Sólo una fruta
Dios al oír aquella súplica, quiso probar la sabiduría de ellos, les habló y le preguntó a cada uno qué querían que hiciera para solucionar el problema.El primero respondió: “Haz que aparezca más comida en el bosque”. Dios le contestó que esa era una respuesta sin sabiduría, pues...
Dios al oír aquella súplica, quiso probar la sabiduría de ellos, les habló y le preguntó a cada uno qué querían que hiciera para solucionar el problema.El primero respondió: “Haz que aparezca más comida en el bosque”. Dios le contestó que esa era una respuesta sin sabiduría, pues no debía esperar que la solución a los problemas apareciera mágicamente.Entonces dijo el segundo: “haz que esta fruta crezca para que sea suficiente para todos”. Dios le dijo, no es sabio pedir que las cosas se multipliquen de la nada, pues el hombre no se conforma y siempre quiere más, sin hacer ningún esfuerzo.El tercer joven dijo: “Mi Señor, quita nuestro orgullo y haznos pequeños para que esta fruta alcance para todos”. El Señor respondió: “Has pedido bien, pues cuando el hombre se humilla y se empequeñece delante de mí, verá la prosperidad”.Muchas veces esperamos que Dios solucione “inmediatamente” todos nuestros problemas, sin esforzarnos y sin cambiar nada en nuestras vidas.