Más que sanar enfermos

La problemática de la salud se expresa, cotidianamente, en largas colas que tienen que hacer los pacientes desde tempranas horas de la mañana para obtener una ficha de atención médica. Pero también el problema se evidencia en la falta crónica de medicamentos, en la insatisfacción por el...

La problemática de la salud se expresa, cotidianamente, en largas colas que tienen que hacer los pacientes desde tempranas horas de la mañana para obtener una ficha de atención médica. Pero también el problema se evidencia en la falta crónica de medicamentos, en la insatisfacción por el trato recibido y otras muestras de ineficiencia e insuficiencia que derivan finalmente en la ineficacia de los servicios. Un último estudio realizado por The Economist y Roche refleja que Bolivia está entre los países con atención más precaria al cáncer, el estudio contempla doce países de Latinoamérica. Los datos fueron revelados durante la presentación del documento, en la ciudad colombiana de Bogotá. Participaron del evento especialistas de la región y Estados Unidos.Todo esto nos lleva a pensar ¿Qué se ha hecho en la época de bonanza?En la época de bonanza el Producto Interno Bruto de Bolivia creció de 9.549, en 2005, a 32.996 en 2014, en gran parte con base en el aumento de precios del gas y los minerales. El gas llegó a valer cuatro a seis veces más que en el año 2004. El PIB per cápita aumentó y los ingresos fiscales se cuadruplicaron al pasar de 40.543, el año 2005, a 195.405 el año 2014La pobreza disminuyó, pero como los otros países aprovecharon mejor la situación, Bolivia sigue rezagada. Según la CEPAL, es la segunda peor después de Paraguay, con 42,4% de pobreza. Paraguay tiene 49,60. Uruguay, en el extremo opuesto, sólo 6,50%. También en salud, Bolivia es el que tiene más bajo presupuesto. Según el Banco Mundial, en 2013 era de 84 dólares por persona, al año; subió a 92 en 2015 pero sigue siendo el menor, seguido por Ecuador y Paraguay, que gastan 126, y Venezuela 138. Uruguay gasta 678 dólares por persona. Los países desarrollados destinan a salud más de 3.000 a 4.000 dólares por persona, año. Los países de la Organización Económica de Cooperación y Desarrollo OECD gastan como promedio 3.480 dólares por persona, por año. También estamos en un último lugar en educación, con un gasto per cápita anual de 116 dólares, mientras países de nuestro mismo continente gastan entre 400 y 500.Si bien la Constitución Política del Estado (CPE), por un lado, manda que el acceso a la salud es uno de los fines y funciones del Estado, y por otro, la inclusión y el acceso a la salud sin exclusión ni discriminación alguna es un derecho fundamental y una garantía constitucional, empero, el Estado Plurinacional no cumple su obligación de sembrar políticas públicas para que la población acceda gratuitamente a los servicios de salud. Las políticas que ha implementado están muy lejos de resolver el problema, que va más allá de sanar enfermos. Por ejemplo, los estudiosos de la salud han definido cuatro funciones básicas de la medicina: 1) la promoción de la salud, 2) la prevención de la enfermedad, 3) la restauración de los enfermos, y 4) la rehabilitación.La salud se promueve proporcionando condiciones de vida decentes, buenas condiciones de trabajo, educación, cultura física y formas de esparcimiento y descanso, instando al esfuerzo coordinado de los políticos, de los sectores laborales e industriales, los educadores y los médicos. La promoción de la salud, pone de relieve la consideración de que la salud hay que entenderla como una realidad social compleja y como un proceso social-político y no circunscrito sólo a una atención médica reparativa. Entendida de una forma amplia y no solamente como un momento anterior a la enfermedad, debe ser vista considerando la autonomía de las personas, en su contexto político y cultural, como sujetos capaces de mejorar, generando transformaciones en sus condiciones de vida. Esto implica que los futuros profesionales de la salud deberían estar preparados para asumir un papel más activo y dinamizador en el fortalecimiento de la prevención de la enfermedad y promoción de la salud, y poder construir un nuevo modelo de atención en salud, que no sólo se oriente a la educación sanitaria, sino que tenga una orientación más amplia, considerando los determinantes de la salud.Pero otro aspecto a no olvidar además de lo estructural es la calidez de la atención, los ciudadanos no queremos frialdad, ni discriminación.


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