Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

La leyenda del Romero

Dicen que cuando la sagrada familia huyó a Egipto con María llevando en sus brazos al niño Jesús, las flores del camino se iban abriendo a medida que pasaban por ellas.

La Lila alzó sus ramas orgullosas y emplumadas, el lirio abrió su cáliz.

El Romero, sin pétalos ni belleza, se entristeció lamentando no poder complacer al niño.

Cansada, María se detuvo al borde del río y mientras el niño dormía, lavó su ropa pequeña.

A continuación miró alrededor, buscando un lugar para extenderlas.

El Lirio se quebrará con el peso y la Lila es demasiado alto.

Las puso entonces sobre el Romero y él suspiró de alegría, agradeció de corazón la nueva oportunidad y las mantuvo al sol durante toda la mañana.

Gracias, amable Romero, dijo María, de aquí en adelante ostentarás flores azules para recordar el color del manto que estoy usando.

Y no son sólo flores que te doy en agradecimiento, todas las ramas que han sostenido la ropa del pequeño Jesús serán aromáticas.

Bendigo hoja, tallo y flor, que a partir de este instante tendrán el aroma de santidad y aportarán alegría.

Esta hermosa planta al tocar sus hojas, su olor te lleva a lo más profundo de tu memoria.

Es antiséptico, antiespasmódico, aromatizante, depurativo, ayuda a la digestión, diurético, contra la caspa y caída del cabello.

Además, puedes sahumar tu casa para limpiar energías negativas y con unas tres ramas de Romero se limpia el cuerpo pasando al ras y golpeando en las articulaciones, elimina el dolor y expulsa la energía tóxica.


Más del autor
Tema del día
Tema del día
Cuida la energía de tu casa
Cuida la energía de tu casa