Sin miedo a perder
La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida. El mundo está en las manos de aquel que tiene el coraje de soñar y corren el riesgo de vivir su sueño.
Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar. Cuando menos lo esperamos la vida nos coloca frente a un desafío y pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.
Coraje, comenzando la jornada con esta palabra y siguiendo con la fe en el Dios del universo, llegarás a donde necesitas. La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.
El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor. Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.
Afronta tu camino con coraje. No tengas miedo de las críticas y no te dejes paralizar por tus propias críticas.
Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. Todos los días Dios nos da junto con el Sol un momento en el que nos es posible cambiar lo que nos hace infelices.
Todas las batallas de la vida sirven para enseñarnos algo inclusive aquellas que perdemos. El tiempo del miedo se acabó, ahora comienza el tiempo de la esperanza. Valentía no es la ausencia del miedo sino la capacidad de seguir adelante a pesar del miedo. Lo que ahoga a alguien no es caerse al río sino mantenerse sumergido en él.
El Dios del universo es el mismo, aunque tenga mil nombres, pero tienes que escoger uno para llamarlo. Nadie logra mentir, nadie logra ocultar algo, cuando mira directo a los ojos.
La fe es una conquista difícil que exige combates diarios para mantenerla. Cuántas cosas perdemos por miedo a perder. Solo una cosa vuelve el sueño imposible: El miedo a fracasar.
