Dolor de cabeza
¡Ay, ay! Es la expresión del dolor de cabeza que normalmente una persona presenta después de haber pasado una noche de festejo y celebración, ingerido bebidas alcohólicas, con momentos de alegría y descontrol, donde uno se deja llevar por la emoción y no mide la consecuencia de unos tragos demás. Así parece estar nuestra economía por no haber planificado los ingresos futuros oportunamente, pensando solo en la explotación de los hidrocarburos cuando la demanda de los mercados del Brasil y la Argentina eran altos y acompañaba un buen precio al gas para su venta.
Los hidrocarburos son la principal fuente de ingresos del país, el cual genera dólares para la compra de Diesel y Gasolina para el mercado interno, que también se la puede considerar como una debilidad de nuestra economía. Estos ingresos están destinados al funcionamiento del aparato productivo de nuestra economía. Ante una caída de la producción de los hidrocarburos y reducción del mercado argentino, obviamente los ingresos bajaron afectando directamente la provisión de estos insumos para la producción.
La caída de la producción desde el 2014 fue reforzada con las Reservas Internacionales Netas (RIN) que se encontraban en 15.123 millones de dólares, hasta llegar al presente con 1.970 millones, una caída considerable, pero con la cual se mantuvo la estabilidad.
Pero aquí viene la pregunta ¿Por qué sostener una caída de los ingresos, con las RIN?. Para dar respuesta a esta pregunta hay que recordar que desde el 2005 el Producto Interno Bruto tuvo un crecimiento sostenido, creciendo casi cuatro veces más. Entonces ahí viene el dilema y la toma de decisión que una autoridad enfrenta, parar el crecimiento, que genera empleo y estabilidad, o se recurre a diversas fuentes de recursos con el objeto de hacer sostenido el crecimiento, o dejar de abastecer el mercado local con los insumos requeridos para la producción, dejando que la caída de los ingresos tenga un impacto fuerte en la economía, reduciendo el crecimiento y frenando el movimiento económico.
El factor determinante para este crecimiento sostenido es la demanda interna, que es el de meter liquidez a la economía por diversos medios, como la inversión pública, bonos sociales, incentivos a los productores y ese último factor que ahora es muy cuestionable, la subvención de los hidrocarburos, que permitió que las exportaciones agroindustriales aumentaran y muchas empresas crecieran, generando empleo y estabilidad, con un efecto directo de este crecimiento en la economía, requiriendo mayores insumos y divisas.
El agotamiento de un recurso no renovable es natural, como el de los hidrocarburos, por esa razón las autoridades anteriores, debieron planificar algún tipo de contingencia de sustitución, renovación y exploración. A esta mesura de nuestra economía se tiene que seguir impulsando la demanda interna, que genera movimiento económico para los bolivianos, continuando con la programación de recursos para el 2025, que la gente ya considera como suyo y la falta de estos tendría un efecto negativo y directo sobre la población, causando descontento, especulación, y se entraría en el dilema cual de estos es menos dolorosa.