Curandero

Si conoces a un curandero, debes saber que ama el silencio, como ama la noche y sus estrellas interminables.

Si te encuentras con un sanador, no tengas miedo; sus emociones son intensas, impredecibles y cambiantes, como esta luna ante la cual se inclina.

Si conoces a un sanador, no lo entiendas, simplemente ámalo.

Puede comprender los misterios del Universo, pero hay momentos en que no se comprende a sí mismo.

Si conoces a un sanador, prepárate, tus días se volverán mágicos y la cotidianidad una aventura.

Si te encuentras con un curandero, no te preocupes, se ríe de los dramas y llora con las flores.

Si te encuentras con un sanador, debes saber que él ve en tus ojos la belleza que has temido. Él verá tu poder, tus sufrimientos y cada uno de tus sueños.

Si te encuentras con un curandero, quédate a su lado y disfruta del camino, cuando despiertes no serás el mismo.


Más del autor
La ley del espejo
La ley del espejo
No es fácil hacerse viejo
No es fácil hacerse viejo