San Francisco y el pesebre del Niño Jesús

San Francisco de Asís, cuyo nombre completo es Giovanni Francesco Bernardone, fue un místico y predicador italiano nacido el 5 de junio de 1182 en Asís, en el seno de una familia acaudalada. Su vida tomó un giro significativo en 1205, cuando, impactado por una visión del crucifijo en la iglesia en ruinas de San Damián en Asís, sintió un llamado interior a ejercer la caridad entre los leprosos y a emprender la restauración de iglesias en desuso. Esta dedicación generó la desaprobación de su padre, quien llegó a desheredarlo debido a los gastos incurridos en estas obras altruistas.

La tradición de armar pesebres en la celebración del Nacimiento de Jesús tiene sus raíces en la Navidad de 1223, en Greccio, Italia, donde San Francisco reunió a los vecinos para celebrar la misa de medianoche alrededor de un pesebre con la figura del Niño Jesús, modelado por sus propias manos. Este acto se convirtió en el punto de partida de la fama de los "Nacimientos", extendiéndose por todo el mundo como una práctica espiritual y artística. La iniciativa franciscana de llevar consigo esta tradición durante sus misiones contribuyó significativamente a su difusión y adaptación en diversas culturas, evolucionando hacia expresiones únicas en cada región.

San Francisco de Asís falleció el 3 de octubre de 1226 cerca de la capilla de la Porciúncula y fue canonizado el 16 de julio de 1228 por el Papa Gregorio IX. Su legado perdura, especialmente en el valle de Chuquiago, donde la comunidad franciscana ha prestado 488 años de servicio y entrega. El templo y convento de San Francisco en este valle se han convertido en un emblema de la identidad paceña, albergando hoy el Centro Cultural y Museo de San Francisco. Este centro no solo preserva la historia franciscana, sino que también se compromete con la misión evangelizadora, buscando conformar una sociedad basada en Justicia, Paz y Fe.

En la cálida ciudad de Tarija, la tradición del pesebre se entrelaza con la inspiración de San Francisco de Asís. En la Plaza Luis de Fuentes, la comunidad tarijeña, en colaboración con la comunidad franciscana, recrea con devoción el pesebre, destacando la figura de San Francisco. Este evento no solo captura la espiritualidad del Nacimiento, sino que también refleja la conexión única entre la devoción a San Francisco y la riqueza cultural de Tarija. Con la participación activa de la comunidad en la creación del pesebre, Tarija fusiona la espiritualidad de San Francisco con su identidad cultural, convirtiendo la Navidad en una experiencia enriquecedora y comunitaria.

Que la unión comunitaria y la inspiración de San Francisco de Asís guíen nuestros pasos hacia un nuevo año lleno de bendiciones y realizaciones. ¡Feliz Navidad a todos!


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