Narrativa, de la lucha de Urukurenda, contra la discriminación a los pueblos indígenas

En el decenio de los años 90, un grupo de guaraníes de Chuquisaca migran hacia el departamento de Tarija y se asientan en un lugar al que le colocan el nombre de Urukurenda. El año 1998, deciden tramitar su Personalidad Jurídica y elaboran su acta constitutiva, en esa acta, los fundadores de Urukurenda se asumen como guaraníes de forma clara e inequívoca. Años después, inician la tramitación de su personalidad jurídica y obtienen, primero, el reconocimiento del Concejo Municipal de Padcaya mediante una ordenanza y posteriormente una Resolución Subprefectural; posteriormente, el año 2008, el prefecto Mario Cossío, les da un Certificado con una falla, los menciona equivocadamente como comunidad campesina, sin considerar ni respetar su Acta Constitutiva de 1998.

Debido a que, el territorio de la comunidad, no cuenta con agua, ni luz, ni escuela para los niños, en Asamblea General, la comunidad, decide trasladarse temporalmente a una comunidad cercana, llamada San Antonio, desde allí, regularmente atienden su territorio, donde tienen ganado y algunos sembradíos y casas precarias.

Urukurenda, actúo con identidad Guaraní, todos los años posteriores a su fundación (1998) y fue reconocida con esa identidad por diversas instancias del Estado; por ejemplo, el Tribunal Constitucional manda una invitación el año 2014 a Urukurenda, refiriéndose a su líder, como Capitán Grande guaraní; así mismo, se puede evidenciar una carta que manda el mismo Capitán Grande al gobernador Lino Condori, asumiendo la identidad guaraní; también, en el libro histórico de la comunidad, además de su Acta Constitutiva donde se definen como guaraníes, se puede advertir una Asamblea Departamental del pueblo guaraní en Urukurenda, con la presencia de comunidades y capitanías guaraníes de todo el departamento de Tarija.

El año 2023, mi persona, inicia trámite ante el gobernador Oscar Montes Barzón para corregir el error del ex prefecto Mario Cossío (2008). El gobernador Montes, reconoce nuestra identidad guaraní mediante la Resolución 53/2023, no obstante, 5 meses después, a pesar de que la Resolución 53/2023 ya había sido publicada en la Gaceta Nacional y tenía carácter de cosa juzgada; aparece un grupo de dirigentes campesinos demandando la revocatoria de ese documento asegurando que no hay guaraníes en Chuquisaca, de donde vinieron los fundadores de Urukurenda. Sorpresivamente, el gobernador, acepta el argumento y nos revoca la Resolución 53/2023 imponiéndonos la identidad campesina y configurando una ASIMILACION FORZADA discriminatoria, algo prohibido, por tratados internacionales.

¿Hubo algún estudio etnográfico probatorio? ¿Hay alguna referencia histórica o literatura que sustente la hipótesis discriminadora de los dirigentes campesinos que engatusó al gobernador? La respuesta es un contundente: NO.

Sólo el prejuicio mandando sobre sus actos.

Contrariamente, la literatura existente (Calzavarini; Thierry Saignes y otros), refieren de forma clara que los guaraníes transitaron por Chuquisaca, Tarija y el Chaco, y en los mapas históricos se evidencia que lo que aparece como Bermejo era territorio Chiriguano y frontera con la colonia. Así mismo, el año 2017, el Gobierno Municipal de Padcaya firma un Convenio para una Tesis de la Universidad Mayor de San Andrés, donde se determina que Tariquía fue una misión religiosa, fundada donde habitaban los chiriguanos, a quienes se pretendía cristianizar. Existen muchas pruebas de que la hipótesis de los dirigentes campesinos está en contraposición de la historia, pero el gobernador, lamentablemente obró y decidió sin el debido asesoramiento y con evidente ignorancia en la historiografía, de una nación indígena del departamento, que la autoridad electa, administra.

La verdad material

¿Por qué los campesinos no quieren que haya indígenas en la zona? Lo han dicho de forma clara, y es porque ellos creen, que los indígenas pedirán compensaciones a las petroleras perjudicándolos. Este pensamiento y temor, crece a partir de un Convenio que realiza la Subcentral Campesina del Distrito 11 con la empresa YPFB-CHACO. En este convenio, los dirigentes campesinos, y también el Comité de Monitoreo Ambiental, se comprometen a evitarle problemas a la empresa con cualquier tercero, así mismo, se comprometen a la creación de trancas dentro de la Reserva de Tariquía bajo un sofisma, que es cuidar el medio ambiente, pero, la verdad material es más bien para evitar que los ambientalistas entren a la reserva y fiscalicen. De este modo, a partir del referido Convenio, se va generando un matrimonio entre las petroleras y la dirigencia campesina de la Sub Central del Distrito 11, que con el tiempo va construyendo el imaginario de que el proyecto de Churumas, es de ellos, y por supuesto, nadie más puede intervenir; entonces, hacen todo lo posible por borrar lo indígena, por supuesto, con ayuda de poderes económicos y políticos, que les dan mucha capacidad de manipulación.

Tenemos conciencia, que los actos discriminatorios y de violencia en contra de Urukurenda, continuaran, porque detrás, hay entidades muy poderosas, entidades que manejan por ejemplo la cobertura de la prensa, que manejan el poder político. Pero, Urukurenda continuará luchando por defender su identidad y su territorio, a pesar de todo, a pesar del monstruo que tenemos delante y que como un pulpo lo copa y lo compra todo.

Pedimos respetuosamente a la prensa que, respecto a esta situación, investigue y sea objetiva y encuentre la verdad. Investigar, por ejemplo, quien maneja todos los empleos de las petroleras en la zona; investigar, por ejemplo, quienes son los que se benefician con los alquileres de cisternas y movilidades; o que pasa, con la gran cantidad de plata que dice que se ha generado por la venta de áridos y nadie sabe su destino; o por ejemplo, preguntarle al INE, por qué se dejaron manipular por terceros que no son de la institución y sacó a los censistas indígenas arbitrariamente y a último momento el día 23 de marzo.

La prensa tarijeña debería investigar y buscar la verdad, sin caer en la trampa, de la difamación en contra de Urukurenda y lo indígena. Sin sumarse a esta construcción del prejuicio en contra de nuestra comunidad. Nos acusan de querer sacarle plata a las petroleras, pero nunca hemos agarrado ni un peso de la gran cantidad de dinero que circula por estos lados, dinero, que se aprovechan unos pocos. Unos pocos vivos, que están vendiendo a Tariquía por unos centavos, mientras los ciudadanos tarijeños duermen el dulce sueño del: “Tariquía no se Toca”.

Hace unos meses, llegaron reporteros ingleses a averiguar esta realidad, y se internaron hasta el lugar, hasta nuestras comunidades, y hablaron con la gente, hablaron con nosotros. Vinieron desde allá, cruzando océanos, en busca de la verdad. La prensa local, no necesita tanto sacrificio para indagar e informar los hechos reales sobre este asunto.

De Tarija a Urukurenda, no está muy lejos.

                                              

*es Mrubicha de la comunidad indígena Urukurenda


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