El único remedio para tu mal
-¿Cómo sabes que eres salvo?El cristiano sigue unos pasos adelante, y deja caer la carga. Entonces, dice:-¿Cómo sé que se me cayó el bulto? No he mirado atrás.-No -replica el muchacho-, no has mirado atrás, pero ya no sientes el peso.-¡Exactamente! -respondió el hombre-. Es por esa...
-¿Cómo sabes que eres salvo?El cristiano sigue unos pasos adelante, y deja caer la carga. Entonces, dice:-¿Cómo sé que se me cayó el bulto? No he mirado atrás.-No -replica el muchacho-, no has mirado atrás, pero ya no sientes el peso.-¡Exactamente! -respondió el hombre-. Es por esa misma razón que sé que soy salvo: ya no siento la carga de pecado y de tristeza, y he encontrado paz y satisfacción en el Señor.No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad? Nahúm 3:19.