Breve análisis económico del informe presidencial

El informe presidencial del segundo año de Luis Arce Catacora fue bastante extenso, destacando lo positivo de su gestión, en un contexto de conflictos y paros cívicos en varios departamentos del país por el tema de la fecha del Censo; situación que, sin duda, está trayendo un daño económico nacional, paralizando parcialmente las cadenas de producción y comercialización de bienes y servicios, desacelerando la demanda interna, el comercio exterior, otros. Pero también trayendo consigo una elevación de varios productos, sobre todo de la canasta familiar.

1. Si bien el crecimiento económico (PIB) del país, en este 1er semestre, fue del 4,27% (acumulado), el mismo fue gracias al importante aporte de sectores como el Transporte y Almacenamiento (10,45%), Otros Servicios (8,65%) y así los demás con crecimientos positivos, sin embargo, el rubro de Petróleo y Gas presentó un decrecimiento del 9,81%. Las proyecciones del FMI y BM son cautas, hasta algo alarmistas, para ALC y los países en vías de desarrollo como el nuestro, inclusive estiman una recesión para finales de este año, con una mayor inflación; el gobierno nacional no indico esto, ni los efectos negativos en nuestra economía por la guerra en Europa que trajo consigo un coste de vida mas alto y menores perspectivas de crecimiento para esta gestión, al parecer seguimos pensando que somos blindados y que el contexto internacional nos afecta poco.

2. En cuanto a la inflación, el IPC a octubre 2022 fue del 0,75%, con un acumulado anual del 2,52%, el gobierno denota que son los mas bajos del mundo, lo cual es cierto en términos estadísticos; sin embargo estos datos son los mas elevados del año, lo cual denota que poco a poco llego el proceso inflacionario del exterior o importado a nuestro país, generando una inflación propia, por diversos factores, que sumado los actuales conflictos sociales, han producido que el poder adquisitivo de nuestra moneda disminuya relativamente.

3. El desempleo, según datos del INE, en el 3er trimestre del 2022 fue del 4,2%, del 4,1% a septiembre de este año, cifras a nivel urbano muy alentadoras, indicando que la desocupación es muy baja en el país; pero el detalle es que en su estimación entran las personas que tienen trabajo, siendo lo idóneo que se considere solo a las personas con empleo formal para determinar el verdadero nivel de desocupación en nuestro país y sobre la calidad del empleo que tenemos. Si contrastamos las estadísticas con la realidad social, se ve muchas personas formando parte de la economía informal (80%), trabajadores por cuenta propia, un crecimiento de auto empleo y subempleo, incremento del contrabando por las pocas oportunidades laborales, cifras que el gobierno no muestra.

4. Si bien hemos tenido superávits comerciales esta gestión, un acumulado de enero a septiembre de saldo comercial por $us. 960 millones de dólares, sin embargo, la tasa de crecimiento de importaciones (48%) es mayor a la de las exportaciones (33%); hilando más fino, según datos del INE, en agosto y septiembre de 2022 se tuvo déficits comerciales de 193 y 237 millones de dólares americanos respectivamente, cifras que debemos analizar.

5. Igualmente si bien se hablo de que nuestra deuda externa está dentro de los márgenes recomendados internacionalmente, no se indicó que la deuda interna subió, sobre todo para solventar la operatividad e inversión de empresas publicas estatales, pero la deuda pública total del país supera tranquilamente el 65% de nuestro PIB. La otra gran duda, cosa que no se mencionó, es sobre la caída sostenida de nuestra RIN, que de acuerdo con datos del BCB, del 2014 a octubre de 2022 descendió en un 75%, solo en esta gestión cayo en un 15%; actualmente las mismas están conformadas por un 26% de divisas (muy bajo) y un 60% en oro. ¿Pero si tenemos superávits comerciales continuos, donde se van las divisas que entran? ¿A pagar nuestra deuda externa? ¿Financiar el gasto público? ¿Dónde?


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