que ya en el pasado se cuestionó públicamente el manejo de las RIN, las cuales acabaron en bancos que tenían serias acusaciones de corrupción y financiamiento de actividades ilícitas, como el tráfico de armas, drogas, etc.
2011: la última vez que supimos dónde estaban nuestras reservas
El informe sobre “Administración de las Reservas Internacionales” de la Gestión 2011, fue el último informe en el que el BCB incluyó información sobre los bancos extranjeros en los que estaban colocadas las reservas del país. Desde ese momento hasta la fecha esta información no ha vuelto a ser revelada. Incluso en ese informe, solo se publicó datos parciales, a diferencia de años previos en los que se incluyó un anexo con información detallada sobre el tema.
Ese informe señalaba que: “al 31 de diciembre de 2011, las inversiones del portafolio se encuentran diversificadas en 9 bancos de 5 países, con las mayores inversiones en Bancos alemanes”.
$US 457 millones estaban en el banco alemán Deutsche Postbank (división minorista del Deutsche Bank); $US 420 millones en el DZ Bank AG, el segundo banco más grande de Alemania; $US 220 millones en el banco escoces Clydesdale Bank; $US 200 millones en la filial inglesa del banco francés Credit Industriel Et Commercial; $US 150 millones en el banco inglés Standar Charterd; $US 150 millones en el banco español Santander; entre otros bancos más.
Al final de 2011, el portafolio de depósitos alcanzaba en total la cifra de $US 1.861 millones. El resto del capital de inversiones de las reservas internacionales, que en su grueso componían el Portafolio de Liquidez y de Diversificación Euro, estaba disperso en distintos fondos de inversión, bonos soberanos, etc., de distintos países, aunque en el informe no se detalla en cuales.
¿Por qué no sabemos dónde están nuestras reservas?
No existe un comunicado oficial sobre el motivo por el cual el BCB dejó de publicar información detallada sobre la localización de las reservas internacionales de Bolivia. Sin embargo, la no publicación de esta información coincidió con que en esos años se hicieron serios cuestionamientos sobre las instituciones financieras en las cuales estaban colocadas dichas reservas.
En 2010, El País de Tarija publicó el reportaje: “Reservas que matan”, en la que Rafael Sagárnaga López hace una crítica a la gestión que el BCB realiza de las reservas internacionales, no solo por el poco beneficio que tienen para el país, sino por cómo estas terminan en bancos ligadas a actividades ilícitas o de violencia. A continuación se reproduce un pasaje de ese reportaje sobre el Standard Chartered Bank:
“El Standard Chartered Bank de Inglaterra recibió de los bolivianos la suma de 7.032 millones de dólares en diversas operaciones de corto plazo durante el primer semestre de 2010. Esta entidad bancaria es omnipresente en Congo. Las Naciones Unidas concluyeron que la letal e interminable guerra civil en el Congo está dirigida por ‘ejércitos de empresas’ que están haciéndose impunemente con los metales de la zona”.
“La ONU ha acusado directamente a la Standar Chartered Bank, entidad que junto a Anglo-América, De Beers y cien corporaciones más, ‘están sacando del Congo miles y miles de toneladas de minerales de muy alto valor sin pagar nada al Gobierno congoleño, y financiando guerrillas por diversas partes del país para poder seguir saqueando el Congo a un coste muy bajo’”.
Como este banco, otros que también fueron depositarios de las reservas bolivianas tenían serios cuestionamientos por las actividades que financiaban, como el español BBVA, el inglés Barclays Bank, entre otros.
FinCEN: no porque no haya datos el problema desaparece
Lo que es una realidad es que la población boliviana no conoce el lugar donde están situadas sus reservas internacionales, ni tampoco si esos bancos hacen parte de los múltiples entramados de redes de corrupción, que han sido expuestas en las filtraciones que demuestran como las grandes corporaciones financieras terminan beneficiando actividades sospechosas alrededor del mundo. El hecho de que esta información no se publique no elimina el problema, en todo caso genera mayores susceptibilidades.
La filtración de las FinCEN files “revela por primera vez cómo los gigantes de la banca occidental mueven billones de dólares en transacciones sospechosas, enriqueciéndose a sí mismos y a sus accionistas mientras facilitan el trabajo de terroristas, cleptócratas y capos de la droga”, señala el reportaje de BuzzFeed.News. Bancos como el Deutsche Bank o el Standar Chartered, en los que Bolivia tenía sus reservas hace 10 años, encabezan esta lista. El primero de estos bancos tendría 1,3 billones de dólares relacionados con actividades sospechosas, mientras que en el segundo caso la cifra ascendería a los 166 mil millones de dólares.
Según el Artículo 8 de la Constitución Política del Estado boliviano, entre los varios valores que sustentan la actividad del Estado está también la “transparencia”. Es totalmente válido el cuestionar que los ahorros bolivianos terminen en oscuras tramas financieras que acaban beneficiando a élites corruptas de la economía global.
El último informe “detallado” del BCB sobre el destino de las RIN (fuente: BCB).
Reservas internacionales que beneficien al país
Pero no solo se trata de que las reservas internacionales de un país como Bolivia, con una economía pequeña, no solo no favorezcan actividades relacionadas con la banca internacional corrupta, también se trata de que estos recursos beneficien al país.
El reportaje de Rafael Sagárnaga López, recupera un importante cuestionamiento del “ex ministro de hidrocarburos del primer gabinete de Evo Morales, Andrés Soliz Rada, quien, a tiempo de denunciar incongruencias en la política económica y en el uso de las reservas, propuso que éstas se inviertan en ‘proyectos productivos...siderurgia, refinerías, carreteras, fundiciones, gasoductos’”, algo que se ha hecho poco y sin claridad estratégica.
El año 2014 el país llegó a acumular $US 15.122 millones en sus reservas internacionales. Al finalizar el 2019, estas alcanzaban solo los $US 6.467 millones. Es importante que ese saldo sea gestionado transparentemente y en beneficio del país.