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Deben derogarse las leyes de propiedad intelectual

El relato del periodista comenzaba diciendo que “con el mundo atravesando ya el trágico umbral de los 1.400.000 muertos por covid-19””… Volví a releer y efectivamente eso escribió y me pregunté dónde estaba el error ya que por cáncer, “normalmente”, mueren cada año más de 10 millones -es decir, siete veces más- si proyectamos la cifra que dio la OMS en 2012. No encontré respuesta.

  Pero dejemos esta discusión. Lo primero a destacarse es que las vacunas fueron desarrolladas por el sector privado, o sea, en todo caso, son las personas en libertad las que están combatiendo eficazmente esta “pandemia”, no los gobiernos que, por el contrario, con la represión a las sociedades -confinamientos, cuarentenas- provocan una debacle económica global que se traducirá, según la ONU, en unos 150 millones -si 150 millones- de desnutridos más en 2020.

La noticia es que, tras la fecha puesta por agencia estadounidense del medicamento, FDA, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tiene previsto acelerar la aprobación de las dos vacunas que ya lo han solicitado: la de Pfizer junto con BioNTech y la de Moderna. La primera podría contar con el visto bueno el 29 de diciembre y la de Moderna el 12 de enero.

La EMA prevé que el Comité de Medicamentos de Uso Humano, encargado de dar el visto bueno a la comercialización de vacunas, concluya su evaluación sobre los prototipos en una reunión extraordinaria que se produciría “como tarde” en las fechas indicadas. Luego, la Comisión Europea tomará la decisión final sobre su lanzamiento al mercado europeo. Así, las campañas de vacunación se podrían poner en marcha a principios de año, con los colectivos más expuestos como prioridad.

Da un poco de miedo, o mucho. Y no es que los laboratorios lancen productos antes de su prueba consolidada y definitiva, sino que da miedo dejar la vida de las personas en manos de burócratas que, ya sabemos, son altamente ineficientes y movidos básicamente por los políticos, esto es, por motivos políticos sino por “negocios”. Es que hay mucho dinero -mucha tentación- en juego.

Bruselas ha suscrito acuerdos para adquirir más de 1.000 millones de dosis, de varios laboratorios, entre las que se encuentran las tres más avanzadas: las dos para las que la EMA ha anunciado la aprobación, y también la vacuna de AstraZeneca. La presidenta de la Comisión Europea destacó que el desarrollo de las vacunas ha supuesto un “progreso sin precedentes” – ¿se habrá enterado que ese logro es de las personas, las empresas, privadas? - y ha pedido garantizar “tratamientos para todo el mundo”.

Warren Buffett, que sabe de ganar dinero, llama una “fosa”, aludiendo a las que protegen a los castillos medievales, a características que hacen que un producto sea difícil de imitar por la competencia, como una licencia otorgada por la estatal Oficina de Propiedad Intelectual. Irónicamente, por caso, si el sistema operativo Windows no hubiera sido copiado “ilegalmente”, no se habría difundido tanto y Microsoft no habría ganado tanto dinero.

En fin, la humanidad estaría mucho mejor defendida si los gobiernos se retiraran. Sin “leyes de propiedad intelectual” -como si las ideas tuvieran dueño- que formen monopolios que impidan la difusión masiva de las medicinas, y sin políticos tomando decisiones burocráticas por la vida de otros, sino que cada uno se responsabilice por la propia y las de sus congéneres.

 

*Asesor Senior en The Cedar Portfolio  y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California


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