Transporte en Tarija, un nuevo escenario
Lo de que cada uno haga lo que quiera y al que le parezca mal que no mire ha pasado a la historia. Estamos en 2017, lejos quedan aquellos años de movilizaciones duras en los 80 que acabaron convirtiendo al Transporte en profesión libre por decreto para contrarrestar el poder sindical y que a la...
Lo de que cada uno haga lo que quiera y al que le parezca mal que no mire ha pasado a la historia. Estamos en 2017, lejos quedan aquellos años de movilizaciones duras en los 80 que acabaron convirtiendo al Transporte en profesión libre por decreto para contrarrestar el poder sindical y que a la larga ha acabado por implantar un sistema ultraliberal en el que cualquiera se pone un taxi que, por otro lado, ha ayudado a controlar los precios en márgenes bajos.Una vez establecido el marco competencial, si bien cabe recurso en Sucre, es preciso que Transporte y Municipio se sienten en la mesa de diálogo para encontrar soluciones que finalmente ofrezcan al ciudadano tarijeño un transporte mejor.La debilidad del Estado sigue siendo evidente pese a una década de crecimiento sólido. El Gobierno Municipal de Tarija, ni ningún otro en el país, tienen los recursos necesarios para implementar un servicio de transporte público que elimine al sector privado del rubro ni tampoco parece necesario que eso suceda. Lo imprescindible es abrir un espacio de diálogo amplio y marcar plazos concretos para que cada cual cumpla sus objetivos. Posiblemente los transportistas merezcan un incremento al pasaje luego de diecisiete años de congelación que, por otro lado, les ha permitido adueñarse del sistema sin dar espacio a nadie más.Posiblemente también es necesario adecuar las rutas al modelo de ciudad y a sus nuevas lógicas urbanas, que no se han tenido en cuenta en la planificación actual, en la que simplemente se han ido alargando y alargando las paradas.Posiblemente es necesario implementar tecnología que permita, por ejemplo, el transbordo horario entre varias líneas. Seguramente en la mentalidad conservadora y costumbrista más de uno dirá que es imposible en Tarija implementar tarjetas ciudadanas, monederos electrónicos, para que los choferes no tengan que andar con los cambios… sistemas que llevan implantados en cualquier ciudad mediana como Tarija más de cincuenta años.Más que posible es necesario una campaña de concienciación ciudadana sobre el uso del micro, pues lindo es exigir que los micros paren en las paradas cuando luego lo hacemos parar a media cuadra para subir y renegamos si no nos deja en la puerta de casa para bajar. Lindo es exigir limpieza cuando luego contemplamos al compañerito de asiento destrozando el reposacabezas. Los buses de la Alcaldía apenas duraron un día completitos.Es necesario poner de acuerdo a los ciudadanos entre sí. Lindo es pedir que los micros no pasen por el centro sin ponerse en la piel de quien ya ha caminado 20 cuadras en El Portillo para llegar a ver a su abogado, o el que ha pasado media hora esperando al final de las Lomas. O pedir que pasen sin ponerse en la piel de la señora que vende bananas en la Domingo Paz.Es necesario ubicarse; retirar las flotas más antiguas sí, pero reconocer los esfuerzos realizados en algunas líneas; entender que en ningún lugar del mundo existe un servicio masivo urbano en el que todos sus pasajeros vayan sentados; entender que el cartel “mi educación depende de usted” es de un mal gusto intolerable y un largo etcétera de aspectos pequeños y no tanto, que hacen del transporte diario una experiencia desagradable o no tanto.La solución necesariamente va a pasar por nuevas herramientas tecnológicas; porque los choferes inviertan en sus vehículos; por premiar a aquellos que utilizan diariamente el transporte público frente a los que lo hacen esporádicamente; por generar anillos, transbordos, líneas más cortas y más rápidas, por idear formas creativas para brindar un servicio en Tarija del que todos nos podamos sentir orgullosos.