2da Circunvalación, una avenida que puede convertirse en puente

(La presente opinión es personal, pero en base a estadísticas oficiales)

En esta semana, hubo una gran polémica por el tema de este mega proyecto para la ciudad de Tarija, el cual tiene aprobado por el consejo municipal un financiamiento por 250 millones de bolivianos, con 3 entidades financieras, Banco Mercantil, Bisa y Nacional; solo con el primero se tiene ya un contrato firmado y con los otros dos se desestimaron porque estos quieren cobrar una tasa del 6% anual, por encima de lo autorizado por el Viceministerio del Tesoro y Crédito Público, en sus respectivos RIOCP.

En base al contrato firmado con este banco, por Bs. 50 millones, 7 años plazo, con una tasa del 5,5% anual, con un año de gracia (solo pagando intereses), bajo el método francés, se estima que el pago total de intereses sería de Bs. 13,13 millones, mismo que puede sufrir alguna modificación si es que se amortiza más capital de lo acordado, o si en vez de 32 cuotas trimestrales, se les hace en 28, lo cual haría que cada una de estas estén por encima de los Bs. 2,16 millones a cancelarse cada 90 días.

Un dato, que tal vez no sea de conocimiento público, es que el “costo total” aproximado de este proyecto sería de Bs. 287,76 millones, incluida la supervisión, por lo cual el financiamiento privado solo cubriría el 86% del mismo; ahora se tiene conocimiento que estos Bs. 50 millones serían para la construcción de 14 puentes, por lo tanto se debe gestionar nuevamente créditos, ya sean públicos o privados, sin desestimar los exteriores, para las demás etapas del proyecto, pero en base a un estudio serio y completo, para determinar su viabilidad y la demanda real de recursos.

Actualmente, a marzo de 2023, el municipio de Tarija tiene una “deuda pública total”, interna y externa, de Bs. 106,32 millones, con un servicio de deuda programada para esta gestión de Bs. 31 millones, por eso es importante analizar la capacidad de endeudamiento a mediano y largo plazo de esta institución edil; si llegásemos a endeudarnos por Bs. 250 millones más, nuestra deuda pública total crecería en un 235%, representando el 68% del actual presupuesto municipal.

Otro factor para tomar en cuenta, no menos importante, es nuestra capacidad de pago, nuestro presupuesto de ingresos por Bs. 586,08 millones, donde los recursos propios (34%) y coparticipación tributaria (24%) son las principales fuentes de ingresos municipales; sin embargo, también dependemos del IDH (17%). Las proyecciones y perspectivas de la economia nacional y departamental es que entremos nuevamente en una recesión, afectando los presupuestos de todas las entidades públicas, es decir nuestros ingresos tendrán una tendencia a decrecer o al menos serán inestables, sean propios o transferencias gubernamentales; esto puede poner de cierta manera en riesgo nuestra estabilidad financiera municipal y/o genera un reajuste importante en inversión pública, educación, salud, servicios, básicos y otros.

Finalmente, después haber explicado esto, es primordial y necesario un estudio a diseño final, integral y multidisciplinario, para tomar una decisión de semejante magnitud: crédito, gasto y pago de Bs. 250 millones bolivianos, el más grande que recordemos en nuestra ciudad de Tarija. No recomendamos apoyar ni rechazar un proyecto sin conocerse a fondo sus costos y beneficios en todos los ámbitos, donde lo idóneo seria su consenso y socialización con diferentes actores, sobre todo con los colegios de profesionales, mismos que pueden dar sus observaciones y recomendaciones de manera objetiva y académica.

Por eso la pregunta ¿este proyecto es importante o primordial? Más allá del deseo del cumplimiento de una promesa electoral, el municipio debe manejar responsablemente esta situación, y la población debe generar su criterio propio en base a una adecuada información al respecto, por eso la importancia de contar con un estudio serio y completo.

Al parecer la 2da circunvalación es importante, pero no se puede determinar su prioridad, antes de conocer también las demandas o necesidades de todos los barrios, sobre todo en servicios básicos, salud e infraestructura pública; además, hay que evaluar realmente a quién beneficia este proyecto ¿al vecino? ¿al empresario? ¿al banco? ¿a las autoridades? ¿a quién? y que perjuicios puede traer, un posible boom inmobiliario a costa de la legalización de predios como los asentamientos aledaños.

Creo que ningún tarijeño se opone al desarrollo de su ciudad, pero no a toda “costa o precio”, debemos aprender de nuestros errores, ya que tenemos muestras claras de reinados anteriores, como un puente botado a su suerte sobre el rio Guadalquivir, y otro, por el campesino, que sirve para que las parejas enamoren, algunos lo llamaban viaducto. Es momento de demostrar realmente “que con poco hicimos mucho”.


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