El compromiso y la participación de los padres en la educación de sus hijos

Uno de los desafíos más grandes en el ámbito educativo que se vive hoy en día, es que los padres encuentren el tiempo para asistir a las diferentes actividades escolares de sus hijos, especialmente en el caso de las familias de bajos recursos, quienes muchas veces tienen largas jornadas laborales o incluso dos o tres diferentes trabajos. Esto es un gran reto para el maestro ya que los padres esperan que sus hijos tengan buen desempeño académico pero los estudiantes muchas veces no reciben ningún tipo de apoyo en casa.

También es difícil establecer un vínculo seguro entre las Unidades Educativas y los hogares de manera que exista un ambiente seguro para todos los padres, sin importar su nivel socioeconómico. Cuando se presentan casos donde los padres no saben leer, ni escribir o cuando su lengua materna no es la que predomina en la institución, es difícil que el familiar se sienta cómodo al asistir a pláticas o actividades escolares, ya que puede sentirse intimidado. Es por eso que las Unidades educativas deben esforzarse aún más para hacerles sentir bienvenidos y aceptados.

El involucramiento de los padres se asocia con diversos beneficios para los estudiantes de todas las edades. Incluso no es necesario un nivel de involucramiento tan alto, tan sólo preguntar al niño cómo le fue en la escuela y asistir a las reuniones escolares, los padres pueden influenciar positivamente en el futuro del estudiante. Según expertos en el tema, el mejor indicador del éxito de un estudiante es la medida en la que las familias están involucradas en su educación. Al sentir el apoyo de sus padres, los estudiantes se sienten más motivados y desarrollan un amor por el aprendizaje.

Por otro lado, los maestros ven cambios importantes en sus aulas cuando los padres se involucran. Desde la motivación y desempeño del estudiante, hasta mejoras en su carácter. Además, esta colaboración puede ayudar a identificar necesidades, objetivos y discutir de qué manera los padres pueden contribuir a la educación de sus hijos. También presenta la oportunidad de escuchar las preocupaciones de los padres y ayudarlos a conocer más de cerca la educación de sus hijos, ofreciendo beneficios a todas las partes involucradas, la escuela, maestros, padres y sobre todo, a los estudiantes.

Mencionaremos algunas de las ventajas que brinda la participación activa de los padres de familia en el ámbito educativo:

El involucramiento de los padres es clave para el desarrollo de los estudiantes y ofrece muchos beneficios. Existen muchos estudios, que hablan sobre cómo puede mejorar y ayudar esta participación en la vida estudiantil y también a los maestros. Algunas de las ventajas son:

El rendimiento académico aumenta, como ha si también en lo deportivo ya que los estudiantes saben que sus papás están al pendiente y ellos mismos se sienten más motivados, se comprometen más con lo que están haciendo.

También ayuda a mejorar el comportamiento del estudiante en el aula. Que los padres y maestros tengan más comunicación ayuda al estudiante a sentirse más motivado en clase, mejorando su autoestima, su actitud en el aula y logrando un aprendizaje significativo.

El beneficio se extiende a todas las edades. Aunque normalmente se habla del beneficio en estudiantes de preescolar o primaria, hay otros estudios enfocados en estudiantes de bachillerato. La participación de los padres marca una gran diferencia en todos los niveles, aunque, claramente, va disminuyendo conforme el estudiante avanza. Aún así, en el nivel secundario, por ejemplo, el tener a los padres involucrados puede afectar la decisión si el estudiante quiere seguir estudiando o no.

La participación de los padres mejora el desempeño de los maestros. Cuando los padres tienen mejor comunicación con los maestros, ellos aprenden a valorar más su trabajo y los desafíos que ellos enfrentan, lo que hace que el maestro se sienta valorado. También los ayuda a conocer más al estudiante, lo que permite enseñarle de manera más personalizada y efectiva.

Ayuda a que los padres de familia se sientan más involucrados y felices con la educación de sus hijos. Al existir una buena conexión entre las escuelas, los padres comprenden mejor el plan de estudios y el avance que tienen sus hijos. Además, ayuda a que se sientan más cómodos y felices con la calidad de la educación que reciben. Incluso puede motivar a aquellos que no terminaron su propia educación, a continuarla.


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