Carta a soledad

Querida Soledad

Quería escribirte unas líneas para expresarte las dudas y preocupaciones que me han estado rondando la cabeza últimamente. Creo que esta relación no funciona y me consta que tú también te has dado cuenta porque te noto cada día más distante y ya no compartimos tanto tiempo juntos.

Ha pasado ya mucho tiempo desde aquella primera vez en la que tú y yo nos encontramos casi por casualidad y tengo que decirte que lo recuerdo como una vieja canción a la que todo el mundo odia, pero nadie se atreve a olvidar.

Tengo que reconocer que todo este tiempo a tu lado no siempre ha sido el mejor de mi vida. Admito que hubo momentos en los que te deseé con toda mi alma, pero una vez que te tenía, la resaca que dejabas en ella me llenaba de tristeza.

También te he llegado a odiar por tus celos, porque me querías sólo y todo para ti, porque me agobiabas queriendo estar en todo momento conmigo. ¿No entiendes que no puedes serlo todo en mi vida, que tarde o temprano esto tenía que pasar?

Me has ayudado a conocerme a mí mismo, a hacerme más fuerte, a no necesitar nada o nadie para ser feliz. Me enseñaste a saber encajar los golpes que nos da la vida y levantarme sin prestar atención a las heridas.

Y ahora que he aprendido de ti todo lo que me podías inculcar, creo que ha llegado el momento de poner fin a esta etapa de mi vida y dejarte atrás en el camino. No trates de volver porque no serás bienvenida, no me llames porque habré olvidado tu nombre y no me busques porque para mí habrás dejado de existir.

Quizá te preguntes por qué he dado este cambio tan repentino, quizá ya te hayan llegado los rumores y aunque no les quieras dar crédito, yo te los confirmo: Si, me he fijado en alguien, en una mujer y pienso que es tan maravillosa que no la pienso dejar escapar, ni por ti, ni por nadie.

Es posible que tú, que eres sensación y sentimiento, aislamiento y abandono, clausura y silencio no puedas llegar a entender los entresijos de un corazón humano, y por eso no te puedo culpar. Tu naturaleza te priva de lo más maravilloso de la vida y te obliga a mendigar de corazones rotos, tristes y solos.

Y este es un adiós que espero que nunca se convierta en un hasta pronto.

Ahora sí, adiós mi soledad.

Hoy mi canción es: “Déjame” Los Secretos


Más del autor
Ya no es igual
Ya no es igual
Decisiones
Decisiones